El fiscal José Perals también pidió una condena de cinco años para el ex presidente del Barça Sandro Rosell y una multa de 8,4 millones de euros (8,9 millones de dólares) para el club, pero solicitó que los cargos contra el actual presidente Josep Maria Bartomeu sean retirados.

El caso deriva de una denuncia del grupo de inversión brasileño DIS, que poseía el 40 por ciento de los derechos de transferencia de Neymar y que afirma que recibió menos dinero del que tenía derecho, ya que el club azulgrana ocultó la tasa de transferencia real.

Altamiro Bezerra, presidente ejecutivo de la compañía de Neymar, dijo a Reuters que están “muy relajados” porque “no hay nada nuevo”. “(El caso) fue archivado y ahora el Ministerio Público debe presentar nuevas razones para demostrar por qué está pidiendo su reapertura, presentar pruebas y luego pedir una sentencia. Este caso no es nuevo”, afirmó a Reuters.

“Aún debe transcurrir el proceso entero. El Ministerio Público presenta sus argumentos para reabrir el caso, el juez puede reabrirlo y deberá escuchar aún a la fiscalía y la defensa. El proceso va a alargarse”, agregó.

El Barcelona ha estado envuelto en problemas legales por la transferencia de Neymar desde 2013. Rosell renunció como presidente del club en 2014 por su papel en el caso y testificó en un tribunal en febrero junto a Bartomeu, Neymar y el padre del delantero brasileño.

El club llegó a un acuerdo con los fiscales en junio para resolver un caso separado y pagó una multa de 5,5 millones de euros (6,2 millones de dólares), evitando el juicio por cargos de evasión de impuestos sobre la transferencia.

El Barça pensaba que el caso estaba cerrado cuando el juez José de la Mata archivó el caso en junio, aunque la Audiencia Nacional de España revocó la sentencia en septiembre, permitiendo que el caso prosiguiera.

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