Diplomáticos prevén que Brasilia revise los créditos a La Habana y la contratación de médicos Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 13 de Mayo de 2016 12:22

La suspensión de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil es otra mala noticia para el régimen cubano que, pese a la distensión con Washington, está sintiendo los efectos de la recesión económica y la inestabilidad política que enfrentan sus aliados en Sudamérica y África, informa Reuters.

Aliados como Venezuela, Brasil y Angola usaron durante años los ingresos de un auge de las materias primas para pagar por el servicio que prestan los médicos cubanos y maestros, convirtiéndose en la principal fuente de ingresos en divisas del Gobierno de La Habana.

La distensión con Washington ha ayudado al régimen de Raúl Castro a llevar el turismo de la Isla a niveles récord, pero los ingresos por la afluencia de visitantes extranjeros representaban solo alrededor de un tercio de los 7.000 millones de dólares por venta de servicios profesionales en 2014.

Durante los últimos 13 años, los gobiernos de izquierda brasileños otorgaron al menos 1.750 millones de dólares en créditos en condiciones favorables, generando críticas de los opositores que además protestaban por un programa que llevó a 11.400 médicos cubanos a trabajar en Brasil.

Estos proyectos serán revisados después de que el Senado de Brasil votara el jueves por abrir un proceso de juicio político contra Rousseff, acusada por supuesta violación de leyes presupuestarias. Rousseff está suspendida de su cargo por hasta 180 días.

"Habrá una revisión a corto plazo de nuestra política hacia Cuba, porque el dinero se ha agotado y porque hay algunas serias interrogantes (...) con respecto a los préstamos. Todo quedará en espera", dijo un diplomático brasileño residente en La Habana.

Algunos de los créditos de Brasil incluyen un importante financiamiento a un proyecto de expansión en el puerto cubano de Mariel, con plazos de amortización de 25 años y tasas de entre 4,4 y 6,9 por ciento, según cifras brasileñas.

El apoyo de un bloque de gobiernos de izquierda en América Latina ayudó al régimen a sobrevivir tras el colapso de la Unión Soviética, que provocó una grave crisis económica en la década de 1990.

La mejora de las relaciones con Estados Unidos y Europa mantienen la promesa de nuevos ingresos, pero por ahora la economía cubana sufrirá debido al desmoronamiento de sus aliados.

Michel Temer asumió el jueves como presidente interino de Brasil. Su Gobierno no espera enviar a casa a los médicos cubanos que trabajan en Brasil desde 2013-2014, pero no va a contratar más.

"Obviamente no habrá más médicos cubanos que vengan aquí en el futuro, ya que este modelo de asistencia es cuestionable y no habrá respaldo", dijo el diplomático que pidió no ser identificado al no estar autorizado para hablar sobre el tema.

El senador Ronaldo Caiado, líder del partido Demócrata, dentro de la coalición de Temer, dijo que los médicos deberían permanecer en Brasil, pero el dinero pagado a La Habana, aproximadamente 500 millones en 2015, debería pagarse directamente a los profesionales.

Hasta ahora Brasilia ha pagado a La Habana el salario de los médicos a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). A los profesionales ha llegado solo alrededor de un 25% del dinero que recibe por ellos el régimen.

Rousseff amplió el mes pasado el contrato de los servicios médicos por otros tres años, pero tiene que ser aprobado por el Congreso y podría tener problemas con los legisladores críticos por los términos firmados en 2013.

Los médicos cubanos trabajan en algunas de las regiones más remotas de Brasil.

La mayoría de los médicos enviados por el Gobierno cubano al extranjero está en Venezuela, mediante un programa a cambio de petróleo. La caída de los precios del crudo ha profundizado un caos económico en el país sudamericano, pero los envíos a La Habana se mantienen estables en alrededor de 90.000 barriles diarios.

El Gobierno cubano comenzó a reducir las importaciones y a pedir el año pasado condiciones de pago más extensas a proveedores extranjeros. La Habana se ha atrasado en el cumplimiento de sus obligaciones este año, según diplomáticos y empresarios occidentales.

"Ellos tienen claramente un problema de flujo de efectivo. Algunas de nuestras empresas reciben los pagos y otras no", dijo un embajador europeo el lunes.

Rousseff no es el primer aliado de izquierda que ha perdido el Gobierno de Raúl Castro en la región. Los peronistas perdieron las elecciones en Argentina en noviembre último. Y hay preocupaciones por la estabilidad política en Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro está luchando con una profunda recesión y una más fuerte oposición.

DIARIO DE CUBA