El mandatario ecuatoriano señaló que si la oposición toma el control de la Asamblea, la labor del Ejecutivo se dificultaría. Y aseguró que estaría dispuesto a disolverlo

La pérdida de la mayoría en el Congreso por parte del oficialismo de izquierda crearía las condiciones para un anticipo de elecciones en Ecuador, aseguró la noche del miércoles el presidente Rafael Correa.

"Le aseguro que de cambiar la mayoría, cambiar las dignidades en la Asamblea Nacional, en diez minutos están satisfechos los requerimientos constitucionales para llamar a muerte cruzada (anticipo de comicios). Se lo doy firmado", dijo el mandatario a corresponsales extranjeros.

Si la oposición logra la mayoría "va a querer llamar a juicio político a (...) todos los ministros, obstaculizar la labor del Ejecutivo", añadió. La Constitución promulgada en 2008 por iniciativa de Correa faculta al presidente para disolver el Congreso y anticipar las elecciones generales, en caso de que considere que los legisladores obstruyen el plan de desarrollo o en los casos de grave crisis política o de conmoción interna.

El gobernante socialista ha insistido en esa posibilidad desde el pasado sábado, un día antes de la elección de las autoridades de la Asamblea, en las que su presidente, el oficialista Fernando Cordero, fue reelegido por un margen mínimo. Sin embargo, la elección de los dos vicepresidentes quedó pendiente al no lograr ninguno de los candidatos los votos necesarios.

Este aspecto resulta crucial, pues los vicepresidentes forman parte de una comisión encargada de enjuiciar políticamente a los miembros del gobierno y, de imponerse, la oposición tendrá mayoría, pues tres de los cuatro vocales elegidos hasta ahora son de esa tendencia. Según Correa, este jueves podría completarse la elección de las autoridades legislativas.

El presidente enfatizó que el punto de quiebre para un anticipo de las votaciones sería "la pérdida de la mayoría en la Asamblea, la imposición de personas que sin ninguna consistencia ideológica, sin ningún plan legislativo, quieran obstaculizar al gobierno" y buscar su "desestabilización".En tal caso "será el pueblo ecuatoriano el que decida, y estará a la orden mi renuncia", sostuvo.

No obstante, el mandatario expresó que tiene "mucha fe y esperanza de que se consolide una mayoría"."Me han invitado a conversar con un par de personas, creo que las cosas van bien, pero nunca se sabe", afirmó en una entrevista posterior con el canal RTS.str-axm/tlb