Piñata castrista: Militares cubanos velan por retener el poder económico Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 19 de Agosto de 2013 08:38

El proceso de “adaptación del socialismo” que adelanta Cuba ha generado una incipiente clase media que roza con la ya instituida élite económica del Estado, donde los militares ostentan el mayor espacio y se relacionan cada vez más con el emergente empresariado local.

Ahora, además, las fuerzas armadas pujan porque el control de las finanzas y el poder sea heredado por ellos y no por civiles, a la luz de que el teórico sucesor del poscastrismo será Miguel Díaz Canel, un civil de 55 años, elevado a la categoría de primer vicepresidente del Consejo de Estado, en 2013.

El expresidente cubano Fidel Castro acaba de cumplir 87 años de edad, y mientras su hermano y actual jefe de Estado, Raúl Castro, tiene 82, el futuro de la Cuba comunista “poscastro” comienza a pasar por la mente de la burocracia militar.

Raúl, que ha tutelado a las Fuerzas Armadas durante más de cinco décadas, anunció que dejaría el cargo para 2018 y tras su llegada a la Presidencia ha posicionado a militares aliados en puestos importantes de la industria local.

El 70% de la economía cubana -quizá más-, la controlan generales veteranos de la revolución así como un séquito de uniformados que manejan los negocios de alimentos, energía, recursos minerales, industria militar o turismo, éste último la segunda mayor fuente de ingresos del país.

“Aumentar las remesas, mantener el subsidio de Venezuela apoyando al Gobierno de Nicolás Maduro y cambiar la imagen en EEUU para lograr alcanzar el turismo norteamericano son los objetivos de Raúl y la cúpula militar para sellar ese pase al futuro”, advertía el historiador cubano Pedro Roig en un artículo de El Nuevo Herald.

El cumpleaños 87 de Fidel Castro, más que una celebración, refleja el modelo “gerontocrático” de la isla, sugieren analistas, donde los máximos dirigentes del Partido Comunista (PCC) y su Politburó superan, también, los 80 años.

Estrellas verde olivo

Las reformas de 2010, que van desde la potestad de los ciudadanos de tener algunos negocios propios a poder comprar inmuebles, ha permitido a los militares seguir expandiendo su presencia sobre la economía y ahora, ya no en secreto, se están convirtiendo en socios de los “cuentapropistas” ofreciéndoles divisas o contratos.

“El resultado más probable de la última planificación centralizada de Raúl será el de transferir cualquier riqueza generada por el Estado a los militares y al partido para asegurar su continuidad”, explicaba en un ensayo José Azel, analista del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos.

En la isla el ministerio de Defensa vive en todos los sectores de la economía, y con unas 30 empresas del ramo militar, como ocurre en China, Vietnam o la Rusia postsoviética, los uniformados no están dispuestos a soltar sus prebendas.

Al contrario, más allá de que Díaz Canel sea el hipotético sustituto de Raúl, en la isla muchos lo descartan porque la Constitución establece que el PCC y su Politburó son la máxima autoridad, controlado en mayoría por militares que apostarán también por los suyos.

“Cuando Raúl deje el poder, es difícil de imaginar a comandantes viejos ofreciendo su lealtad y subordinándose a un burócrata civil como Díaz Canel porque el control civil de las FAN no es parte de la composición genética de la Cuba revolucionaria”, advierte Azel.

Una mayor apertura económica se traducirá en más dinero, por lo que los militares en un mediano plazo pueden terminar como centinelas de un sistema de partido hegemónico donde todo podrá alterarse menos su dominio.

  • El Universal de Caracas
  • Tomado de CUBANET