Según fuentes occidentales de inteligencia, Teherán decidió apoyar al gobierno de Libia en su enfrentamiento con la OTAN y en la represión a los manifestantes. Transfiere armas y asesoramiento

El diario francés Le Monde informa que, de acuerdo a reportes de los servicios secretos, la intervención armada occidental en el país norafricano habría llevado a la concreción de una alianza secreta entre la República Islámica y el régimen del coronel Muammar Khadafi.

Teherán habría elaborado un plan para transformar a las provincias libias de Tripolitana y Cirenaica en un atolladero para los aliados de la OTAN y prolongar lo más posible la resistencia de las fuerzas leales a Khadafi.

Irán ve en esto la posibilidad de "desviar la atención de la comunidad internacional de su programa nuclear", dice Le Monde. Según las fuentes consultadas por el diario, en una directiva emitida a comienzos de mayo, el Guía Supremo iraní, Ali Khamenei, instruyó a la fuerza de élite Al-Quds, integrante del cuerpo de los Guardianes de la Revolución, el ideologizado ejército del régimen, para que diese asistencia militar al coronel Khadafi en su lucha contra "el eje del mal, Estados Unidos-Francia-Reino Unido".

En concreto, el plan implica la provisión de misiles tierra-tierra y tierra-aire, así como lanzagranadas destinados a atacar a la oposición. Miembros de Al-Quds estacionados en Argelia o Sudán, serían los encargados de esta operación, un centenar de ellos ya se encontraría en territorio libio.

Además, el jefe de Inteligencia de los Guardianes de la Revolución, Hosain Taeb, envió a Trípoli, a un equipo de comandantes de alto rango cuya misión sería la de asesorar al régimen libio en materia de vigilancia de las comunicaciones y espionaje.

Una de las finalidades de esta estrategia iraní es la de obligar a las fuerzas occidentales a permanecer más itempo y concentrar más esfuerzo en Libia, lo que permitiría a Siria -principal aliado de Irán- resistir mejor la presión.

Desde el mes de abril existen denuncias de que Teherán está asistiendo al régimen sirio en la represión de las protestas populares, enviando material para la represión policial e instruyendo acerca de técnicas de interrogatorio a prisioneros y mecanismos de censura en Internet. La Unión Europea acusó al jefe de los Guardianes de la Revolución, Mohammad Jaafari, al comandante de Al-Quds, Qassem Soleimani, y a Hosain Taeb de haber "provisto asistencia al régimen sirio en la represión a las manifestaciones".