La campaña para las elecciones presidenciales uruguayas ha tenido un protagonista indiscutible. No ha sido el expresidente Tabaré Vázquez ni el colorado Pedro Bordaberry. El fenómeno de esta campaña ha sido el candidato del Partido Nacional (blanco), Luis Lacalle Pou.

Quien está amenazando la continuidad del Frente Amplio en la presidencia es Lacalle que se ha situado a unos diez puntos de Vázquez en la primera vuelta.

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-.

Los dos principales candidatos a la Presidencia de Uruguay, el oficialista Tabaré Vázquez, del Frente Amplio, y el centrista Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, encaran empatados su hipotético enfrentamiento en la segunda vuelta.

Un sondeo elaborado por la firma Factum cifra en el 48 por ciento la intención de voto para Vázquez, frente al 47 por ciento de Lacalle Pou. La encuesta contempla un margen de error de 3,2 puntos, por lo que parece clave el 4 por ciento de la población que dice estar indecisa o prevé votar en blanco o nulo.

Las virtudes de Lacalle Pou

Su mensaje fresco, aunque lidera un partido -el Nacional o Blanco- con casi doscientos años de historia, y su imagen de renovación y cambio ha atraído a un electorado de clases medias molestas con el alza impositiva y los malos servicios públicos principalmente en el área educativa y de seguridad pública.

Luis Lacalle Pou

Lo primero que destaca en Lacalle es su propio aspecto juvenil (41 años) que contrasta con la imagen que transmitían, en anteriores elecciones, otros candidatos (su propio padre, Luis Alberto Lacalle, expresidente entre 1990 y 1995, fue candidato en 2009 con 68 años).

Luego ha encontrado la tecla y el mensaje adecuado para hacerlo llegar al electorado.

Un mensaje, en primer lugar, de inclusión más allá de las diferencias partidarias: “Para el más fanático (del Partido Nacional), pero también para aquel que pasamos por su casa y tenía un cartel del Frente Amplio, del Partido Colorado, aquel también es destinatario de todo nuestro afecto, de todo nuestros esfuerzo, de toda nuestra consideración y solidaridad”.

Y un mensaje que, asimismo, mira al futuro: “Hay una que yo les puedo asegurar, me comprometo y oblíguennos: no vamos a cambiar la idea por el insulto, la alegría por el agravio, el proyecto por el menosprecio a los que no son de nuestro partido, porque se merecen también el respeto y la tolerancia. Nos hemos preparado buscando a quienes entendemos, junto con Jorge Larrañaga, son los mejores. Obviamente queremos gente con conocimiento en la cancha y no técnicos de laboratorio. Queremos gente que piense en el futuro”.

Luis Lacalle Pou: “Hay una que yo les puedo asegurar, me comprometo y oblíguennos: no vamos a cambiar la idea por el insulto, la alegría por el agravio”

Candidato que transmite grandes dosis de optimismo (el lema de su campaña es “en positivo”), ha sabido utilizar muy bien las nuevas tecnologías y colocar su mensaje con videos modernos y con mucho marketing detrás.

Todas estas características han provocado euforia entre los blancos que se ven por primera vez en 20 años cerca de alcanzar el poder.

Reflejo de lo que ocurre es esta anécdota que narra el diario El País de Montevideo: “El hombre había llegado al acto desplegado en Parque Batlle gritando por el Partido Nacional, pero cuando pudo enfrentarse cara a cara con Luis Lacalle Pou, su fervor partidario se personalizó: “Sos el mesías”, le repitió varias veces, mientras el candidato lo abrazaba”.

La ofensiva frenteamplista contra Lacalle Pou

El Frente Amplio no se esperaba que Lacalle Pou galvanizara como lo ha hecho el voto contra el gobierno y el candidato oficialista.

Su juventud y teórica inexperiencia eran un obstáculo para que creciera. Pero no ha sido así y Tabaré Vázquez y el frenteamplismo han debido reaccionar con toda la maquinaria para tratar de para al candidato blanco.

Lacalle Pou, nacido en 1973, es el candidato del Partido Nacional

Los ataques han venido por todos los lados y por todos los lugares posibles.

Tabaré Vázquez empezó calificándole de inexperto para dirigir un país: “Cuando se habla de juventud y de renovación, yo me preguntaría si alguno de los países que va a ir al Mundial opta por ir con un seleccionado sub-20 o va con la selección que tiene más experiencia, que salió campeón del mundo. A veces se debe preferir la paciencia estratégica ante la aventura épica”.

Luego, Vázquez, que había asegurado ante el crecimiento de Lacalle que no cambiaría su estrategia, acabó por admitir que debía introducir modificaciones.

Apostó, entonces, por copar la agenda mediática con difusión del programa y caravanas bien planificadas por las capitales del interior.

A esa ofensiva se ha sumado el propio presidente José Mujica, a quien le hizo daño que el candidato blanco criticara que Uruguay vaya a acoger presos de Guantánamo: “¿Por qué el Partido Nacional cayó en semejante egoísmo, semejante ceguera? Por demagogia electoral, porque esto no es por la patria, ‘ni por la positiva’, prefirieron perjudicar en el mediano plazo al país que aparecer como dándole un mérito la iniciativa del Frente Amplio para fundar una nueva universidad. Esto es lo que es la politiquería, el interés meramente electoral, una actitud de preferir perjudicar al país, por cuidar la visión electoral”.

José Mujica: “¿Por qué el Partido Nacional cayó en semejante egoísmo, semejante ceguera? Por demagogia electoral, porque esto no es por la patria, ‘ni por la positiva’, prefirieron perjudicar en el mediano plazo al país que aparecer como dándole un mérito la iniciativa del Frente Amplio para fundar una nueva universidad”.

Fue el pistoletazo de salida para que el gobierno en pleno entrara en la campaña en favor de Vázquez.

Así, el secretario de Presidencia, Homero Guerrero, cuestionó algunas de las propuestas de Lacalle Pou: “Se ha hablado en los últimos días de lograr una jubilación parcial, esto ya se logró en este período”, aseguró. Por su parte, Lacalle Pou explicó en Twitter que la ley vigente para trabajo de jubilados es “acotada a una rama y muy compleja en su aplicación”.

A su vez, el ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro, acusó a Lacalle Pou de “plagiar” el programa de gobierno propuesto por el FA, y el ministro de Trabajo, José Bayardi, señaló a El País que en el Consejo de Ministros se concluyó que la oposición maneja argumentos “insólitos” y aseguró que “la agenda de la oposición está cargada de temas ya en ejecución”.

Qué propone Lacalle Pou

El mensaje de Lacalle Pou incide en los tres puntos que más preocupan a la población: la educación, la seguridad ciudadana y la inflación.

Lacalle Pou con su equipo

En materia educativa afirma que “la mejor política social es la educativa” y asegura que “no va a bajar el gasto público”.

En materia económica, si bien no promete derogar el IRPF sí tratará de subir el mínimo no imponible: “Lo que vamos a hacer es gastar lo mismo pero mejor”, dijo Lacalle Pou, quien se dijo dispuesto a “aprovechar el buen momento, la bonanza”.

En seguridad ciudadana, Lacalle Pou ha puesto el tema como prioridad y ha asegurado que él será el responsable si la ciudadanía no percibe resultados en materia de seguridad.

“La gente -ha dicho- tiene que sentirse más segura cuando sale de su casa. Es un compromiso de gobierno que asumimos. Si eso no se consigue hay un solo responsable que es el que está parado frente a ustedes”.
Lacalle Pou recalca que “los ministros del interior del Frente Amplio han fracasado en su gestión”, y que “iremos a todas las instituciones que de alguna manera representen a la policía. Tendrán nuestra visita y nuestra escucha”.

Para el candidato nacionalista, “la mejor forma de respaldar al policía es honrar su uniforme, y “es necesario reglamentar nuevos protocolos de acción para la policía”. Alvaro Garcé y el senador y ex subsecretario del Interior Carlos Moreira estarán al frente del equipo de seguridad.

Además, propone medidas para acotar el poder e influencia que han ganado en estos años los sindicatos: “El primer día de gobierno vamos a derogar el decreto que habilita las ocupaciones… es una medida que vulnera derechos constitucionales: la libertad de trabajo, la libertad de expresión y la igualdad ante la ley”.

Algo que, de ganar y llevarlo a cabo, no auguraría ni mucho menos una presidencia tranquila.

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