Venezuela: por qué se rompe la unidad de la oposición contra el chavismo Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 05 de Febrero de 2014 08:31

La oposición antichavista, nucleada en la Mesa de Unidad Democrática, era hasta 2013 una heterogénea coalición que hasta ahora se mantenía unida en torno a un líder (Henrique Capriles) y una estrategia (derrotar al régimen en las urnas). Esa unidad, sin embargo, en 2014 ya es historia.

Leopoldo López (c) y Henrique Capriles (d)

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Leopoldo López y María Corina Machado se han convertido en líderes de la facción radical que busca plantar cara al régimen chavista de Nicolás Maduro por medio de movilizaciones en la calle, escarmentados de las derrotas en las urnas en 2012-2013 (presidenciales de octubre de 2012 y de abril de 2013 y locales de diciembre de 2013).

Por contra, Henrique Capriles sigue empeñado en la vía electoral e incluso ha tendido puentes con el régimen en temas como el de la inseguridad.

La pelea entre ambos grupos ya no se oculta, como ocurría antes, y el propio gobernador de Miranda afirma que “hay una lectura de los que quieren buscar el 8 de diciembre, interesadamente, para destruirme a mí. Eso es parte de la lucha política; esos se sientan al lado de uno; esos se sientan detrás de uno y uno tiene que estar pendiente, porque lo que hay no es la palmadita sino el cuchillo para clavártelo. Si no hubiésemos hecho el esfuerzo que hicimos para diciembre, hubiese sido tierra arrasada”.

La vía electoral de Capriles en entredicho

El líder opositor emprendió el camino de enfrentar al régimen en las urnas tras los grandes fracasos del antichavismo en la década pasada.

CARACAS (VENEZUELA), 08/01/2014.- EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, saluda al líder opositor, Henrique Capriles

Primero buscando acabar con Hugo Chávez por medio del golpe de Estado (2002) y el boicot (huelga petrolera de 2002-2003) y luego apelando a la abstención y por último a dirigentes de la IV República como Manuel Rosales, candidato presidencia opositor en 2006.

Con Capriles llegó una nueva generación, ajena a los partidos tradicionales y los viejos métodos, que aceptaba la institucionalidad para luchar contra el régimen.

Si bien es cierto que ha perdido los comicios presidenciales que ha disputado, no es menos cierto que logró reducir la distancia con respecto a Chávez.

Si en 2006 Chávez aventajó a Manuel Rosales en casi 26 puntos, en 2012 lo hizo en poco más de 11. Parecía un buen comienzo para Capriles quien sin embargo no pudo ver confirmado este avance en los comicios regionales de finales de 2012.

El partido del presidente venezolano, Hugo Chávez, arrasó en esa cita al lograr 20 de las 23 gobernaciones del país, aunque el líder opositor Henrique Capriles reforzó su liderazgo al retener Miranda.

Henrique Capriles: “Hay una lectura de los que quieren buscar el 8 de diciembre, interesadamente, para destruirme a mí. Eso es parte de la lucha política; esos se sientan al lado de uno; esos se sientan detrás de uno y uno tiene que estar pendiente, porque lo que hay no es la palmadita sino el cuchillo para clavártelo”.

Estos resultados dejaron un panorama prácticamente rojo dominado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en el que tan solo tres estados: Miranda, Lara y Amazonas, quedaban en manos de la oposición.

Sus críticos le achacan que no sacara a los antichavistas a las calles en abril para reclamar la victoria en las urnas (perdió por escasamente el 1,4%) o que haya tendido puentes con el gobierno en asuntos como el de la inseguridad (con el significativo gesto incluido de darle la mano a Maduro).

“Voy a donde sea, me reúno con quien sea y trabajo con quien sea. Para mí, la vida de los venezolanos no es un tema para meterlo en una trinchera de un partido político. El país que representamos tiene derecho a que nosotros defendamos ante la instancia que sea la seguridad de nuestra gente y de todos los venezolanos”, comenta Capriles.

La estrategia radical: ganar la calle

Leopoldo López y María Corina Machado son los dos referentes opositores que no están de acuerdo con la línea seguida por Capriles. Ellos ya tienen en la agenda su primera gran movilización para lograr la caída del régimen: el próximo miércoles 12 de febrero, Día de la Juventud, en Plaza Venezuela. Esto llevará por nombre el significativo de “La Salida”.

Leopoldo López junto con María Corina Machado

Leopoldo López junto con María Corina Machado

Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, en su discurso convocando a esta concentración hizo un claro llamamiento a ganar la calle: “Ante el problema, que va más allá del Poder Ejecutivo y de (Nicolás) Maduro, ¿qué hacer?”.

Y la respuesta de sus seguidores fue clara: “¡Calle!, ¡calle!, ¡calle!”.

“El pueblo tiene el sacrosanto derecho a rebelarse”, dijo López, quien es apoyado por grupos como Vente Venezuela, el partido de María Corina Machado, y un sector de diputados independientes o disidentes, asociados en la Movida Parlamentaria.

Machado pide un “cambio de régimen, a eso nos comprometemos”. “¡Rebelión es la respuesta!, ¡las mujeres no nos calamos pasar la vida de cola en cola!”, exclamó Machado y el público respondía: “¡Fuera los cubanos!, ¡fuera los cubanos!, ¡fuera los cubanos!”.

Esas posturas ayudan al gobierno a la hora de deslegitimar a la oposición como subversiva. El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, por ejemplo no duda en referirse a los “señores fascistas de la oposición” con los que “la revolución socialista será implacable”.

Cabello, también presidente de la Asamblea Nacional, lanzó una clara amenaza: “Marchen en santa paz, si se salen del carril, la respuesta será implacable”.

Queda claro que la oposición es ahora la que se encuentra en peor momento político (con diferencias internas y estrategias diferentes) frente a un gobierno que arrastra serios problemas económicos y sociales, pero que políticamente resite unido y aparentemente cohesionado.

Tomado de INFOLATAM