"Todo lo que esté dando beneficio al régimen y no al pueblo debe ser revertido", consideraron los opositores Antonio G. Rodiles y Ailer González, integrantes del Foro por los Derechos y Libertades (ForoDyL), sobre la política que debería seguir la Administración de Donald Trump hacia La Habana.

En declaraciones al diario miamense El Nuevo Herald, ambos opinaron que el actual Gobierno estadounidense debe cerrar la etapa de "indolencia" respecto al castrismo, que creen representó la Administración de Barack Obama.

Washington debe "recontextualizar" las relaciones con La Habana y "reconocer que está tratando con una dictadura", señalaron.

"Lo principal sería que quienes somos actores legítimos del escenario cubano —dentro y fuera de la Isla— seamos parte de la construcción de esa política y parte de ese proceso político hacia la Isla, que es lo que omitió el presidente [Barack] Obama", subrayó Rodiles.

Ailer González denunció el incremento de la represión desde que Obama anunció su política de acercamiento. La situación ha empeorado aún más desde la muerte de Fidel Castro en noviembre del año pasado, con un "monitoreo milimétrico" de las acciones de los opositores y hostigamiento a sus familias, dijeron los activistas.

"Es importante que la nueva Administración empiece a tomar cartas en el asunto y haga algún pronunciamiento, porque el silencio está siendo muy bien aprovechado por el régimen para tratar de aplastar a la oposición", apuntó Rodiles.

Criticó la actuación de la Administración Obama en cuanto a los derechos humanos en la Isla.

"Tenemos una experiencia directa, incluso de conversar con el presidente Obama", dijo Rodiles, quien asistió a un encuentro con el expresidente estadounidense cuando visitó la Isla en marzo de 2016. "Hubo un momento en que entendimos que esa Administración no era aliada de un cambio democrático en Cuba, que la visión que tenía era de que Cuba iba a cambiar a largo plazo y que nosotros tendríamos que aceptar al neocastrismo", explicó.

En ese encuentro, recordó Rodiles, Obama pidió paciencia para ver los frutos de su política.

"Le contesté que no se puede tener paciencia cuando frente a nosotros están pateando y golpeando impunemente a los ciudadanos y a mujeres", indicó el activista. Él, González y otros opositores y Damas de Blanco fueron arrestados frente a las cámaras de medios internacionales, el mismo domingo que llegó Obama a La Habana. A juicio de Rodiles, esa visita "le dio al régimen la vía abierta para que hicieran lo que deseaban".

Rodiles y Gonzáles se quejaron además de haber sido marginados por las delegaciones de funcionarios estadounidenses y diplomáticos europeos por no aplaudir la "normalización".

"Fuimos invisibilizados", dijo González. "Nos fue negada la denuncia, la crítica de lo que estaba pasando… Nosotros no dijimos que nos oponíamos al restablecimiento [de relaciones] sino que se tenía que pedir condiciones al régimen… La posición nuestra no nos favoreció".

Washington debe retornar a la política de presión al Gobierno de Raúl Castro, consideró Rodiles.

"Si el régimen está sacando ventaja de algunas de estas medidas [de la Administración Obama], yo les corto esa entrada económica porque estamos en un momento en que Venezuela [principal aliado del Gobierno cubano] está haciendo aguas y hay que evitar que el régimen vuelva a mutar", argumentó.

"Todo lo que esté dando beneficio al régimen y no al pueblo debe ser revertido". Los opositores tendrían entonces que "explicar" al pueblo el objetivo político de medidas que podrían afectarlos directamente, dijo.

Ambos activistas desestimaron críticas de quienes les han reprochado celebrar el fin de la Administración Obama y la entrada de Trump.

"Esas mismas personas que promueven que nosotros estamos siendo radicales, confrontacionales, son extremedamente insolidarias", dijo González. "No denuncian ninguna violación de los derechos humanos. Son posturas hipócritas", subrayó.

Rodiles mencionó la decisión de miembros del ForoDyL de no reunirse con el secretario de Estado, John Kerry, cuando se reabrió la embajada estadounidense en La Habana en el 2015, como ejemplo de independencia política. "Está claro que somos personas que nos respetamos a nosotros mismos y sabemos qué papel estamos jugando", dijo.

El opositor cuestionó las estrategias de otros activistas cubanos, entre ellas, la campaña por un plebiscito en Cuba liderada por Rosa María Payá, que calificó de "fantasía".

"En el escenario actual es completamente fantasioso creer que el régimen va a hacer un proceso para salir del poder. El plebiscito en concepto está errado" porque los derechos del ciudadano no pueden decidirse en consulta popular, opinó.

Criticó también la estrategia seguida por la plataforma #Otro18, que intenta postular candidatos opositores a las "elecciones" del Poder Popular. El Gobierno "controla y manipula" todo el proceso, dijo. "No pedir lo que toca, que se acabe la dictadura, es alargarle la vida a ellos".

"Lo principal es que el régimen tiene que entender que 60 años es más que suficiente, y se acabó", dijo.

DIARIO DE CUBA