Grundberger: 'La Habana es una especie de Vaticano socialista cuyos dogmas no se cuestionan' Imprimir

Hay grupos políticos que dañan la democracia en América Latina, grupos que no trazan fronteras entre la izquierda democrática y el totalitarismo, grupos que han sido alimentados por los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, grupos que sirven de validación a estos regímenes, grupos que son, entre otros, el Foro de São Paulo, la Internacional Progresista, el Grupo de Puebla y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).

Sebastián Grundberger, autor del libro "La galaxia rosa. Cómo el Foro de São Paulo, el Grupo de Puebla y sus aliados internacionales socavan la democracia en América Latina"

Esos grupos son retratados en el libro La Galaxia Rosa. Cómo el Foro de São Paulo, el Grupo de Puebla y sus aliados internacionales socavan la democracia en América Latina, de Sebastián Grundberger, presentado recientemente. Con este autor hablamos. "Yo creo que es un daño considerable", afirma Grundberger desde Montevideo, al iniciar la conversación telefónica con DIARIO DE CUBA, refiriéndose a la impronta de estos grupos en la política de la región. 

"En los últimos 20 años hemos visto un declive de la democracia en América Latina, eso muestran todas las encuestas. Durante ese tiempo la gran mayoría de gobiernos han sido de izquierda, y yo creo que uno puede deducir que hay una relación entre ambas cosas. Entre espacios democráticos de izquierda y espacios autoritarios o dictatoriales de izquierda no siempre hay una separación muy clara, y esa es la tesis que manejo en el libro".

Estos grupos son como grandes sacos en los que gérmenes posibles conviven con frutas tremendamente podridas. "Se unen personas y organizaciones legítimas democráticamente con dictaduras, como el Partido Comunista de Cuba. La primera vez que eso pasa es en la fundación del Foro de São Paulo, donde Lula da Silva y Fidel Castro se unen para dar nacimiento a esta unión y lo que yo sostengo es que estas uniones, estos planetas de la galaxia rosa, al final sirven para habilitar autocracias y son una plataforma de apoyo para dictaduras", detalla Grundberger.

Dice, asimismo que "el rol de Cuba es absolutamente clave, tal vez es uno de los actores más importantes, o el más importante de todos. Esto se demuestra en varias cosas, por ejemplo, La Habana está siendo utilizada con muchísimo gusto por diferentes planetas de la Galaxia Rosa como lugar de encuentros. Hace pocos días terminó allí una reunión de la Internacional Progresista, donde también participaron, por cierto, personajes muy relevantes del Grupo de Puebla, como el expresidente colombiano Ernesto Samper. Uno se da cuenta de que en ninguno de estos espacios de la Galaxia Rosa se atreven a criticar en lo más mínimo a Cuba. Por eso yo sostengo que La Habana es una especie de Vaticano socialista cuyos dogmas no se cuestionan".

Grundberger sostiene, igualmente, que estas organizaciones son parte de la izquierda carnívora, como la definió Álvaro Vargas Llosa, y "se pintan de progresistas, y así logran de alguna forma dar la impresión de que son democráticos o son progresistas, cuando en el fondo lo que hacen es seguir la misma senda de la izquierda más autoritaria y dura, con su discurso anticolonialista, con su discurso antineoliberal y antiimperialista, pero solo criticando a EEUU, no hablando de China o Rusia. Creo que la izquierda moderada, lamentablemente, lo tiene muy difícil para ganarse espacio frente a esos relatos".

El autor apunta que, con este libro, su objetivo es dirigirse "a todas las personas que se identifican con la izquierda democrática y que empatizan de alguna forma con el Grupo de Puebla y con el Foro de São Paulo". "Si simplemente se meten en la página web de esas organizaciones y leen bien las declaraciones que salen de sus encuentros, los invito a que después se pregunten si quieren seguir identificados con esa defensa absurda de la dictadura cubana, con esa falta de crítica absoluta al régimen de Caracas, con una ausencia total de crítica a la invasión rusa en Ucrania y muchos elementos más que no son propios de una organización democrática", agrega.

Grundberger insiste en que "ellos hacen una lectura completamente selectiva de la democracia y de los derechos humanos. Les sirven para atacar cuando hay un opositor que ellos quieren agredir, pero no les importa cuando sus amigos o sus aliados no los están respetando. Eso es lo que trato de demostrar en el libro, que para ellos la democracia no es un fin en sí mismo, los derechos humanos no son un fin en sí mismo, no son un valor en sí mismo, sino que son un medio para un fin. Ese fin es conseguir el poder, consolidar el poder o, como dice el Foro de São Paulo en una de sus declaraciones, llegar a la sociedad socialista, y ahí es justamente donde yo considero que está el peligro de estas instituciones".

Estas organizaciones son espacios donde habitualmente anida la doble moral. "Por ejemplo, una cosa que me llama mucho la atención en que el Foro de São Paulo, en una de sus reuniones recientes, adoptó dos resoluciones, una de ellas sobre El Salvador, donde se critica fuertemente a Nayib Bukele. Que se silencian en El Salvador voces opositoras, medios opositores, sociedad civil, cosas que son ciertas, pero a la vez se está adoptando una resolución de total y estricta solidaridad con la dictadura cubana, donde también está pasando todo eso que dicen sobre El Salvador", puntualizó.

Es completamente selectivo el discurso de estas organizaciones y Grundberger cree que "es importante que los que somos demócratas, los que creemos en los derechos humanos, más allá de si somos de centroderecha, de centroizquierda, liberales, progresistas, lo que sea, estemos unidos contra los que son adversarios de la democracia, en vez de avalar a los perpetradores, a los violadores de los derechos humanos que son, entre comillas, de nuestro lado político".

Además, estos grupos son utilizados por Rusia, China e Irán como mecanismos de influencia política, ideológica y económica en América Latina. "A dichos regímenes les interesa mucho tener este tipo de aliados y fortalecerlos cada vez más, pero creo que Latinoamérica es demasiado imprescindible como para decir qué va a pasar en los próximos años. Aunque, creo que estos grupos de la Galaxia Rosa están ahora en un momento de fuerza y hacerles un contrapunto democrático sería observarlos y transparentar lo que hacen", subraya Grundberger.

En tal sentido, concluye que, más que hacer una gran tesis, lo que trata con este libro es de "dibujar un cuadro de todos estos actores, cómo están entrelazados, quiénes son y cómo funcionan, sacando la conclusión de que actúan de una manera muy coordinada, en base de una ideología común, por lo que es válido mirarlos como un actor coordinado. Y es a ese actor a lo que yo denomino la Galaxia Rosa".


En este enlace puede accederse al libro en pdf.

DIARIO DE CUBA