El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) mexicano reprochó este sábado a Fidel Castro que haya demorado en hablar del supuesto complot contra su candidato en las elecciones de 2006, Andrés Manuel López Obrador, y descartó que las declaraciones del ex gobernante vayan a tener mayores consecuencias en las relaciones entre México y La Habana.

La secretaria general del PRD, Hortensia Aragón Castillo, opinó que la respuesta del gobierno mexicano a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores fue cuidadosa y bien planteada, informó la agencia Notimex.

"Yo espero que no se llegue a los niveles de ruptura que se han estado planteando en otros casos, creo que la respuesta de la cancillería ha sido cuidadosa, pues señala el tema como un asunto de preocupación", subrayó.

La cancillería afirmó el viernes que Fidel Castro "pretende descalificar a las instituciones mexicanas y se hace eco de afirmaciones sin sustento sobre el país y su desarrollo".

En dos de sus "reflexiones" el ex gobernante elogió al ex candidato presidencial izquierdista López Obrador y abordó un escándalo de 2004 que, dijo, tuvo como objetivo minar la intención del político mexicano de llegar en 2006 a la presidencia.

Castro dijo que López Obrador "será la persona de más autoridad moral y política de México cuando el sistema se derrumbe y, con él, el Imperio".

El político mexicano anunció recientemente su intención de participar en los comicios presidenciales de 2012 en su país, después de su derrota en los de 2006 por una mínima diferencia frente a Felipe Calderón, actual presidente.

En un artículo publicado el viernes, Castro se refirió al llamado "videoescándalo", en el que el empresario mexicano de origen argentino Carlos Ahumada reveló en 2004 polémicas imágenes de gente cercana a López Obrador recibiendo fajos de billetes.

En medio de ese escándalo, Ahumada huyó a Cuba, donde las autoridades lo detuvieron e interrogaron.

De acuerdo con Castro, esos vídeos fueron vistos por el ex presidente mexicano Carlos Salinas (1988-1994) y el ex senador Diego Fernández de Cevallos (actualmente secuestrado por el crimen organizado en México).

Ambos "organizaron", con el entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel, y el entonces fiscal, Rafael Macedo, "la ejecución de la denuncia" y la divulgación de las imágenes, dijo Castro.

"El objetivo fundamental, según declaró Ahumada, era dañar a López Obrador y al PRD (Partido de la Revolución Democrática), para debilitarlo como candidato a las elecciones presidenciales de 2006", escribió Castro, quien dijo que La Habana no tuvo nada que ver "en ningún complot contra" López Obrador.

Aragón Castillo lamentó que Fidel Castro haya tardado en referirse a este tema.

"Lamentablemente es una declaración tardía, se retrasó un poco en sus memorias y no vienen más que a ratificar lo que nosotros sostuvimos desde un principio: sí se construyó una ruta para descarrilar la candidatura de Andrés Manuel y fueron muchos actores", refirió.

La secretaria general del PRD descartó que los comentarios de Fidel Castro sirvan a López Obrador para apuntalar su eventual candidatura presidencial para 2012.

"No, para nosotros Andrés no necesita que lo destapen o apuntalen, nunca ha estado tapado, y los empujones de cualquier gobierno del exterior no ayudan, ni siquiera lo consideremos como posible", dijo.

Por su parte, el ex canciller Jorge Castañeda y el diplomático Enrique Berruga, citados por el diario El Universal, coincidieron en que el gobierno mexicano debe pedir a Raúl Castro que explique si las afirmaciones de su hermano representan la postura de La Habana.

Berruga afirmó que "este tipo de bofetadas no son aceptables, porque en el fondo lo que se está haciendo es cuestionar la legitimidad del presidente de México".

"Me da mucho gusto ver que a pesar de los esfuerzos desmedidos de Felipe Calderón por poner la otra mejilla y quedar bien con los cubanos, y de hacerse de la vista gorda de todas las trapacerías que hacen interna y externamente, no le quedó más remedio que terminar peleándose con ellos", dijo por su parte Castañeda.

Tomado del DIARIO DE CUBA