LA COLUMNA DEL DIRECTOR Jorge H Fonseca Imprimir
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Sábado, 21 de Mayo de 2011 17:06

 

CUBA NO ES VENEZUELA

Por Jorge Hernández Fonseca.-

La lucha ahora es básicamente política ante una dictadura en bancarrota, sin prestigio ni legitimidad dentro y fuera de Cuba, que es lo que nos dará la fuerza para que el mundo comprenda que una Cuba democrática es necesaria.

 

Cuba no es Venezuela

Jorge Hernández Fonseca

 

6 de Junio de 2011

 

Los inesperados acontecimientos políticos que se derivaron del anuncio repentino de Hugo Chávez sobre la índole cancerígena de su intervención quirúrgica en la Habana, han llenado nuestros medios informativos del exilio cubano de profusos y detallados análisis asociando la enfermedad del caudillo venezolano --como fuertes razones y argumentos-- al futuro de Cuba.

 

No sería escribir en exceso si aquí se pretendiera abundar sobre un tema fundamental al futuro económico y quizá político de la isla. Si el infortunio personal del principal mantenedor de la dictadura cubana llegara a traducirse en una pérdida de poder político en Venezuela que llegara a cortar el lazo que permite mantener a la dictadura castrista oprimiéndonos, sería providencial.

 

Voy a referirme sin embargo --como se anuncia en el título de este análisis-- a aspectos también importantes del acontecer político actual dentro de la isla, fuera del incidente sufrido por Chávez. Acabamos de recibir desde Cuba un patético llamado firmado por Oswaldo Payá, líder de uno de los principales movimientos opositores dentro y fuera de la isla (siendo él mismo uno de los principales dirigentes activos contra la dictadura). Se trata de una convocatoria importante a establecer una “posición común” de todas las fuerzas opositoras de dentro y fuera de Cuba, en la que personalmente veo tres elementos básicos fundamentales:

 

En primer lugar, no se trata de un pedido de “unidad” hecho por alguno de los analistas políticos observadores de la política cubana --como lo ha hecho ya varias veces quien estas líneas redacta-- y como lo han hecho también la casi totalidad de los formadores de opinión cubanos. Se trata del llamado de un político actuante en la isla y por tanto conocedor de las situaciones e informaciones que circulan y se presentan en el difícil proceder de un opositor dentro del enrarecido ambiente dictatorial que vive. Algo sabe Payá que lo impele a hacer este llamado.

 

En segundo lugar, esta convocatoria se inscribe en un momento importante de la situación política interna cubana. La dictadura --a través de Raúl en persona-- ha proclamado la derrota del socialismo (en la economía al menos) y ha iniciado un grupo de cambios en esta área, que probablemente serán continuados con alguna ‘carta’ en el área política. La nueva situación de Venezuela con un Chávez con cáncer, sumado a la experiencia cubana manejando la oposición venezolana dentro de ese país, quizá inste a Raúl a ser un poco más “abierto” y experimente internamente en Cuba con una “oposición” controlable, ya preparada como sabemos.

 

En tercer lugar, si la información que impele Payá a redactar semejante llamado fuera del conocimiento del resto de las organizaciones opositoras dentro y fuera de la isla, se crearía una sinergía propia que podría culminar en algún tipo de evento u agrupación sabidamente opositora, que realmente haga frente a la potencial pantomima que quizá el castrismo prepara, con la anuncia seguramente de sectores de Latinoamérica, la Unión Europea y de los Estados Unidos. Esta agrupación podría identificarse plenamente por encima de la atomización actual y facilitaría la lucha democrática por ser la “realmente” reconocida como opositora comprobada.

 

Quiero señalar la importancia de este asunto, porque si bien la salida de Chávez del poder en Venezuela representaría un golpe económico importante para la dictadura que nos oprime, es importante no subestimar a nuestros opresores, que supieron “capear el temporal” de la desaparición de la antigua URSS. Ese evento fue de complejidad comparable con el escenario que se presentaría sin el petróleo de Venezuela --con sus grados de dificultados mayores o menores-- porque la dictadura volvería a sacrificar al cubano de a pie para mantener el poder.

 

Por otro lado, sin una lucha política en la isla, como ya lo hacen nuestras organizaciones opositoras, no habrá cambios hacia la democracia en Cuba. La estrategia no puede centrarse solamente en cercenar a quienes ayudan desde el exterior a oprimirnos, como ya lo hizo la Rusia comunista y ahora lo hace la Venezuela chavista. La lucha ahora es básicamente política ante una dictadura en bancarrota, sin prestigio ni legitimidad dentro y fuera de Cuba, que es lo que nos dará la fuerza para que el mundo comprenda que una Cuba democrática es necesaria.

 

 

Artículos de este autor pueden ser consultados en http://www.cubalibredigital.com

 

Última actualización el Miércoles, 06 de Julio de 2011 15:20