La caída del precio del petróleo está golpeando muy seriamente a países como Ecuador y a regímenes políticos como el de Rafael Correa que se sostienen gracias a un fuerte gasto público e importantes subvenciones sociales.

(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. Ecuador y el régimen de la “Revolución ciudadana” sienten en sus propias carnes las consecuencias de esa caída del precio del petróleo.

El país andino extrae unos 556.000 barriles por día de crudo que en 2014 generaron 13.016 millones de dólares (a un precio promedio de 84,16 dólares por barril), según datos del Banco Central.

Ahora el precio del barril ha caído hasta los 60 dólares y la merma de ingresos rondaría los 3 mil millones de dólares.

Las consecuencias de la caída del precio del petróleo

Y ese desplome del petróleo incide sobre el PIB. El Gobierno de Correa, que a principios de año calculó un crecimiento económico del 4% para 2015, revisó esa meta hasta bajarla al 1,9 por ciento.

Como explicó el gerente general del Banco Central, Mateo Villalba: “Hemos hecho el ajuste de ese tipo de variables (el precio del crudo y la apreciación del dólar) y las previsiones de crecimiento en cuanto a los datos registrados, y estimamos que este año la economía crecerá 1,9 por ciento en cuanto a su producto interno bruto”.

Caída del precio del petróleo. Infografía: El Universo

Correa ha llegado a admitir que su país dejó de recibir 2.241 millones de dólares entre septiembre de 2014 y abril de 2015 como consecuencia de la caída del precio del barril de petróleo en el mercado internacional.

Además de la ralentización económica (disminución en en el crecimiento del PIB del 4% al 1,9%), la caída del petróleo provoca que Ecuador tenga menores ingresos para el presupuesto y que sufra un deterioro de su balanza comercial.

El diario El Universo aunta que “el presupuesto registra, además, un déficit (ingresos menos gastos) de $ 5.369 millones, una situación que comenzó a aumentar desde el 2011 (en el 2012 eran $ 1.256 millones) con un precio del petróleo estable. Al déficit del 2015 se suman la amortización de deuda y la preventa petrolera a China: una necesidad de financiamiento de unos $ 8.900 millones a $ 10.000 millones, advierten analistas”.

Además las exportaciones ecuatorianas, cuya economía está dolarizada, han perdido  competitividad debido al fortalecimiento de la moneda estadounidense.

Como señala el economista José Carlos Diaz, Ecuador “tiene dos problemas muy graves que acabarán estallando. Los ingresos públicos provienen principalmente del petróleo y de las nuevas concesiones mineras. Si se pincha la burbuja de las materias primas… los ingresos públicos se hundirán. Ecuador, con el petróleo en máximos históricos, tiene un déficit público del 4% del PIB. Basta con que el petróleo se mantenga en los 80$ barril para que el déficit público de Ecuador crezca exponencialmente. Inmediatamente el déficit público se convertirá en déficit exterior y Ecuador se quedará rápidamente sin dólares para pagar sus importaciones”.

La renovada presión fiscal

Ante este empeoramiento del panorama económico y con un gasto público que ha pasado del 27% del PIB en 2000 al 52% en 2013, al régimen correista no le queda más remedio que buscar nuevas fuentes de financiación.

Los créditos chinos han sido un recurso pero está claro que no puede ser el único. Por eso, el régimen corresita ha apelado a recortar gastos y a subir ingresos vía incremento impositivo.

Inversión pública en Ecuador. Infografía: El Universo

El presidente Rafael Correa impulsa un plan que propone gravar las herencias superiores a los $35.400 de forma progresiva; hoy rige a partir de los $68.800.

Con la nueva reforma, un heredero directo -hijo, padre o nieto- pagará un “impuesto promedio” del 21,7% sobre un legado de $566.400, explicó Correa. La iniciativa prevé, además, que los beneficiarios indirectos tributarán una tasa superior, de acuerdo con  una tabla de porcentajes planteada por el gobierno.

En palabras de Correa: “Esto no es para los pobres que nunca heredan, no es para la clase media que hereda poco. Esto es para las grandes fortunas, que se mantienen a través del tiempo”.

En realidad, el régimen correista lleva tiempo apostando por la subida de impuestos como forma de paliar la caída de los ingresos petroleros. Correa anunció el 30 de agosto pasado que su Gobierno pretendía diseñar un impuesto exclusivo para la comida “chatarra”

A la subida impositiva se ha unido el recorte de los gastos. Por ejemplo, eliminar el 40% de subsidio para las pensiones. Asimismo ya  ha procedido a un recorte de 1.420 millones de dólares (un 3,91%) del presupuesto general del Estado.

Ha llevado a cabo un incremento de impuestos a un tercio de las importaciones con el fin de evitar salida de divisas al exterior.

El incremento del malestar

Sin viento de cola a favor y con el inicio de un conjunto de medidas de ajuste, el incremento del malestar hacia el régimen gana terreno. La popularidad del presidente ha caído del 53% al 45% y las clases medias y altas empiezan a mostrar su rechazo al correismo.

El Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) encabeza las protestas contra la subida impositiva y este domingo publicó en varios periódicos un manifiesto de “total rechazo” al proyecto de ley enviado el viernes al Congreso, donde tiene prácticamente garantizada su aprobación gracias a la mayoría oficialista.

Su diretor ejecutivo Roberto Aspiazu, explica que “ha sido una reacción de la clase media, educada, que mira en esto una suerte de despojo … dentro de su modelo populista-socialista”.

Esta moviliación se produce tras la ocurrida el 1º de mayo contra el gobierno que reunió a diferentes sectores opositores.

Como señala el cientista político Simón Pachano, “es equivocado reducir el análisis de las manifestaciones de este primero de mayo a la apreciación cuantitativa. La insatisfacción va ganando terreno y en esta ocasión lo demostró en las calles”.

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