Sombrío panorama económico para nuevo gobierno en Argentina Imprimir
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Miércoles, 21 de Octubre de 2015 12:05

BUENOS AIRES (ARGENTINA) 25/05/2015.- EFE/David Fernández

Reactivar la economía, cerrar el conflicto por la deuda, bajar la inflación y desmontar las restricciones cambiarias son algunos de los desafíos con los que se topará el próximo presidente de Argentina.

Según los últimos pronósticos del Fondo Monetario Internacional, la economía argentina terminará este año con un crecimiento casi nulo, del 0,4%, y se contraerá el 0,7% en 2016, un panorama sombrío para el ganador de las elecciones del día 25, que asumirá el próximo 10 de diciembre.

Cristina Fernández dejará la Casa Rosada con una tasa de inflación que, según consultores privados, ronda el 25% anual, déficit fiscal, una fuerte emisión monetaria y reservas en caída: unos 27.700 millones de dólares, un 40% menos que en diciembre de 2007, cuando asumió su primer mandato.

“Luego de años de crecimiento alto, la economía se va a desacelerar y empeorará la situación de las cuentas fiscales del país”, advirtió Gabriel Torres, analista de la calificadora Moody’s, quien aún se reserva algo de optimismo si el próximo gobierno adopta “políticas un poco más pro-mercado y pueda recuperarse”.

Según el experto, el actual gobierno no informa del verdadero nivel de déficit fiscal y lo “enmascara” con emisión monetaria, lo que conduce “a una falta de credibilidad” que afecta a toda la economía, y “esto es parte del desafío del próximo gobierno”.

Argentina se enfrenta a problemas para financiarse por desajustes en su balanza comercial, menor flujo de inversión externa y, en particular, por no poder acudir a los mercados internacionales de deuda.

Esto último se ha tornado casi imposible después de que Argentina fuera declarada en cese de pagos selectivo a raíz del litigio en Nueva York con fondos especulativos, con sentencia a favor para cobrarse 1.300 millones de dólares más intereses por bonos en mora desde 2001.

La pelea con los “fondos buitre” es un tema que tanto el candidato oficialista Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires y favorito en los sondeos, como el conservador Mauricio Macri, quien lo secunda en las encuestas, saben que deberán solucionar cuanto antes si llegan a la Presidencia.

Macri, alcalde saliente de la capital, apuesta por negociar con los querellantes, mientras Scioli ha afirmado que no pactará en contra de los intereses del país y públicamente comparte la dura posición del Gobierno de Fernández en este litigio, pero colaboradores del candidato admiten que hay que buscar una solución.

“El principal desafío es el tema de los holdouts, la razón por la que Argentina hizo un default en 2014. Pero además Argentina no tiene acceso al fondeo internacional. Sus pagos de deuda extranjera dependen del uso de sus reservas y son limitadas”, advirtió Torres.

Para el economista Mario Brodersohn, de la consultora Econométrica y exsecretario de Hacienda, la preocupación mayor de los candidatos es corregir el atraso cambiario y mejorar la competitividad.

El gran dilema está en qué hacer con las restricciones cambiarias que a finales de 2011 impuso Cristina Fernández para intentar frenar la fuga de capitales y que derivó en el florecimiento del mercado negro de divisas, problemas para importar y girar dividendos y un menor flujo de inversiones externas, temerosas de quedar cautivas en el país.

Macri ha prometido acabar con el “cepo cambiario” y volver a un único tipo de cambio, con libre flotación, pero para que el precio del dólar no se dispare, antes debería crear una atmósfera de credibilidad y confianza.

“Un ingrediente fundamental en la credibilidad es el arreglo con los holdouts, esto es, no eliminar el cepo si antes no se da la señal de que por fin la Argentina salió del default”, sostuvo Brodersohn en un reciente informe.

Según el experto, Scioli, en cambio, apostaría por mantener el dólar oficial y el informal y corregir el atraso cambiario con una devaluación gradual del tipo de cambio oficial.

“La hipótesis inicial, válida tanto para la propuesta cambiaria de Scioli como la de Macri, es que la luna de miel a la que se asocia un nuevo gobierno contribuye a minimizar el traslado a precios de la devaluación. Scioli además supone que ese traslado va a ser menor que el de la devaluación de enero de 2014″, sostuvo Brodersohn.

Conscientes de que la economía es una de las principales preocupaciones de los argentinos a la hora de votar, los candidatos empiezan a adelantar quiénes encabezarán sus equipos económicos en caso de ganar.

Scioli, del oficialista Frente para la Victoria, ha elegido a su actual ministra de Economía en la provincia de Buenos Aires, Silvia Batakis, conocida como “la griega”, que ha mantenido un bajo perfil pero ha logrado financiación internacional para su administración y ha reformado el sistema tributario local.

Macri, candidato de la alianza Cambiemos, deshoja la margarita entre Alfonso Prat-Gay, ex presidente del Banco Central, y Rogelio Frigerio, que encabeza el Banco Ciudad de Buenos Aires.

Sergio Massa, tercero en los sondeos por la alianza Una Nueva Alternativa, cuenta con el exministro Roberto Lavagna, cerebro de la recuperación tras la crisis de 2001 junto al entonces presidente Néstor Kirchner.

INFOLATAM/EFE

Última actualización el Domingo, 25 de Octubre de 2015 11:51