¿Será el chavismo un nuevo peronismo? Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 13 de Marzo de 2013 08:37

El Presidente Hugo Chávez en un discurso en su última campaña electoral en 2012

La muerte de Hugo Chávez ha planteado una duda entre historiadores y cientistas políticos: ¿podrá convertirse el chavismo en un nuevo peronismo capaz de sobrevivir a la muerte de su líder, o por el contrario acabará diluyéndose y fraccionándose en múltiples tendencias hasta desaparecer?.

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Esas posibilidades las contemplaba, por ejemplo, Modesto Emilio Guerrero, autor del libro “Chávez, el hombre que desafió a la historia”.

En una entrevista al diario El Cronista aseguraba que el chavismo “tiene dos opciones: caer en una decadencia feroz o en el camino de la crisis se recompone social e ideológicamente. Eso puede derivar en una socialdemocracia o en una experiencia radical de masas muy a la izquierda que quiere completar el proceso y expropiar a los grupos monopólicos. Hay una posibilidad estatista que, siendo parecida a la socialdemócrata, se diferencia porque se asienta más en el control del Estado y menos en el Parlamento. Hay otra salida militar que se aposenta en el partido militar”.

El chavismo, un nuevo peronismo

A primera vista, el chavismo tiene algunas características que podrían dar la idea de que perdurará a pesar de la ausencia de su líder carismático. Por ejemplo, el recuerdo mitificado y unificador del caudillo muerto invicto y “al pie del cañón”, como en el caso de Juan Domingo Perón y de Evita.

Hugo Chávez

Presidente de Venezuela

Ese es el mensaje que ha tratado de transmitir precisamente  Nicolás Maduro: “(Hugo Chávez) se consumió por los pobres, por los más humildes. Después de tantos ataques, de golpes, de intentos de magnicidio, campañas mundiales, no pudieron con él. No podrán. El comandante Chávez ha sido absuelto por el pueblo y ha sido elevado al grado de redentor de los pueblos américas. Es la gran verdad que desespera a los niños de los apellidos”.

Unas palabras que recuerdan a las últimas de Evita Perón cuando se encontraba a las puertas de la muerte: “los enemigos del pueblo, de Perón y de la Patria, saben también desde hace mucho tiempo que Perón y Eva Perón están dispuestos a morir por este pueblo. Ahora también saben que el pueblo está dispuesto a morir por Perón”.

Además, el chavismo posee un electorado “cautivo”, o al menos muy vinculado a las políticas sociales que ha venido impulsando el régimen y que se ha mantenido fiel durante más de una década reeligiendo una y otra vez a Chávez (en 1998, en 2000, en 2006 y en 2012).

Ese electorado es movilizado y cooptado a través del PSUV y sobre todo del aparato del Estado que en manos del chavismo ha podido canalizar los ingresos petroleros hacia políticas sociales con rasgos claramente clientelares.

Algunos autores, basándose en estos datos y en algunos otros, creen que el chavismo perdurará amparado en la imagen de Chávez y en su obra que ha dejado a muchos votantes con una deuda de gratitud hacia el régimen.

Nicolás Maduro junto a Hugo Chávez

Tulio Hernández, uno de los sociólogos más influyentes de Venezuela, dijo al diario chileno La Tercera que “el chavismo ya es un componente fundamental de la vida política venezolana …  Chávez, más que un gobernante, era un prestidigitador, un mago, alguien que era capaz de convertir derrotas en triunfos … la nueva realidad es que este prestidigitador, este mago, ya no estará presente, y eso será evidente. Creo que el chavismo se radicalizará en el tema de los disidentes. De ahora en adelante, Chávez es la Biblia. Cualquier decisión que se tome se buscará en ese libro sagrado”.

Se ha ido el líder pero las políticas sociales han creado todo un amplio grupo social que vincula la mejora de su estatus a la obra del chavismo.

Así los destaca Patricio Navia en La Tercera quien cree que “Chávez no morirá nunca” pues “es un error fijarse solo en el estilo autoritario de Chávez, en su legado de polarización … las lágrimas de millones de venezolanos que ahora se sienten desposeídos, temerosos y angustiados por la partida de su protector son reales y sentidas. Millones de venezolanos que vivían en la marginación y precariedad vieron en Chávez a su mesías … para los millones beneficiarios de las misiones, lo de Chávez no fue una ilusión ni un error. Las mejoras en las condiciones materiales de vida son innegables. Es cierto, dadas las condiciones se pudo hacer mucho más. Pero el punto de comparación de los venezolanos vulnerables no es lo que se pudo hacer y no se hizo, es lo que hizo Chávez respecto a lo que no hicieron sus predecesores”.

La muerte de Chávez, antesala del ocaso del chavismo

Otros analistas consideran que el caso de Chávez no es comparable al de Perón.

Es cierto que ambos eran caudillos autoritarios y carismáticos pero el chavismo carece de una estructura partidista que lo sustente mientras que el peronismo poseía una poderosa estructura sindical que dio continuidad al peronismo tanto con Perón en el exilio como con Perón muerto.

Hugo Chávez quintaesencia del caudillismo

El chavismo se ha sostenido sobre todo en la acción del Estado más que en una organización partidaria como el PSUV.

Dentro del chavismo conviven muchos grupos entre los que destacan IPC, Juan Bimba, CRV, Vanguardia Bicentenaria, MEP, UPV, PPT, Podemos, Tupamaro, NCR, PRT, Redes y PCV.

A diferencia de Perón que logró dominar y encuadrar a sus seguidores entre 1946 y 1948, Chávez no dejó como legado un partido potente y estructurado tras 14 años de gobierno.

Carlos Malamud en Infolatam señala este punto cuando subraya la “estrecha relación entre partido y estado, como ocurrió en la Unión Soviética y otros países del este europeo, no permite pronosticar un futuro venturoso para el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)”.

Para este autor “tras la caída del comunismo y de los partidos estalinistas se observó el colapso de las que hasta entonces habían sido potentes maquinarias de organización y control social. Perón nunca intentó hacer del peronismo un partido único sino un fuerte movimiento político de amplio espectro ideológico, lo que le permitió amalgamarse y organizarse durante los largos años de oposición”.

De hecho, algunas fuerzas aliadas del chavismo aspiran a tener su propia autonomía y defender sus propias al margen de los lineamientos del régimen.

Es el caso del apoyo del Partido Comunista a Maduro es un respaldo crítico según su propio secretario general, Oscar Figuera: “los considerandos son claros: planteamos la preocupación por las medidas económicas que han comenzado a aplicarse que afectan al pueblo, no atienden los problemas del modelo económico, ni apuntan a su transformación. La importancia de que se establezca una comunicación regular con la dirección del partido. Ratificamos el convencimiento de la necesidad de construir un estado popular democrático”.

Además de no contar con una estructura partidista o sindical sólida detrás, el chavismo ha perdido a su líder histórico y no parece que vaya a encontrar algo semejante a medio plazo (claro que tras la muerte de Perón, el peronismo tardó quince años en encontrar un nuevo referente, en este caso Carlos Menem).

Hugo Chávez debe preparar en 2011 el camino para su reeleccion en 2012

¿Alguien podrá suceder a Chávez en su liderazgo?

Chávez, como Perón, no deja herederos con su capacidad de arrastre como apunta Mario Vargas Llosa en el diario El País: “los caudillos no dejan herederos y lo que ocurrirá a partir de ahora en Venezuela es totalmente incierto. Nadie, entre la gente de su entorno, y desde luego en ningún caso Nicolás Maduro, el discreto apparatchik al que designó su sucesor, está en condiciones de aglutinar y mantener unida a esa coalición de facciones, individuos e intereses encontrados que representan el chavismo, ni de mantener el entusiasmo y la fe que el difunto comandante despertaba con su torrencial energía entre las masas de Venezuela”.

Por no hablar de que en realidad en esta coyuntura puede darse una paradoja, que al chavismo le interese más perder que ganar las elecciones ya que serán tantas y tan duras las medidas económicas que deba afrontar el nuevo presidente que perderá mucho del favor popular.

Chávez se mantendrá mitificado pero un posible sucesor chavista que recorte subsidios y ayudas debido a la espiral inflacionaria y el déficit que padece el país quedará como un traidor al legado de Chávez. Esto propiciará divisiones internas y enfrentamientos en el seno del movimiento.

Si el chavismo perdiera, sería un golpe fuerte y demoledor, y quizá dividiera al movimiento, pero le daría una razón de ser (reconquistar el poder) e incluso un motivo para aglutinar a los partidarios (salir en defensa de las políticas sociales del chavismo y del modelo que en parte sería desmantelado por la oposición, no tanto por antichavista sino por necesidades económicas).

CARACAS (VENEZUELA), 10/12/2012.- EFE ***SOLO USO EDITORIAL***

El presidente venezolano, Hugo Chávez, momentos antes de emprender viaje a La Habana para operarse de nuevo.

“Chávez ha funcionado como un antidepresivo social”, señala Flavia Freidenberg, Directora del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, a INFOLATAM.

Y agrega que “en una situación de crisis crónica del sistema de partidos surgió para dar respuesta a los que no se sentían representados y a los que no obtenían respuestas de un estado elitista y excluyente. La cuestión es que esa representación, surgida de las urnas y de la competencia democrática, se transformó en delegación. Y esto cambia la condición de ciudadanos de la cual gozaban esos individuos cuando lo eligieron por primera vez”.

Asimismo, Freidenberg asegura que “Chavez gobernó a golpe de carisma y de chequera petrolera. La pregunta es si Maduro conseguirá desarrollar un liderazgo que pueda llenar vacío dejado por el líder carismático, aún cuando ningún lider carismático deja sucesor. ¿Qué hacer sin el carisma del líder, que integraba y sin los recursos petroleros que se irán acabando?”.

Efectivamente, sin el sostén del Estado el chavismo tendría muchas dificultades para sobrevivir pues los ingresos públicos y el liderazgo de Hugo Chávez son los dos  elementos unificadores que mantenían soldado al chavismo.

Finalmente, como apunta Malamud “en Venezuela, como en Cuba, encontramos un fuerte protagonismo de las fuerzas armadas, que se han convertido en un elemento central del régimen. Y si bien esto garantiza la gobernabilidad del país, no servirá para reforzar la identidad del chavismo o bolivarianismo … la columna vertebral del peronismo estaba formada por los sindicatos … por el contrario, los sindicatos bolivarianos tienen una menor influencia política y social en Venezuela, que no puede ser compensada por las redes de reparto de alimentos o de servicios sociales encarnadas por las misiones”.

Tomado de INFOLATAM