Desbandada hacia la selva, Por JUAN ARTURO GÓMEZ TOBÓN Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 09 de Agosto de 2016 10:06

"Este barco se hundió, aquí no queda más que coger la selva", murmura Kely Álvarez mientras empaca un biberón, pañales y la poca leche en polvo que aún le queda. Ella, junto con su madre Juana Torres, de 58 años, y sus dos pequeños hijos, Keiler de ocho y Samuel de seis meses, hacen parte de los cerca de 800 cubanos que aún quedan varados en Turbo.

Cuando Juana Torres llegó a las 4:00 de la madrugada a Migración Colombia en Turbo, se encontró ya con una fila de 40 personas. Este lunes 8 de agosto cuando se abrieron las rejas de la oficina para expedición del salvoconducto, todo era un caos. Cerca de 400 cubanos se agolpaban en la entrada a la espera de la única opción que les daba el Gobierno de Colombia: un documento de dos hojas con su firma y huella, donde ellos aceptan la deportación voluntaria.

Daniel Rojas* fue el primer cubano en recibir su pase para continuar. De regreso al albergue, Rojas le relató a DDC cómo se escapó de los coyotes (traficantes de personas) la noche del 7 agosto.

"Desde la deportación de los 14 cubanos por parte de Colombia, los migrantes nos volvimos carne fresca para los leones. Desde ese momento, por el albergue rondan personajes que por 700 dólares te prometen llevarte por agua en dos días a la Carretera Panamericana en Panamá. Yo caí en sus redes".

"La noche del 6 de agosto salí con dos cubanos y 14 africanos en un pequeño carro para Necoclí; allá nos metieron en una choza a la orilla del mar. Supuestamente esa misma noche sería el viaje, pero siempre estábamos vigilados por dos jóvenes que no nos dejaban salir del cuartucho, estábamos prácticamente secuestrados. A mí me empezó a coger la zozobra y consulté a mis Orishas, ellos me dijeron que todo era un engaño, que virará para Turbo. En un descuido en la noche de ayer, me les escapé y me vine a amanecer en la oficina de Migración para solicitar el permiso y continuar. Mis compañeros no le creyeron al oráculo, allá quedaron, no sé nada de ellos".

En la "Calle 8 de Miami" y "Versailles", nombres que le dieron los cubanos a los dos grupos de pequeños cambuchos de plástico que se encuentran en lotes facilitados por los habitantes del barrio obrero de Turbo, un niño colombiano de escasos nueve años reparte entre los cubanos una tarjeta que dice: "Tour turístico, transporte fluvial y terrestre hacia Panamá, desde Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador y Panamá". Además se dan los datos de contacto.

DIARIO DE CUBA habló con Kely Álvarez. Su mirada perdida, el incesante movimiento descoordinado de sus manos denotan desespero, sentimiento que la obliga a aferrarse a cualquier esperanza.

¿Ya contactó a algún coyote para internarse en la selva?

No, seguiré a todos. Cuando lleguemos a Capurganá cogeremos un barco hacia Puerto Obaldía, allá nos recibirá el Presidente de Panamá y nos ayudará.

¿Ya tienen un comunicado oficial del Gobierno panameño?

No, es un rumor que desde ayer anda por acá, es la única esperanza que tenemos.

Pero si el paso por Panamá está cerrado, ¿cómo harán para ingresar entonces?

Pues, tocó coger la selva. Que sea lo que Dios quiera.

Cifras

Según los datos entregados por el administrador del Muelle de Pasajeros el Waffe, en Turbo, Fabricio Marín, entre el 7 y 8 de agosto embarcaron con destino a Capurganá 283 cubanos y se han vendido cerca de 300 tickets para este 9 de agosto.

Marín hace hincapié en que "la salida masiva de migrantes" será este martes.

Información suministrada por una fuente de Migración Colombia de Turbo indica que hasta el 7 de agosto se han expedido 1.050 salvoconductos a ciudadanos cubanos y otros 223 hicieron la solicitud este lunes.

Sobre si Migración sabe cuál es el destino de estas personas, la fuente señala: "Los cupos para viajar a Capurganá están agotados, todos los tickets hasta el miércoles 10 de agosto fueron vendidos… Si se reúne un grupo de 20 a 25, hay disponibilidad de un vuelo hasta Bogotá. Si quieren regresar de tres o cuatro se les dará ticket terrestre hasta Bogotá, donde los recoge un vehículo de Migración Colombia hasta el aeropuerto. Allí el ticket de retorno a Cuba corre por cuenta de los isleños".

*Nombre cambiado por solicitud de la fuente.

DIARIO DE CUBA