En un intento por calmar a los mercados, los legisladores aprobaron por 161 votos a favor y 135 en contra un ahorro estatal de US$ 112 mil millones. El proyecto, impulsado por Berlusconi, pasará el viernes a Diputados

Con tres abstenciones, 161 votos a favor y 135 en contra, el decreto ley promovido por el Gobierno de Silvio Berlusconi pasa este viernes a la Cámara de Diputados, donde se prevé su aprobación sin mayores contratiempos.

El decreto "no es sólo un proyecto de finanzas públicas", según ha destacado el ministro de Economía Giulio Tremonti. Es también una iniciativa con 16 reformas que afectan a la sanidad y a las pensiones, y que al final serán aprobadas en la Cámara de Diputados, donde el Gobierno de Berlusconi cuenta con mayoría a pesar del mayor partido de la oposición, el Partito Democratico (PD).

Por ejemplo, se impone una "contribución de solidaridad" que, al menos ésta, será pagada por los más ricos. Aquellas personas cuyas pensiones se sitúen entre los 90 mil y los 150 mil euros (US$ 128 mil y US$ 213 mil, respectivamente) deberán pagar un 5% de lo que ganan. Si superan los 150 mil euros, abonarán un 10%.

También se recortan las exenciones fiscales: un 5% para 2013 y un 20% para 2014. "Esto significa cortar también la familia, los niños que van a la escuala, es cortar todo", ha dicho Anna Finocchiaro, presidenta de los senadores del PD, que pidió la dimisión de un Berlusconi ausente en el Senado.

Las exenciones afectan a los estudiantes, a los asilos, a las familias, a las rentas de los asalariados, aunque "quizá con decretos sucesivos el Gobierno excluirá algunas de estas categorías", según el relator Gilberto Pichetto Fratin.

Una de las medidas más feroces de este decreto es el copago sanitario, lo que significa que los italianos deberían pagar 10 euros (US$ 14) cada vez que acudan a un médico especialista o deban realizarse algún tipo de análisis. En cambio, pagarán 25 euros (US$ 35,5 dólares) cuando tengan que hacer uso de los servicios de urgencia cuando la situación no sea en realidad grave.

Italia es la tercera economía más grande de la región, pero su deuda pública es la segunda más grande de toda Europa por detrás de Grecia. Con un déficit que alcanza el 120% de su PIB, el pasado viernes y este lunes los agentes especuladores atacaron sin tregua la Bolsa de Milán.

Entonces, el pánico se desató. El Gobierno agachó la cabeza y ha llevado con rapidez al Parlamento las medidas de ajuste que reclaman los mercados para apaciguarse. La batería de medidas que ahora se debate no tiene precedentes, y a última hora de este martes, el ajuste presupuestario se aumentó de los 47 mil millones de euros (US$ 67 mil millones) a los 79 mil millones de euros (US$ 112 mil millones).

"Esto es como el Titanic", aseguró Giulio Tremonti, ministro de Economía. "No se salva ni la primera clase". El funcionario también reconoció que "la deuda nos devora". Tremonti, que dice que no duerme desde hace dos días, ha dado las gracias a la oposición porque aunque no votarán a favor, tampoco impusieron enmiendas para atrasar los tiempos de votación.

Los partidos de centro izquierda decidieron no votar a favor de lo que en italiano se llama "la manovra" (la maniobrA) porque el ajuste de recortes afecta sobre todo a los sectores más desprotegidos, y poruqe debilita aún más el sistema de bienestar social.

El primer ministro Silvio Berlusconi sometió este plan a un voto de confianza en el Senado, que ahora puede pasar rápido a la Cámara de Diputados y así ser ratificado. Después el Ejecutivo, no tendrá más que promulgar el proyecto.

Los líderes de la eurozona temen que la grave crisis económica de Grecia y Portugal se traslade a Italia y España, los países más comprometidos. Los analistas consideran que esta semana será "clave"

La zona euro, fragilizada por nuevas disensiones, intentará avanzar en el segundo plan de rescate de Grecia y la espinosa cuestión de la participación de los bancos, en un momento tenso por el temor de que la crisis de la deuda se extienda a Italia.

Los presidentes del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el comisario europeo para Asuntos Económicos, Olli Rehn, se reunirán  en Bruselas a pedido del presidente del Consejo Europeo (foro de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE), Herman Van Rompuy (foto). "No se trata de una reunión de crisis, sino de coordinación de posiciones como ya hubo en el pasado", precisó.

Por la tarde, se incorporarán a la reunión los ministros de Finanzas de la unión monetaria, integrada por 17 países. Los del conjunto de la Unión Europea, formada por 27 Estados, lo harán el martes.

Por el momento no se espera ninguna decisión definitiva, ya que la conclusión del segundo paquete de ayuda financiera a Grecia se ha postergado hasta septiembre. El primer objetivo de la reunión será acercar posiciones sobre la contribución del sector privado en el nuevo rescate de Grecia, tras un primer plan trienal acordado en 2010 por 110 mil millones de euros.

Los desacuerdos sobre esta propuesta promovida por Alemania fueron atizados por la agencia de calificación financiera Standard & Poor's, que amenazó con declarar Grecia en "default selectivo" si prospera la propuesta francesa. Ésta prevé que los acreedores privados de Grecia (bancos, fondos de pensión, etc.) reinviertan automáticamente parte de los bonos públicos griegos en su haber en papeles con un vencimiento a cinco o treinta años.

Berlín por su lado defiende un reescalonamiento de la deuda griega, por el que los acreedores privados intercambiarían los bonos que expiran próximamente por otros con un vencimiento más largo, para darle así tiempo a Atenas de sanear sus cuentas públicas y ser solvente.

Pese a la amenaza de las agencias calificadoras, la idea de recurrir a una solución que implique durante un período limitado de tiempo un "default selectivo" de Grecia parece avanzar entre los líderes europeos. "Si la contribución obligatoria (de los bancos) llevase a una suspensión de pagos pequeña y aislada, no sería tan tremendo", considera el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager.

Según diplomáticos, las opciones estudiadas no implicarían forzosamente un "acontecimiento de crédito", ante el cual los acreedores privados de Grecia activarían los seguros contra impago (CDS en la jerga financiera).

El problema es que el Banco Central Europeo (BCE) podría dejar de aceptar obligaciones griegas como garantía para refinanciar a los bancos de ese país, lo que los condenaría rápidamente a la quiebra. Por el momento, la institución central con sede en Fráncfort se mantiene firme. El jueves reiteró su oposición a toda suspensión de pagos por parte de Grecia, ya sea total o parcial.

El resultado es que el lunes hará falta "hacer un poco de limpieza" entre las ideas planteadas, según una fuente gubernamental. El tiempo apremia para los ministros europeos, ya que Italia se encuentra bajo la presión de los mercados de deuda. El viernes, los rendimientos de sus bonos alcanzaron niveles récord.

El sector bancario también retendrá la atención la semana próxima, ya que el viernes 15 se publican los resultados de una nueva serie de pruebas de resistencia, muy esperadas. El objetivo es evitar los errores cometidos durante el precedente ejercicio de hace un año, que resultó incapaz de señalar las fallas del sistema bancario irlandés.

Las pruebas nuevas serán mucho más severas, aunque entre las situaciones extremas previstas no se contempla la hipótesis de que un Estado de la zona euro suspenda pagos. En un documento preparatorio para la reunión del martes, los Estados europeos dijeron estar dispuestos a rescatar a los bancos, en caso de graves dificultades.

La ciudad se había convertido en escenario de masivas protestas contra el régimen Bashar al Assad. El asalto provocó, además, 300 heridos y despertó la condena de los Estados Unidos

Aunque al principio no estaba clara, la cifra de víctimas fatales superaba la decena, según los datos difundidos por los distintos grupos de activistas opositores que informan del desarrollo de los acontecimientos en Siria. No obstante, los denominados Comités Locales de Coordinación confirmaron que eran 13 los muertos, entre ellos un  adolescente de 15 años. Según la red opositora Flash, los fallecidos presentaban disparos en el cuello y la cabeza.

En cuanto a losheridos, unas 37 personas se encuentran en estado grave y eran atendidas en el hospital Al Hurani de Hama, otros 30 reciben tratamiento en el hospital Al Badr y cerca de 200 han sido ya dados de alta, detallaron los Comités.

Ante la violenta represión, el grupo opositor conocido como La Revolución Siria hizo un llamado a la población que done sangre y a todos los médicos que presten ayuda a los heridos de Hama.

Además de las fuerzas de seguridad, que irrumpieron con tanques y armamento pesado, la ciudad es objeto de redadas llevadas a cabo por la policía y los "matones" del régimen, que han destruido vehículos y robado tiendas en varios barrios. Esa situación crítica, a la que se suma el corte del agua y la electricidad en muchas zonas, ha forzado a un gran número de personas a abandonar la ciudad.

En su último recuento de víctimas, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos  cifró en 1387 los muertos civiles desde el comienzo de las protestas en el país. Pero el régimen continúa con sus ataques y no sólo tiene a Hama como objetivo; en la provincia de Idleb, cercana a la frontera con Turquía, lanzó una campaña de arresto e inspecciones y desplegó nuevas tropas del Ejército.

En la ola de detenciones cayó en su clínica de la ciudad de Deir Zur el opositor Ahmed Taama, presidente del célebre grupo Declaración de Damasco, algunos de cuyos miembros fueron condenados a 30 meses de cárcel en 2008 por abogar por un cambio democrático.

En respuesta a estos últimos atropellos, la disidencia invitó a todo el pueblo sirio a que participe en una huelga general el próximo jueves en protesta por las prácticas del régimen.

Mientras, unos 80 legisladores y exdiputados se reunieron hoy en Damasco bajo el lema "Parlamentarios independientes por Siria" para buscar una solución a la crisis política, una de las iniciativas que preceden a la convocatoria hecha por el régimen para el próximo 10 de julio.

"No hay justificación"

La represión de este martes en Hama fue condenada por los Estados Unidos, que consideró que el accionar de las fuerzas del régimen "minan directamente la credibilidad" de las afirmaciones de Damasco de que está dispuesto a dialogar con la oposición.

Los Estados Unidos siguen "profundamente preocupados" por los "ataques continuados" contra los manifestantes pacíficos y considera que "no hay justificación, no existe excusa alguna para que las fuerzas de seguridad sirias comiencen otra represión, matando a manifestantes y arrestando a personas sospechosas de oposición política", dijo Victoria Nuland, vocera del Departamento de Estado, quien además urgió a que Assad "detenga de inmediato su campaña de intimidación y arrestos" y "permita     al pueblo sirio manifestar su opinión libremente para que pueda tener lugar una transición genuina a la democracia".