Papeles de Panamá confirman negocio entre Cuba y chavistas para pasaportes venezolanos Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 05 de Abril de 2016 12:31

Cuba ejecutó el contrato para proveer a Venezuela los pasaportes fabricados en Alemania y gestionados por una empresa fantasma adquirida al bufete panameño Mossack-Fonseca por un abogado peruano. El negocio incluía cláusulas de confidencialidad.

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En una publicación conjunta entre el portal venezolano Armando.info y el peruano IDL Reporteros, en el marco de la filtración de los Papeles de Panamá, ha salido a la luz que los pasaportes venezolanos provistos por la empresa cubana ALBET S.A. al gobierno chavista fueron diseñados en Alemania.

Los contratos, que incluían cláusulas de confidencialidad, fueron ejecutados mediante transferencias y comisiones que pasaron por al menos cuatro países y con la gestión de un abogado peruano ayudado por el bufet panameño especializado en crear paraísos fiscales Mossack-Fonseca.

Según la pesquisa, el gobierno de Chávez comenzó a renovar su sistema de identificación a finales de 2005. El entonces ministro de Interior y Justicia Jesse Chacón fue comisionado para buscar firmas tecnológicas que fabricaran los nuevos pasaportes y luego las llamadas cédulas electrónicas. Las empresas de Estados Unidos quedaron descartadas y los chinos prefirieron dejar el asunto en manos de Cuba.

El abogado peruano Francisco Pardo Mesones terminó arreglando en Caracas una triangulación de transferencias y contratos a través de paraísos fiscales. En Ciudad de Panamá las oficinas de Mossack Fonseca, diseñaron un mecanismo financiero que facilitó la triangulación.

Dos semanas antes de visitar la capital venezolana, Pardo Mesones había escogido el nombre de la empresa fantasma que se ocuparía del asunto, entre varias recién registradas en Panamá y listas para ser usadas.

"El cliente desea adquirir la sociedad Billingsley Global Corp", escribió el 11 de julio de 2006 la representante del bufete en Lima, Monica Ycaza, a sus compañeros de la sede principal.

En Panamá terminaron el trámite y abrieron las cuentas bancarias adonde fueron llegando los primeros depósitos de La Habana. Pardo Mesones tenía una carta de referencia firmada por Pedro Pablo Kuczysnki, entonces el segundo del gobierno de Alejandro Toledo y actual candidato, con opciones de ganar en segunda vuelta, a la presidencia de Perú.

Con esas referencias y los contratos firmados junto a Cuba y Venezuela, la recién creada empresa Billingsley Gobal Corp se aseguró al menos 64 millones de euros: 40 millones debían llegar a Alemania, donde se encomendó la confección de los pasaportes a la empresa Bundesdrukerei que fabrica los pasaportes alemanes y buena parte de los billetes de la zona euro.

Los otros 24 millones se quedarían con Pardo en Panamá.

La negociación –hasta ahora guardada en secreto– establece cláusulas expresas de confidencialidad en todos los contratos.

Cuba, además, se reservó el acceso al software a través de Albet Ingeniería y Sistemas, la filial que el régimen de los Castro diseñó exclusivamente para esta tarea. "Albet adquirirá un derecho de uso perpetuo, no exclusivo e intransferible a través del software entregado junto con el sistema", establece un documento.

La lista de sistemas que la empresa cubana Albet vende a Venezuela, incluye no sólo softwares para servicios de identificación, sino también, entre otros, en los registros mercantiles y públicos, en el control de operaciones de la petrolera PDVSA, en la Presidencia, en las cárceles, en la policía, y hasta en el censo nacional, asegura un reporte de El Nacional.

El ingeniero en computación venezolano Anthony Daquin que pasó de ser asesor del Ministerio de Interior y Justicia a asilarse en Estados Unidos, denunció el control del sistema por los cubanos en una entrevista en 2011 con el diario El Nacional de Caracas.

“Los cubanos manejan el software y marcan las directrices de seguridad”, dijo. “Los originales de los códigos fuente (los que describen el funcionamiento del software y permiten introducirle cambios) de las aplicaciones informáticas desarrolladas serán conservadas por la parte cubana mientras permanezca vigente el período de soporte técnico, detalla uno de los documentos recién publicados.

Según dijo a los periodistas investigadores de los Papeles de Panamá desde Estados Unidos, nada ha cambiado: “Esta gente tiene la capacidad de hacer un pasaporte venezolano en Cuba y a la vez sembrar esos datos en el sistema”, aseguró

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