El presidente peruano anunció que no entregará la banda presidencial a su sucesor este jueves en el Congreso. Es un simbolismo con "poco sentido", consideró al recordar que " no es una obligación" su presencia. La explicación: una mala experiencia en su primer mandato

"No asistiré al cambio de mando. No siendo constitucional ni legal ni obligatorio, es mejor que el presidente de la República abandone la Casa de Gobierno en el momento que el nuevo presidente presta juramento", dijo este domingo el mandatario a la prensa.

"El simbolismo de la entrega de la banda presidencial tiene poco sentido. No se debe considerar como un desaire, no hay ninguna obligación legal", añadió.

García explicó que la decisión se debe a la experiencia por los ataques e insultos sufridos en 1990, al terminar su gobierno de cinco años, cuando acudió al Congreso a cumplir con la tradición, y "no obligación", de hacer un balance de su gestión y entregar simbólicamente la banda presidencial.

El Jefe de Estado fue recibido con gritos e insultos de parte de la mayoría de los legisladores que lo criticaban por el caos económico en que dejaba al país y lo interrumpieron en varias oportunidades durante el discurso.

Señaló que algunos parlamentarios aprovechan "esa oportunidad para gritar, hacer sus ruidos, eso no es bueno para el país y no es bueno para mí".

"No estoy dispuesto aceptar esas cosas, prefiero curarme en salud", dijo tras indicar que es preferible "no dar rienda suelta de esas pasiones que deslucen al país delante de jefes de Estado invitados".

El diario Perú 21 señala que el presidente García dará un mensaje a la Nación la noche del martes 27, pero la Secretaría de Presidencia de la República no lo ha confirmado. Al día siguiente, asistirá a la Catedral de Lima, según la agenda oficial dada a conocer por el Ministerio de Relaciones Exteriores.