El Consejo de Seguridad de la ONU decidió reducir el número de efectivos para alcanzar niveles cercanos al terremoto de enero de 2010. La misión es cuestionada por supuestos abusos y por introducir el cólera al país

En una votación unánime -en la que también se extendió por un año la presencia de la misión- se llegó a la decisión tras considerar la apaciguada situación política que se vive en la capital, Puerto Príncipe, impulsada por los nuevos presidente y primer ministro tras varios meses de inestabilidad.

En Haití, permanecerán cerca de 10.500 efectivos (7.340 soldados y 3.241 policías), frente a los 9 mil que tenía la fuerza antes del devastador sismo del 12 de enero del año pasado. El repliegue de 1.700 policías y 1.600 soldados será llevado a cabo en el transcurso de los próximos 12 meses.

Desplegada desde junio de 2004 y comandada por Brasil, la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización del país (Minustah) cuenta con agentes provenientes de 18 países, principalmente latinoamericanos.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había confirmado el pasado 19 de septiembre durante un encuentro con el presidente haitiano, Michel Martelly, su intención de reducir el contingente.

El Consejo de Seguridad afirmó, a través de un comunicado, que Haití "logró considerables avances" desde el terremoto. "Por primera vez en su historia, experimentó una transición pacífica del poder entre un presidente democráticamente electo y otro de la oposición", afirmó.

Los cascos azules están acusados por varios epidemiólogos de haber llevado a Haití el virus del cólera, responsable de una epidemia que causó más de 5.500 muertos.

Recientemente, se encuentran en el centro de un escándalo a raíz de la difusión por Internet de unas imágenes en las que unos soldados, de origen uruguayo, presuntamente abusaban de un joven haitiano de 18 años.

El número de cascos azules desplegados en el mundo llega, en la actualidad, a un nivel récord de 120 mil. El nuevo jefe de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, Hervé Ladsous, señaló que hace falta "reducirlos donde sea posible".