El socialismo “se fue al carajo” en América Latina. Así lo cree al menos el líder tupamaro uruguayo Julio Marenales, para quien los procesos de Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador son “experimentos” de los que nadie sabe con certeza adónde conducirán.

Llamarle socialismo a esos procesos es “forzar” el término, declaró a dpa el veterano dirigente de 80 años, único de los fundadores del Movimiento de Liberación Nacional “Tupamaros” (MLN-T) que se mantiene en la organización. El resto renunció o se integró a otros grupos dentro y fuera del gobernante Frente Amplio (FA) uruguayo.

Marenales admitió que “los experimentos socialistas no han sido capaces, desde el punto de vista productivo, de ser más eficientes que el capitalismo”, aunque sea algo que suene “duro” en boca de quien se considera “revolucionario” y no “progresista”.

“Pero es así, es verdad. Yo no trabajo con esquemas. Hay que reconocerlo. No han sido capaces de superar al capitalismo en productividad, eficiencia e investigación. En todo eso”, agregó.

Marenales considera que el capitalismo tiene “por ahora” todavía su tiempo de existencia, a pesar de la crisis que le afecta. No cree que el sistema se derrumbe solo sino que “hay que trabajar para derrumbarlo, creando cosas nuevas”.

Sobre los caminos que hay que recorrer para construir una sociedad diferente, el ex guerrillero uruguayo sostiene que es necesario un proyecto conjunto. “Por eso es necesario el tejido social, en todos los ámbitos, con los partidos políticos, pero con la gente, socialmente. Que no sea solo lo partidista, pero sí con contenido político. Es necesario lo político, pero no suficiente”.

Marenales eludió pronunciarse específicamente sobre el llamado “Socialismo del siglo XXI”, que pregonan entre otros los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Rafael Correa de Ecuador, pero recordó que el sistema que se llamó socialista, campo socialista o socialismo real en la ex Unión Soviética y países de Europa Oriental, “fue algo así como un capitalismo de Estado”. “El cubano es un experimento social. No compartimos la forma pero que hagan lo suyo”, subrayó.

En una sociedad socialista “el poder tiene que estar distribuido y sin embargo Fidel Castro pone a su hermano; en Venezuela, que estamos de acuerdo con el esfuerzo que hacen, reconozcamos la verdad, (Hugo) Chávez hace y pone a quien quiere. Llamarle socialismo a esos experimentos, que son válidos, es forzar el término. Son experimentos pero eso no es socialismo para mí”, reafirmó.

Marenales señala que no sabe cuál es el camino que emprenderá la humanidad. “Nadie lo sabe, porque nadie ha podido hacer una trayectoria adecuada.Todos los proyectos llamados socialistas se han ido pa’l carajo. Lo nuevo está para construirse”.

Pero “los tupamaros no vamos a pretender marcar el camino. Lo iremos construyendo. Ahora estamos en Uruguay en etapa progresista, que no sé cuánto durará. Si se puede avanzar más, mejor”.

Tampoco se quiso pronunciar sobre la vigencia de la lucha armada como camino hacia cambios revolucionarios. “No quiero decir (nada) para que no digan que soy troglodita. Cada coyuntura histórica marca los métodos. Ahora estamos con métodos pacíficos y vamos a seguir profundizando. Voy a actuar en política mientras me dejen y cuando no me dejen, igual”, respondió.

El veterano dirigente es crítico pero a la vez tolerante con la gestión del actual presidente de Uruguay, José Mujica, viejo compañero del MLN-T.

“Habrá que esperar. No sé si en cinco años estaré lúcido, si no, le he dicho a los compañeros que habrá que pasar raya y ver si hubo acumulación antisistema para cambios profundos o si nos empezó a pasar como en Europa donde el sistema se fagocitó a las fuerzas que eran revolucionarias a principios del siglo XX”.

“No sé cómo estaré dentro de cinco años. A ver si acumulamos. Está pasando que los puestos de decisión del gobierno empiezan molecularmente a modificar a los compañeros. Algunos por egos y ambiciones personales, que son poquitos, pero otros están empezando a ver la política a través del puesto que ocupan. ¿Y si un día perdemos el gobierno? ¿No hacemos más política?”, concluyó.

Por: Carlos Castillos
Vía dpa