Hombres jóvenes, de entre 25 y 40 años, conforman el grupo mayoritario de albergados cubanos en Costa Rica.

Actualmente, de acuerdo con los datos del Comité Interinstitucional de Emergencias de La Cruz de Guanacaste, de los 1.505 refugiados en los ocho albergues, 979 son varones, mientras que 480 son mujeres. Es decir, la cifra de hombres duplica la de mujeres.

Aunque las autoridades aún no tienen datos como las profesiones u oficios de los cubanos varados en la frontera con Nicaragua, los sondeos realizados reflejan que en su mayoría se trata de profesionales con grado universitario.

Para Leonel Roldán, de 37 años, no es casualidad que los hombres sean mayoría en esta aventura. "Un hombre que tenga mujer no la va a exponer a esta travesía tan cruda. La idea es después poder sacarlos de la Isla", comentó.

En el caso de Leonel, él tuvo que vender su casa en Cuba para recolectar el dinero suficiente para viajar hasta EEUU, pues los 500 pesos mensuales que ganaba como albañil hacían esta posibilidad inimaginable. Tal alternativa es la que más emplean los cubanos, después de solicitar dinero a sus familiares en el extranjero.

Este es el caso de Mariana Sobrino. Ella estaba desempleada cuando decidió tomar sus maletas y emprender el viaje. Antes era la jefa de un departamento en un centro médico de la ciudad de Camagüey. Allí devengaba un salario mensual de 450 pesos. Su esposo y su hijo, que están en EEUU, le financian el viaje.

"Yo trato de no estarles pidiendo y de ahorrar lo más que podamos porque sabemos que allá todo vale, aunque no hay comparación porque ellos ganan muchísimo comparados con nosotros", explicó.

Hombres y profesionales

En el total de albergados que concentra el pueblo fronterizo de La Cruz hay de todos los grupos de edades; sin embargo, los hombres con estudios universitarios presentan una marcada mayoría.

Para Álvaro Montero, analista internacional y exprofesor de Economía Latinoamericana de la Universidad de Costa Rica, esta situación se debe a la realidad adversa que vive  EEUU. "Ellos [los emigrantes cubanos] han comprendido perfectamente que la posibilidad de encontrar un empleo en un país que está en una situación económica difícil, aunque no se quiera admitir, es mucho mayor si se está dotado de títulos y experiencia", explica.

Montero considera que cuando un país se encuentra en recesión, lo primero que se contratará será la mano de obra calificada. "Esto no es exclusivo de EEUU, esto sucede en todo Latinoamérica; Costa Rica es un claro ejemplo de ello", sentenció.