Se está hipotecando la sanidad pública cubana en beneficio de los negocios de los militares Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 04 de Octubre de 2021 22:08

Construcción de un hotel en La Habana.

La estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) publicó a inicios de septiembre —cuando Cuba llevaba al menos dos meses reportando las peores cifras de la pandemia de Covid-19 y el sistema sanitario estaba ya colapsado— que las autoridades de la Isla habían invertido en el último semestre 57 veces más en Turismo que en Salud.

En concreto, los servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler (categoría que incluye al Turismo) concentraron el 45,5% de la inversión total del Estado, frente a 3,1% dedicado al agro, el 0,8% a la Salud Pública y 0,6% a la ciencia e innovación.

Aunque las cifras resultan impactantes, más en un momento en el que el mercado turístico se encuentra prácticamente paralizado, es un hecho que la construcción de hoteles no se ha detenido en Cuba mientras los hospitales han sido incapaces de responder a la presión de la pandemia y la parada de la única planta productora de oxígeno del país provocó una cantidad de muertes aún sin determinar.

Ante semejante situación, DIARIO DE CUBA consultó a los economistas Emilio Morales, Rafaela Cruz, Elías Amor y Omar Everleny Pérez Villanueva, así como a la socióloga Elaine Acosta sobre una cuestión: ¿Está el Gobierno cubano hipotecando el futuro de la sanidad pública en beneficio de los militares, dueños del Turismo?

Falta de transparencia, decisiones políticas y repliegue del Estado

A juicio de Emilio Morales, presidente del Havana Consulting Group, la extrema diferencia entre las inversiones turísticas y sanitarias se debe "a la falta de transparencia en cuanto a cómo se manejan las finanzas del país".

"Es obvio que esta disparidad inusitada en los montos de inversiones que se llevan a cabo en los sectores de la economía mencionados está fuera del control del propio Gobierno, lo cual indica que el grupo criminal que controla Cuba hace uso y desuso del capital financiero del país a su propia conveniencia", afirma el economista.

Morales agrega que un Gobierno "con un poco de sentido común y de responsabilidad social hubiese utilizado los fondos generados por la exportación de servicios médicos para controlar y erradicar la pandemia de Covid-19 lo antes posible, para poder estabilizar el país y echar a andar la economía como lo han hecho decenas de países, no solo del primer mundo, sino del tercer mundo también, como Uruguay, República Dominicana, Chile y Costa Rica, por citar varios ejemplos de la región".

También considera que, con la disminución de las remesas, el régimen ha echado mano del dinero que proviene de la exportación de servicios médicos para construir más hoteles.

Para Omar Everleny Pérez Villanueva, doctor en Ciencias Económicas, "no es nada novedoso en 2021 que en la estructura de las inversiones el mayor porciento este en actividades inmobiliarias y de alquiler", pues esto viene sucediendo desde hace varios años.

En su opinión, esta estructura "se entendía anteriormente" debido a la "necesidad de incrementar la planta hotelera de la capital, que se había quedado rezagada, sobre todo en hoteles de cinco estrellas, y en los principales polos turísticos como Varadero, Cayo Santa María, Cayo Coco y Cayo Guillermo".

"En una situación pandémica como la del Covid-19, debieron paralizarse algunas de estas obras, en beneficio del mejoramiento de la planta de Salud Pública del país", considera Everleny.

"Aunque las autoridades del ramo han explicado que los proyectos ya estaban autorizados, contaban con los recursos financieros para esas actividades y había mucho equipamiento ya contratado, sabemos que eso ya no debía ser así, porque el Turismo se desplomó a nivel mundial", apunta.

La analista de DIARIO DE CUBA Rafaela Cruz coincide en que "la abismal diferencia en las inversiones en el sector inmobiliario —que incluyen el Turismo y negocios relacionados— con lo que se invierte en Salud, viene sucediendo desde hace más de una década"; aunque, a su juicio, "la razón de que sea así no es económica, es política", pues en Cuba "ni rinden cuenta los que manejan el dinero del país, ni está representado el pueblo en ningún órgano de decisión económica".

También para Elías Amor, presidente del Partido Liberal Cubano, la diferencia responde a decisiones políticas: "La inversión en Cuba no sigue procedimientos basados en beneficios esperados y costes, sino que es el resultado de decisiones de los órganos de planificación central comunista, que fracasan una y otra vez porque no tienen en cuenta los aspectos fundamentales de riqueza, acumulación y motivación de las inversiones".

La socióloga cubana Elaine Acosta, doctora en Estudios Internacionales e Interculturales por la Universidad de Deusto, Bilbao, advierte que el impacto social de esta política económica "está siendo y será devastador en términos de la atención en Salud y la calidad de vida de la población cubana en general".

Acosta señala asimismo que "la distribución de la inversión estatal para el año 2021 confirma la tendencia del repliegue del Estado en la protección social y un trasvase hacia la familia de las responsabilidades de cuidado y atención en salud".

"La llamada Tarea Ordenamiento, los recortes en los productos subsidiados, el descenso tanto de la calidad de los servicios de protección como de los recursos que se transfieren por la vía de la política social (salud, educación, asistencia social, etc.) y la disminución del gasto social han venido aumentando la pobreza y marginalización de barrios y grupos sociales a los que se les dificulta aún más acceder al bienestar social", destaca la socióloga.

"La inversión estatal no refleja para nada estar atendiendo la necesidad de revertir estas problemáticas, por lo que, como resultado, solo podemos esperar un agravamiento de las condiciones materiales y de vida de la población, con mayor afectación a unos grupos sobre otros", pronostica.

¿A dónde va el dinero de las "misiones médicas"?

A pesar de que el Turismo es una de las principales fuentes de ingresos del Gobierno, el destino de estos recursos económicos no se informa públicamente en la Isla, señala Elías Amor.

Pero los beneficios del Turismo no son tan elevados como se puede pensar, pues la industria no está bien administrada y las ganancias se comparten con los socios extranjeros, apunta Emilio Morales.

"Por tanto, el capital que queda para invertir es bien poco, en comparación con los montos millonarios que se han venido invirtiendo en los últimos años. Entonces, la pregunta que hay que hacerse es ¿de dónde ha salido el capital de inversión de la industria turística que se ha utilizado para financiar decenas de hoteles, cuando la propia industria no es capaz de generar ese capital de inversión utilizado en los últimos cuatro años?", explica Morales.

En ese sentido, Pérez Villanueva afirma que es muy difícil saber a qué se dedican las inversiones realizadas con dinero del Turismo, pues, aunque en el Anuario Estadístico aparece la utilización de una parte de las divisas del país en importaciones, no se especifica de que rubro vienen.

La centralización de los gastos, en opinión de Rafaela Cruz, "es la causa fundamental de la mala asignación de recursos y su opacidad. Por ejemplo, las transferencias recibidas de la URSS y Venezuela se diluyeran mayormente en proyectos de los que nadie se acuerda".

El régimen cubano justifica la explotación en las llamadas "misiones médicas" de los profesionales de la Salud, a quienes les quita al menos el 75% de los salarios que pagan los países de destino, alegando que ese dinero se utiliza para mantener el sistema sanitario de la Isla, pero en los últimos años la regularidad de los hospitales del país es que empeoran por el deterioro de la infraestructura y la falta de recursos.

Al respecto, Emilio Morales afirma que, a pesar de que la exportación de servicios profesionales es la mayor fuente de ingresos del Estado, "ese capital obviamente desde hace mucho tiempo está tomando otros destinos".

"El colapso fulminante que ha tenido el sistema de Salud cubano es la prueba de la pobre gestión inversionista en ese sector, a pesar de ser el que mayores ingresos aporta a la economía nacional. Esto es otra prueba inobjetable de la poca transparencia financiera que existe en el país, y de que este está manejado por un grupo criminal que controla a un Gobierno que obedece", agrega.

Pérez Villanueva considera que sí "se han invertido recursos en la Salud, especialmente en la compra de materias primas para producir medicamentos, en la compra de determinados equipos médicos, en la fabricación de plantas productoras de vacunas y medicamentos", pero la pandemia de Covid-19 "destapó muchas insuficiencias presentes en los servicios médicos del pueblo, tales como malas condiciones de los hospitales, necesidad de equipos de transporte como ambulancias, camillas, entre otros".

"No se necesitan datos para ver la poca inversión en Salud que se hace en el país", afirma por su parte Rafaela Cruz al ser interrogada al respecto.

"Inversión en divisas, me refiero, pues el gasto en Salud Pública es enorme con relación a otros países, téngase en cuenta que, aun mal pagados, Cuba es el país con más médicos por habitantes del mundo. Pero los insumos, equipos, material para reparación de hospitales, medios de transporte, medicamentos, todo eso se paga en divisas, pues acá no se produce prácticamente nada, y el resultado es que cualquier cubano palpa la decadencia solo con entrar a uno de los hospitales para el pueblo. Las clínicas para los dirigentes o extranjeros son punto aparte", añade.

Pagan los ancianos y los más pobres

Ante este panorama preocupa la situación de los adultos mayores, especialmente afectados por ser frecuentes usuarios del sistema sanitario, en un país donde la jubilación apenas alcanza para comprar los medicamentos.

Al respecto, Elaine Acosta considera que, "en medio de un escenario de crisis sanitaria, combinado con las múltiples crisis por las que atraviesa la sociedad cubana, esta política de inversión estatal no hará más que incrementar la pobreza y las desigualdades sociales, ampliando el patrón de vulnerabilidad que ya se ha ido conformando en Cuba, donde las personas mayores, especialmente los que viven solos o no reciben remesas, están entre los grupos más afectados".

"Frente a los desafíos que en Cuba representa el acelerado envejecimiento poblacional, más los retos que ha impuesto la pandemia, se requeriría una inversión creciente y sostenible en materia de salud y protección social para las personas mayores"; sin embargo, "todavía se siguen destinando más recursos a pediatría que a geriatría o gerontología".

Las personas de la tercera edad, quienes menos posibilidades tienen de emigrar y han dedicado toda su vida al proyecto político del régimen, son ahora las más desfavorecidas. Para ellos, "el acceso a la alimentación y los medicamentos se hace especialmente difícil", mientras empeoran "las condiciones de salud mental, debido al aislamiento aún mayor al que deben someterse durante la pandemia", explica la especialista.

¿Merece el Turismo el sacrificio de todo el país?

Entonces, sin turismo y con una pandemia que ha provocado en el país casi 7.500 muertes¿por qué las autoridades siguen destinando tantos recursos a los hoteles?

Para Morales, la única explicación posible es "que la salud de la población no es una prioridad para el Gobierno, sino satisfacer las ambiciones financieras del grupo criminal que se ha apoderado del país".

"Están preparando la piñata financiera que viene en camino, la cual va a tener a la industria turística como una de las más rentables cuando comiencen a vender el país", opina el economista, quien califica la gestión del Gobierno como "una gran estafa financiera que se ha llevado a cabo con total impunidad, ha costado miles de vidas a la población cubana y ha sumido a un país entero en la miseria total".

"Todo el dinero que se recoge como resultado de los contratos del personal médico y paramédico en el exterior van a parar al Banco Financiero Internacional S.A. (BFI). Quien controla ese banco es nada más y nada menos que Luis Alberto Rodríguez López-Callejas", dice Morales.

"Quien autoriza a mover cualquier financiamiento desde ese banco es el nombrado personaje. Si hay que buscar un responsable de todo esto es él. También hay que sumar al presidente Díaz-Canel y al ministro de economía, Alejandro Gil, por la ineptitud e incapacidad para ejercer sus cargos y no exigir la debida transparencia financiera que el país requiere para su administración y desarrollo", concluye Morales.

"Es mentira que sea el Turismo la mejor inversión posible en Cuba", afirma Rafaela Cruz. A la Isla, "durante décadas, han llegado miles de inversores a hacer negocios, incluso poniendo ellos todo el capital, y el Gobierno los ha rechazado sin dar apenas justificaciones".

"El Turismo es la inversión que más le conviene al Gobierno, pero no al país. Mientras no haya libertad para invertir directamente en la Isla, sencillamente no sabremos cuáles son las inversiones más rentables, solo sabremos las más convenientes para los que tienen el poder", finaliza Cruz.

DIARIO DE CUBA