LA HABANA -- El grupo opositor cubano Damas de Blanco adoptó un reglamento interno para mantener su lucha pacífica y limitó temporalmente la entrada de nuevas mujeres mientras se reorganiza, afirmó este domingo una de sus líderes.

“Ya tenemos un reglamento en orden y hemos limitado la entrada de las mujeres, porque ahora nos estamos reagrupando, reorganizando, hemos hecho este stop (parada), pero no quiere decir que sea para siempre, un poco más adelante abriremos”, dijo a la AFP Laura Labrada, hija de la fallecida dirigente de la organización, Laura Pollán.

Agence France Presse

El reglamento exige una disciplina en las actividades, no aceptar provocaciones, centrar las demandas en la libertad de los presos y el respeto a los derechos humanos, y coordinar las iniciativas.

Labrada realizó este domingo una caminata con otras 40 Damas por la 5ta avenida de La Habana, tras asistir a misa en un templo del oeste de la capital.

Creado en el 2003 por esposas y familiares de los 75 disidentes condenados ese año, el grupo realizó caminatas silenciosas durante ocho años pidiendo la excarcelación de sus familiares.

Tras el inicio el diálogo entre el cardenal Jaime Ortega y el presidente Raúl Castro en mayo del 2010, más de 130 presos políticos fueron liberados, incluidos los 52 que quedaban en prisión de los 75 condenados en el 2003.

Premio Sajarov 2005, las Damas, consideradas por el gobierno como “mercenarias” y “punta de lanza” de la subversión interna, dijeron entonces que mantendrían su lucha en favor de otros presos y de los derechos humanos.

Su líder, Laura Pollán, falleció el pasado 14 de octubre, tras lo cual fue sucedida por Berta Soler, quien trata de mantener la cohesión de la organización.

Según Labrada, actualmente son alrededor de 90 mujeres en todo el país. Sólo cuatro son del grupo original y se han ido nutriendo de las llamadas “Damas de Apoyo”, simpatizantes y familiares de otros presos.

Indicó que su casa, cuartel general de las Damas desde el 2003, seguirá siendo la sede del grupo y que ella inició la creación de un rincón dedicado a su madre con fotos y otras pertenencias que espera sea un futuro museo.

“Realmente todavía no es un museo. Necesita muchas más cosas, como merece mi mamá. (…) Debe estar más amplio”, concluyó.