Washington dice que 'por ahora' no culpa a 'ningún país' del extraño "ataque acústico" sucedido con sus diplomáticos Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 11 de Agosto de 2017 17:12

El Gobierno de EEUU aclaró el jueves que todavía no sabe con seguridad quién fue el responsable de los "incidentes" que el año pasado causaron "síntomas físicos" a varios de sus diplomáticos en Cuba, y que por tanto no puede culpar por ahora a "ningún país" por el suceso, reportó EFE.

"No sabemos exactamente de dónde salió esto. No podemos culpar a ningún individuo o país por el momento", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en una conferencia de prensa.

La portavoz no quiso confirmar los informes de prensa que apuntan a que los diplomáticos estadounidenses fueron víctimas de un "ataque acústico" con "dispositivos de sonido", que les hizo perder capacidad auditiva.

"No podemos confirmar el estado de salud de ningún ciudadano estadounidense, ni dentro ni fuera del país", subrayó Nauert, y se limitó a repetir que los diplomáticos experimentaron "una variedad de síntomas físicos".

Funcionarios han revelado a medios como la agencia AP y la televisora CNN que al menos cinco funcionarios y algunos de sus cónyuges sufrieron afectaciones auditivas, uno de forma severa que ha tenido que recurrir a aparatos para poder escuchar mejor.

También declararon que el "incidente" habría sido un "ataque", no un intento de espionaje que salió mal, y que un tercer país podría haber llevado a cabo la operación "posiblemente operando sin el conocimiento de la cadena de comando formal de Cuba".

En opinión de la fuente entrevistada por CNN, elementos del Gobierno de Cuba tuvieron que haber "facilitado" el ataque a cierto nivel y recordó que las fuerzas de seguridad del régimen tienen un fuerte control sobre todo lo que sucede en el país.

La fuente también dijo que es posible que las personas detrás del ataque "no fueran conscientes de la magnitud del daño que causaron".

El "incidente" salió a la luz el miércoles, cuando Nauert anunció que EEUU exigió el pasado 23 de mayo la salida de dos diplomáticos de la Embajada de Cuba en Washington, en respuesta a lo ocurrido el año pasado a "algunos" funcionarios estadounidenses en la Isla, sin aportar un número claro de afectados.

El Gobierno cubano aseguró unas horas después que jamás ha permitido que la Isla sea utilizada para acciones contra diplomáticos, y calificó de "injustificada e infundada" la decisión estadounidense de ordenar la salida de dos funcionarios cubanos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores cubano aseguró que, cuando Washington le informó en febrero pasado de los hechos, inició una "investigación exhaustiva, prioritaria y urgente" y reforzó las medidas de seguridad para los diplomáticos de EEUU.

Nauert confirmó el jueves que el Gobierno cubano les "ha proporcionado asistencia en la investigación" sobre lo sucedido, que, según algunos medios estadounidenses, encabeza el Buró Federal de Investigaciones (FBI), y dijo que Washington y La Habana mantienen "contactos regulares" sobre el tema.

"Esperamos resolver esto de manera satisfactoria", agregó.

Aunque Washington no culpa por ahora directamente al Gobierno cubano de causar el incidente, sí decidió expulsar a dos de sus diplomáticos porque, en base a la Convención de Viena, el Ejecutivo de Raúl Castro "es responsable de la seguridad" del personal estadounidense en La Habana, explicó la portavoz.

"Nuestros (diplomáticos) estadounidenses no estaban seguros, y eso es algo que nos tomamos muy en serio (...). Es la obligación del Gobierno cubano proteger a los diplomáticos estadounidenses, y eso, obviamente, no sucedió", indicó Nauert.

La portavoz afirmó que la embajada estadounidense en Cuba está "completamente operativa" tras lo sucedido, aunque evitó decir si se ha reemplazado a todos los diplomáticos que regresaron a EEUU para recibir atención médica después del incidente.

Todos los afectados son trabajadores del Departamento de Estado, y empezaron a experimentar los síntomas físicos "a finales de 2016", concretó Nauert, que no quiso dar más detalles y subrayó que la investigación al respecto "continúa".

Tras conocer de la expulsión de los representantes cubanos en Washington, el senador republicano por la Florida Marco Rubio emitió una declaración con respecto al "incidente".

"El Gobierno cubano ha estado molestando a personal estadounidense que trabaja en La Habana durante décadas. Esto no ha parado con (la política de) apaciguamiento del presidente Obama. El daño personal a los funcionarios estadounidenses demuestra el alcance del régimen de Castro y claramente viola las normas internacionales", dijo Rubio.

El jueves el Gobierno canadiense informó que al menos uno de sus diplomáticos en La Habana también había sido tratado por pérdida auditiva y que estaba "trabajando activamente, incluso con las autoridades de EEUU y Cuba, para determinar la causa".

DIARIO DE CUBA