El gobierno de los Estados Unidos cargó contra Siria y Rusia por un nuevo operativo del Ejército que responder a Bashar al Assad, apoyado por los bombardeos soviéticos.

En ese sentido, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, aseguró que dichos sucesos van en contra del proceso de paz que se está llevando a cabo, de manera dificultosa, en Ginebra, patrocinado por Naciones Unidas.

"La continuación del asalto de las fuerzas del régimen sirio, reforzado por los ataques rusos, contra zonas controladas por la oposición (...) mostró claramente el deseo de buscar una solución militar antes que permitir una solución política" indicó el funcionario estadounidense en comunicado.

En ese aspecto, Kerry aseguró: "Apelamos al régimen y a aquellos que lo sostienen a detener sus bombardeos sobre las zonas controladas por la oposición, en particular en Aleppo".

Del mismo modo, instó a las autoridades sirias y rusas a "cumplir sus obligaciones y a restablecer la confianza de la comunidad internacional en cuanto al deseo de alcanzar una resolución pacífica a la crisis".

Justamente, las declaraciones de Kerry se dieron en momentos en el que el mediador de la ONU, Staffan de Mistura, anunciaba este miércoles la suspensión de las conversaciones de paz sobre Siria hasta el 25 de febrero, debido al bloqueo de las negociaciones y a la continuación de la guerra en el terreno.

"Tomé la decisión de hacer una pausa temporal. Ya fijé una fecha para las próximas conversaciones: el 25 de febrero", recalcó el diplomático, quien intentó no tildar la situación de "fracaso" y reconoció que "ambas partes quieren que comience un proceso político".

De todas formas, el bloque mayoritario de la oposición siria aseguró que no retomarían las conversaciones, indirectas, hasta que se cumplen sus demandas, entre ellas, la de ayuda humanitaria y el cese del bloqueo a las ciudades que controlan, como así también la finalización de los ataques por parte del régimen.

AFP