El triunfo de Macri, un aviso para navegantes de la izquierda Imprimir
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Jueves, 26 de Noviembre de 2015 12:35

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La victoria deMauricio Macri en Argentina ha provocado el renacimiento de un fantasma que aterra a la izquierda autocalificada de “socialista del siglo XXI”, en particular,  y también a la izquierda más moderada y reformista. Ese fantasma es el de “el triunfo de la derecha” y el del “regreso del neoliberalismo” en sus respectivos países.

(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. Además, el ejemplo de Argentina y de Cristina Kirchner refuerza las tendencias reeleccionistas de muchos presidentes que comprueban, con horror, que sin el líder carismático como candidato el movimiento o partidos que lo sostienen tiene más dificultades para imponerse en las elecciones.

Después de todo, como apuntan algunos analistas, más que de un cambio de gobierno en Argentina casi debemos hablar de un cambio de régimen.

La académica argentina, Liliana de Riz, apunta en este sentido que “Macri, candidato de una fuerza política nueva, ni radical ni peronista, creada en la década pasada, fue electo presidente coaligado con la UCR y la Coalición Cívica. Aunque su triunfo no tuvo la fuerza de una aplanadora, no dejó dudas de que comenzó una nueva época en Argentina. El ciclo kirchnerista llegó a su fin. Un modo de ejercer el poder basado en la descalificación del adversario, el monólogo estridente, el uso del estado como botín del que manda y la trampa recurrente, fue repudiado por la mayoría de los argentinos”.

El temor a un giro a la derecha

Muchos dirigentes de la izquierda latinoamericana temen que la victoria de Macri no sea sino el principio del fin de la hegemonía de la que ha gozado la izquierda en el continente.

Como señala Carlos Malamud en Infolatam Macri no es la encarnación de un “derechista”: “PRO (Propuesta Republicana), el partido de Mauricio Macri, es un producto directo de la debacle de 2001 y del “qué se vayan todos”. Su llegada al poder ha facilitado un profundo cambio generacional y la llegada de una nueva forma de hacer política, donde los adjetivos tradicionales, como izquierda o derecha, progresista, liberal o conservador, sirven de poco. De ahí la insatisfacción con el modo en que buena parte de la prensa internacional, con un claro intento simplificador, describe a Macri: un presidente liberal o conservador”.

Sin embargo, lo que a escala regional predomina, y sobre todo en la mente de estos dirigentes, es la de un Macri tópico: empresario, derechista y neoliberal.

macri cristina

La actual presidenta y el futuro Jefe de Estado de Argentina

Por lo tanto, el final del kirchnerismo en Argentina podría estar anunciando próximas decadencias en otras partes de la región.

Por ejemplo, la de gobiernos situados muy a la izquierda como la del chavismo en Venezuela tras las elecciones legislativas del 6 de diciembre o la de Rafael Correa en un Ecuador en crisis.

O la de izquierdas más templadas: la de una Dilma Rousseff sobre la que pende una espada de Damocles, el impeachment en 2016. E incluso, la del gobierno de Michelle Bachelet que hace aguas en Chile.

Ya Evo Morales durante la campaña del balotaje argentino destacó la importancia que tenía esta cita ante las urnas: “Va a perder el pueblo argentino. Así es la política. Pero repito: esas agresiones del imperio están ahí. Por eso tengo mucha esperanza de que ese pueblo anti imperialista de América latina siga enfrentando democráticamente y derrotando a los modelos del capitalismo”.

Y dejó ben claro cual era su alianza: “Yo quiero decir que tengo mucho respeto por el kirchnerismo. Yo gané la presidencia cuando Néstor Kirchner era presidente. Él me recomendó, me sugirió, me ayudó bastante en temas de gestión… Me acompañó y vino varias veces a Bolivia a respaldarme cuando se dieron agresiones de la derecha. Y con Cristina [Fernández] igual. Hemos resuelto muchos temas juntos. Tengo por ella mucho respeto y mucha admiración”.

En esa misma línea Jorge García Linera, vicepresidente de Bolivia, ha señalado que lo que ha ocurrido en Argentina tiene implicaciones más allá de este país: “Está claro que la elección argentina marca un retroceso para los gobiernos progresistas y revolucionarios del continente, que protagonizaron un cambio por casi 13 años. Consideramos que es una de muchas batallas que hay que seguirlas dando… “El continente se ha polarizado en dos únicas opciones, o continuidad de este proceso de cambio progresista o restauración neoliberal. Argentina ha develado la disyuntiva del continente en estos años que vienen por delante”.

Incluso, Nicolás Maduro no dudó en establecer un paralelismo entre el auge de Macri en Argentina y un posible triunfo de la oposición antichavista en las legislativas del próximo mes de diciembre.

Yo no me imagino un diablo de esos de la oligarquía gobernando aquí. Pónganle ustedes que yo me vuelva loco y lo llamo: venga, gobierna aquí, te entrego el poder […] Privatizarían las pensiones, privatizarían la educación pública, privatizarían la gran misión Vivienda Venezuela, privatizarían las empresas básicas, privatizarían el petróleo“, señaló Nicolás Maduro.

La reelección, una necesidad para mantener la hegemonía

Además, los gobiernos y liderazgos que han mantenido su hegemonía en América latina durante los tres últimos lustros parecen estar extrayendo otra lección de la victoria de Macri y la derrota del kirchnerismo: La no reelección atenta contra sus deseos de conservar la preponderancia política.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro (i), y su homólogo boliviano, Evo Morales (d), participan en un acto hoy, jueves 9 de abril de 2015, en el Palacio de Miraflores de Caracas (Venezuela).

El presidente venezolano, Nicolás Maduro (i), y su homólogo boliviano, Evo Morales (d)

Cristina Kirchner buscó, al menos hasta 2013, reformar la constitución para presentarse en 2015 lo que al final no logró.

Sin ella como candidata el kirchnerismo ha sido derrotado y la oposición antikirchnerista ha alcanzado el poder.

Parece evidente que ahora es más necesario que nunca la reelección para garantizar la conservación del liderazgo hegemónico.

Y eso ya lo ha expresado así Evo Morales por medio de su vicepresidente Jorge García Linera.

Evo se encuentra en plena campaña para lograr que un referendum ratifique una reforma constitucional que avala la reelección. Y García Linera sacó varias lecciones del proceso electoral argentino. Y la primera no hace sino reforzar las tendencias reeleccionista.

El vicepresidente García enfatizó que “el liderazgo del presidente Morales es decisivo” para sostener el denominado “proceso de cambio” y aseguró que “sin la continuidad del Presidente como líder del proceso el riesgo de un retroceso es inminente”. Además indicó que “otro hubiera sido el resultado si la compañera Cristina (Fernández, la presidenta saliente), iba a las elecciones. Esto enseña que los líderes son muy importantes para los procesos revolucionarios”.

Ahora que Rafael Correa ha lanzado un globo sonda consistente en que no se va a presentar a la reelección quizá hechos como el de Argentina le sirvan para dar marcha atrás a esa idea. Correa creía hasta ahora que “es tal la fragmentación, ambición y falta de propuestas de la ‘oposición’, que no dudo que venceremos en el 2017”.

Sin embargo, en Argentina, la oposición antikirchnerista iba también dividida (Mauricio Macri, Sergio Massa y Margarita Stolbizer) y, sin embargo, acabó derrotando al oficialismo.

Un aviso para navegantes, sin duda.