Autoridades económicas cubanas estiman que las reformas deben profudizarse y no basarse más en apoyos externos, sea chino o ruso Imprimir

El Gobierno debe profundizar las reformas para que despegue la economía, a pesar del espaldarazo de los presidentes de China y Rusia, quienes suscribieron 39 acuerdos de cooperación que permiten a la Isla reducir su dependencia de Venezuela, dijeron analistas a la AFP.

"Cuba tiene que seguir profundizando su reforma, pues del éxito de la misma dependerá la confianza con que se siga mirando al liderazgo cubano", porque esas potencias aliadas "no van bancar un proceso de 'actualización' que no funcione", declaró el académico y exdiplomático Carlos Alzugaray.

 

El presidente chino, Xi Jinping, y el ruso, Vladimir Putin, cumplieron sendas visitas a la Isla como parte de sus giras latinoamericanas, y sellaron acuerdos (29 Pekín y 10 Moscú) que dan oxígeno a la economía cubana, que sigue estancada tras seis años de reformas por la falta de inversiones, mientras su principal fuente de ayuda y socio comercial —Venezuela— enfrenta un incierto panorama.

Los convenios suscritos reestructuran viejas deudas, otorgan nuevos créditos y prevén inversiones y colaboración en sectores vitales como petróleo, transporte, agricultura, turismo, informática, biotecnología y energía.

"El número de acuerdos y su alcance reflejan un respaldo de estas dos potencias a las reformas lanzadas por Raúl Castro", dijo el analista Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver (EEUU), cercano al régimen de La Habana.

Esos convenios "transmiten un mensaje de permanencia y estabilidad del gobierno cubano en el corto y mediano plazo, siempre y cuando las reformas no se detengan", agregó.

No obstante, López-Levy explicó que las ayudas de China y Rusia "no son en sí mismas solución para ninguno de los problemas que tiene el país, apenas ofrecen mejores condiciones para acelerar cambios urgentes en la política y la economía".

'Única alternativa para sobrevivir'

Cuba "tiene que tener la capacidad política y económica para asimilar la ayuda (rusa y china), porque es la única alternativa para sobrevivir", indicó el politólogo oficialista Esteban Morales.

"¿Qué le ofrece Cuba a China? ¿Materias primas? Quizás azúcar y níquel", porque "Cuba no tiene una gran demanda de productos de consumo, de gran interés para China", dijo el experto Jorge Piñón, de la Universidad de Texas en Austin (EEUU), el único independiente al que entrevistó la AFP.

"Cuba es una puerta de entrada para los chinos en el hemisferio", estimó Morales.

Lo mismo considera el Kremlin, que con Putin se ha preocupado de recomponer la relación preferencial —aunque sobre bases más pragmáticas que las antiguas—, con su viejo aliado caribeño de la Guerra Fría.

"En ambas potencias hay un claro cálculo geopolítico y geoeconómico, más estructural desde Pekín, en que se conjuga también lo ideológico", indicó Alzugaray, en alusión a que China y Cuba son naciones comunistas.

Sin embargo, "ni China ni Rusia viven en la nostalgia de ejes bipolares o de sistema, la visión de ambos países, con formas diferentes de enfrentar los cambios internos, es pragmática y cultural, lo cual debe ser así para Cuba", dijo el analista Jorge de Armas, del grupo procastrista Cuban Americans for Engagement, de Miami.

Canales estables con Europa

Alzugaray destacó que la diplomacia cubana busca "diversificar" sus relaciones, cuyos resultados más notorios son la normalización de los lazos con América Latina y el inicio de negociaciones con la Unión Europea (UE) para suscribir un "acuerdo de diálogo político y cooperación".

"Los acuerdos firmados con China y Rusia son un ejemplo, como lo son también los acuerdos con Brasil y la búsqueda de un acuerdo con la UE", dijo Alzugaray.

"Si a los acuerdos con Rusia y China se adicionan canales estables de relación con Europa, la presión sobre Estados Unidos (...) podría producir algunos cambios importantes en la política de Washington" hacia la Isla, señaló López-Levy.

Las alianzas con Rusia y China "no constituyen amenaza sustantiva alguna para los intereses estratégicos estadounidenses, globales ni regionales", aunque "están calibradas desde la perspectiva cubana para socavar cualquier viabilidad para la política de aislamiento y asfixia", agregó.

DIARIO DE CUBA