El Ministerio de Cultura apeló al "derecho institucional" y a la "democratización" para justificar la censura de la exposición del pintor Pedro Pablo Oliva en Pinar del Río.

En una carta al artista, publicada en blogs oficiales, el presidente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, Rubén del Valle Lantarón, admite que ejerció "el derecho institucional a tomar las decisiones" pertinentes "en la implementación de la política cultural". En una explicación surrealista, el comisario señaló que la censura de Utopías y disidencias se produjo para "favorecer un clima propicio para la socialización y democratización de lo mejor de la creatividad visual contemporánea", así como para "ampliar cada vez más los márgenes de la recepción".

Del Valle Lantarón dijo que asume "la total responsabilidad por las decisiones adoptadas".

"También me resulta insólito su llamamiento a revaluar la pertinencia de sus premios y distinciones, incluso catalogaría de pueril la idea de un jurado y la cita respectiva de nombres de intelectuales y artistas, cuando bien sabe que su trascendente protagonismo en la cultura cubana no está en tela de juicio", indicó el funcionario.

Según Del Valle, es "ingenuo" no tener en cuenta que en el "contexto" de Pinar del Río "afloran paralelamente, individuos con posiciones beligerantemente contrarrevolucionarias que han encontrado en estas circunstancias un excelente caldo de cultivo en el que desarrollar su activismo político".

"Creo y apuesto por el futuro de esta patria nuestra, forjado en un proyecto de emancipación y utopías; confío en la capacidad de la política cultural de la Revolución para generar y propiciar el diálogo, en el respeto a las posiciones del otro, y en la ampliación cada día más de los márgenes de la libertad de creación", dijo el funcionario.

La exposición del artista pinareño debió inaugurarse el pasado 10 de septiembre. En una carta abierta, Pedro Pablo Oliva denunció la cancelación y pidió el fin del acoso de la Seguridad del Estado.