Lech Walesa le sugiere a una representación de la disidencia interna cubana que visita Polonia: "pidan a Raúl Castro que abandone el poder" Imprimir

Václav Havel y Lech Walesa tenían un acuerdo que la muerte rompió. Los dos irían a La Habana cuando ocurriera la transición democrática, para ayudar en el proceso de reconstrucción política y cívica de nuestro país. Sin embargo, el "cambio cubano" ha demorado demasiado y el checo murió antes de cumplir su sueño. El líder de Solidaridad, por su parte, sólo ha podido tener contacto con la Isla a través de disidentes que visitan Polonia.

Lech Walesa durante la conversación con activistas cubanos y junto a su traductor

"Me gustan esos (cuatro) puntos (de conseso de la disidencia interna) aunque yo le agregaría un quinto en el que se pidiera que "Raúl Castro abandone el poder", pues creo que cuando se logren los cuatro anteriores será porque el actual sistema se habrá desmontado."

Ayer lunes, Walesa conversó por más de dos horas con un grupo de activistas de varias provincias y tendencias políticas. Fue como si un trozo de Cuba le llegara hasta el frío otoño de Varsovia. Comparto con los lectores de 14ymedio la primera parte de esa conversación.

Por Yoani Sánchez

Lech Walesa. Díganme qué puedo hacer para ayudarlos a acelerar el proceso democratizador en vuestro país. ¿Tengo posibilidades de ver antes de morir una Cuba Libre?

Dagoberto Valdés. Tengo una buena noticia para usted y una sugerencia de cómo puede ayudarnos. Un grupo significativo y creciente de la sociedad civil cubana ha logrado identificar cuatro puntos en los que estamos de acuerdo y que son demandas al régimen. Es una forma de organizarnos, aunque no la única. Hay otras agendas, pero voy a leerle ahora esos cuatro temas en que confluimos: la liberación de todos los presos políticos; fin de la represión contra la oposición; ratificación de los Pactos de Derechos Humanos y reconocimiento de la sociedad civil como interlocutor válido. Usted podría colaborar con nosotros difundiéndolos y apoyándolos en foros internacionales.

LW. Me gustan esos puntos, aunque yo le agregaría un quinto en el que se pidiera que "Raúl Castro abandone el poder", pues creo que cuando se logren los cuatro anteriores será porque el actual sistema se habrá desmontado. Si los gobernantes aceptaran esa agenda, eso significaría que perderían el poder inmediatamente. Por lo que creo que no los van a aprobar jamás, de todas formas yo los apoyo.

Me gustan esos puntos, aunque yo le agregaría un quinto en el que se pidiera que “Raúl Castro abandone el poder”

Yoani Sánchez. Usted se pregunta cuándo podrá visitar una Cuba libre, aunque por el momento ha ocurrido que un fragmento de una Cuba ya libre ha venido hasta aquí. Un grupo plural, diverso y creciente de cubanos, que se comportan como seres libres, ha llegado esta semana a Varsovia. ¿No le resulta esperanzador?

LW. Donde hay dos polacos hay tres partidos políticos y por lo que veo donde hay dos cubanos hay cinco partidos políticos. Tienen que prepararse y organizarse muy bien, no solo para lo que están haciendo ahora sino para lo que viene después.

Una vez lograda la democracia hay elementos muy importantes que deben darse y uno de ellos es crear las leyes que resguarden los derechos de la gente. Sin embargo, si éstas ya existen, entonces hay que preguntarse si los individuos están usándolas para comportarse como ciudadanos, si está disfrutando de la legalidad que tienen y se están organizando alrededor de ella. Otra parte importante son los recursos económicos. Si las personas tienen miedo de mostrar sus diferencias políticas porque entonces perderían su trabajo y sus recursos, eso limita mucho el activismo democrático.

Mientras unos ayudan a crear las leyes, otros deben enseñar a la gente a usarlas y una parte de ustedes debe preparar las propuestas económicas.

YS. En el caso cubano, los últimos años se han caracterizado también por una pérdida del monopolio informativo del gobierno. Han surgido numerosas publicaciones independientes y las nuevas tecnologías ayudan a que la gente esté más informada ¿cree que ese caudal informativo ayudará al cambio?

LW. Yo utilizo mucho las nuevas tecnologías, siempre tengo cerca una computadora o un Tablet. Sin embargo, aunque la tecnología y la información ayudan mucho en cualquier proceso democrático también hay informaciones que pueden ralentizarlo.

Un día, pasada la transición, conversé con un militar polaco que había tenido un alto cargo durante el régimen comunista. Le pregunté entonces por qué los militares no habían participado de manera activa en la lucha democrática. Su respuesta fue muy interesante. Me contó que en los cuarteles se sabía que todas las ciudades importantes polacas estaban en la mira de un ataque militar soviético. Había misiles que apuntaban hacia esas urbes. Muchos ciudadanos no lo sabían, pero los militares sí estaban al tanto. Tenían el temor que la URSS pudiera borrar, con solo apretar un botón, la tercera parte de nuestro país. El saber demasiado los paralizó, la responsabilidad que les trajo tener esa información los hizo optar por la pasividad.

Tuvimos suerte que fue nombrado un papa polaco (...). Nos unió, y la oposición supo canalizar ese sentimiento de unidad

Dagoberto Valdés. ¿Con ese control y con toda esa fuerza extranjera amenazándola cómo fue que Polonia pudo liberarse? ¿Ayudó la fuerza espiritual de la nación?

LW. Por más de veinte años yo estuve buscando gente que se me uniera para derrocar el comunismo, pero muy pocos querían sumarse. Teníamos una situación más difícil aquí porque nuestro territorio llegó a estar ocupado por más de doscientos mil soldados soviéticos y la gente tenían un enorme temor. Nuestra lucha fue distinta, por demasiado tiempo no pudimos organizarnos pues el gobierno tenía una fórmula muy simple contra nosotros: dispersar, dividir y disolver las fuerzas democráticas. Tuvimos suerte que fue nombrado un papa polaco. Él nos unió primero en la oración y la fe, pero después la oposición supo canalizar también ese sentimiento de unidad que nos trajo Juan Pablo II.

Antes del nombramiento como papa de Karol Józef Wojtyła, yo no podía reunir ni diez personas y después llegué a reunir diez millones. Él despertó la nación y nos dijo "no tengan miedo".

Mario Félix Lleonart. Quería decirle que a pesar de que usted no ha podido viajar a la Isla, al gobierno le molesta mucho que reciba a activistas cubanos en Polonia. La prensa oficial ha publicado varios artículos contra usted ¿Qué mensaje le enviaría a quienes están haciendo oposición en nuestro país?

LW. En los años del cambio en Europa del Este, la oposición cubana no estaba tan organizada y no pudo utilizar esa energía democratizadora. Tal vez por eso han tenido que esperar tanto. Sin embargo, en los años ochenta cuando yo le preguntaba a la gente si creía que Polonia podría democratizarse, todos me respondían que no, que no teníamos la menor oportunidad. Los pronósticos eran muy desfavorables.

Ustedes están en esa situación ahora, porque pocos creen que puedan cambiar. Seguro que les dicen lo mismo que a nosotros, pero deben despertar y buscar esos valores -que tiene toda nación- y en los que radica la fuerza unificadora. Si logran encontrarlos y confluir en ellos, podrán lograrlo. Necesitan una multitud de gente que diga "a partir de mañana vamos a cambiar nuestro país". No sólo basta con creerlo, hay que salir a las calles, hay que llegar hasta las fábricas para convencer a otros. Para eso tienen que construir estructuras. Necesitan líderes responsables.