El disidente cubano Elizardo Sánchez acusó hoy de hipócrita al presidente de su país, el general Raúl Castro, por sus palabras lamentando la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo, el pasado martes, tras 85 días en huelga de hambre.

Las palabras ayer de Castro tuvieron "una alta carga de hipocresía, porque durante 82 días pudieron evitar la muerte de Orlando Zapata y no lo hicieron'', afirmó en declaraciones a la radio Cooperativa chilena.

 

Por EFE

Santiago de Chile

Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y la Reconciliación Nacional, formada por disidentes al régimen de los hermanos Castro, también criticó la actitud del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y la comparó con la condena a la muerte de Zapata Tamayo que hizo el mandatario electo de Chile, Sebastián Piñera, la cual agradeció.

El cubano agradeció a nombre de su movimiento una "reacción tan humana y tan justificada'' porque están "muy necesitados de solidaridad para poder enfrentar la represión del régimen totalitario''.

''Es un gesto de gran altura'', resaltó el disidente, que agregó que "ojalá otros líderes políticos de América Latina hagan lo mismo y no lo que lamentablemente acaba de hacer el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que fue a Cuba a respaldar a los Castro''.

Piñera, que asumirá la presidencia de Chile el próximo 11 de marzo tras ganar las elecciones del pasado 17 de enero al frente de una alianza de derechas, manifestó su ‘‘enérgica condena'' a las circunstancias bajo las cuales ocurrió su fallecimiento de Zapata Tamayo, a quien calificó como un "defensor de los derechos humanos''.

Además de expresar sus "más sinceras condolencias a la familia'' del fallecido, el presidente electo pidió en una declaración oficial la inmediata libertad de los "más de 200 presos políticos'' cubanos.

En sus declaraciones a radio Cooperativa, Elizardo Sánchez explicó que Zapata Tamayo participó de algunas reuniones disidentes, pero precisó que "no era un dirigente opositor'', y aseguró que no pudo asistir a sus funerales porque "la policía política mantenía un cerco'' en su pueblo natal de Banes, donde fue sepultado.