Finalizada la visita oficial a La Habana del representante de la Unión Europea (UE) para los derechos humanos, Eamon Gilmore, tres activistas cubanos ofrecen sus impresiones sobre este acontecimiento a DIARIO DE CUBA

El abogado y director de estrategias del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), Yaxis Cires, considera que el viaje de Gilmore tuvo aspectos positivos como "el haber ampliado el número de asuntos tratados con el régimen entre ellos la liberación de los presos políticos, así como la pluralidad de personas con las que ha conversado, entre ellas familiares de presos políticos y activistas".

El abogado también valora el hecho de que, antes de la visita a Cuba del representante del bloque europeo, su equipo recibió informaciones y criterios.

Esto, acota Cires, "por muy normal que parezca, lamentablemente no suele ocurrir con visitas que involucran a personajes importantes".

El director de estrategias del OCDH opina, no obstante, que durante la visita hubo "fallos desde el punto de vista comunicacional".

"Mientras la opinión pública se entera y ve fotos de las reuniones de Gilmore y el régimen, por alguna extraña razón, los encuentros con la sociedad civil y familiares de presos hasta ahora han sido tratados con una discreción que incluso puede ser contraproducente", critica.

"Estos hechos positivos —siempre respetando la libertad de los interlocutores— deberían trascender al público e ir acompañados de una narrativa: en el caso cubano es importante mostrar a la comunidad internacional que la sociedad civil independiente puede ser interlocutora y que los familiares de las víctimas deben ser acompañados", argumenta el abogado.

La activista Carolina Barrero, quien fue recibida por Gilmore en Bruselas hace un mes, juzga que la visita transcurrió "de acuerdo a lo que esperaban las autoridades cubanas".

Barrero recuerda que ninguna autoridad en la Isla ha sido realmente elegida por la mayoría de los cubanos y llama la atención sobre el hecho de que la misión de la UE encabezada por Gilmore reconoció a las autoridades e instituciones cubanas. En todas las fotos publicadas son de instituciones y personas que representan al "Estado totalitario y comunista", critica.

La historiadora del arte, forzada a salir de Cuba en 2022 por las amenazas del régimen, contrasta ese reconocimiento de la UE a las instituciones y representantes del poder en Cuba con las tímidas menciones a la sociedad civil independiente y a los familiares de presos políticos.

"La sociedad civil, los defensores de derechos humanos, los familiares de los presos políticos aparecen mencionados escuetamente, tímidamente, y no se reconocen específicamente nombres, organizaciones. Por tanto, se les resta valor y se les pone en un segundo plano", reprocha.

"Sabemos que esta decisión la toma la Unión Europea para no incomodar al régimen. Es una decisión tomada ex profeso, porque para ellos, al parecer, ese diálogo con el régimen es más importante que el reconocimiento de la sociedad civil", añade y recuerda que durante su encuentro con Gilmore en Bruselas le pidió mencionar con quién se reunía, "porque lo que no se menciona ni es público no existe".

"A fin de cuentas, este tipo de encuentros el régimen los usa a su favor para blanquear su imagen y aparentar que avanzan en materia de derechos humanos, mientras continúan una cooperación con Europa que les es muy provechosa, porque les reporta muchos beneficios diplomáticos y fondos de cooperación", dice la activista.

Aunque Gilmore aseguró en la plataforma X que se había reunido "con una amplia gama de actores de la sociedad civil" y con familiares de presos políticos, muchos cubanos respondieron a su publicación con escepticismo, debido a la falta de mención de nombres y organizaciones específicas reprochada por Carolina Barrero.

No obstante, el representante de la UE se habría reunido "destacados miembros de la oposición y de la sociedad civil independiente cubana, incluidos algunos familiares de presos políticos", dice a esta redacción Elena Larrinaga, presidenta del Partido Demócrata Cristiano de Cuba (PDC).

"Es importante destacar que ha podido tener acceso directo a la realidad que vive la nación. Es un paso", reconoce Larrinaga, aunque lamenta que se haya dado en silencio.

"Debería ser una exigencia de los representantes de la Unión Europea que estas reuniones fueran a puerta abierta, con luz y taquígrafos. De otra mañanera, estos colectivos sociales siguen relegados al ostracismo más absoluto, un arma política muy eficaz que conocemos todos. También quedan a merced de la arbitrariedad de un gobierno totalitario", concluye.

Para Cires, la visita en su conjunto debe ser evaluada en base a los resultados y señala tres exigencias planteadas previamente: "la liberación de los presos políticos; la eliminación de las normas represivas, y que se legalice la participación política de los ciudadanos con independencia de sus opiniones".

"Habrá que esperar a ver qué sucede en los próximos días con respecto al tema de los presos", dice el abogado y apunta que el régimen ha publicado cuatro acuerdos alcanzados con la UE, pero no ha mencionado los presos políticos ni la modificación del Código Penal ni la eliminación de la pena de muerte.

Sobre la inclusión de la participación en uno de los acuerdos, opina que parece "un enunciado vacío y escrito a petición de los europeos".

"La participación política en todas sus dimensiones, cívica, partidista y electoral, debe ser legalizada", recalca el director de estrategias del OCDH.

"Sin dudas, el régimen buscará maximizar sus beneficios al menor costo político posible y si le dejan, a ninguno", finaliza.

DIARIO DE CUBA