FIDEL CASTRO, UN FULGENCIO BATISTA EMPEORADO Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 21 de Noviembre de 2009 14:56

 

15 de Noviembre de 2009

 

Por diversas vías llegan noticias sobre la creciente agonía de la dictadura cubana, ya en sus finales. Batista en su tiempo tuvo la cordura de irse para evitar un “baño de sangre”. ¿Lo hará Fidel? La golpeadura grotesca y abusadora a Yoani Sánchez a manos de esbirros de la dictadura castrista ha sido la escalada de esta semana, matizada además por noticias de incrementos de ineficiencia productiva, eliminación paulatina de la libreta de racionamientos sin producirse nada adicional y el fracaso de la producción agrícola nacional. ¡Todo un desastre!

 

En paralelo a estas desalentadoras noticias para los cubanos, se notició la escenificación de una marcha de jóvenes en la calle 23, precisamente a cuya marcha se dirigía Yoani y sus amigos cuando fueron interceptados violentamente por la policía política de la dictadura. Esta marcha de la juventud es de la gran relevancia en el contexto nacional. Por primera vez “la sociedad civil” (no los partidos disidentes y/o opositores existentes) organizan una marcha disimuladamente opositora, invocando el “fin de la violencia” es decir “la paz” (¿de Juanes?)

 

El mundo todo ha reaccionado con asombro al saberse la golpiza a Yoani Sánchez. En ello hay mucho del “descubrimiento tardío”, de que la dictadura cubana es de naturaleza represiva. Hasta ahora la represión se había podido matizar acusando de “agentes del imperialismo” a los opositores presos. Pero a Yoani Sánchez la conoce el mundo entero como una intelectual no comprometida políticamente con la disidencia, porque escribe sobre su día a día, relatando la pesadilla que la dictadura hace sufrir a los cubanos que no han podido emigrar (todavía).

 

La desgracia sobre la pateadura a Yoani ha hecho despertar al mundo, que si bien no tomará acciones de beligerancia contra la dictadura cubana, sí comienza a aclararse respecto al drama por el que atraviesa la sociedad civil cubana, inerme ante una dictadura tan cruel como todas.

 

Ningún cubano pudo evitar retrotraerse a la época de la anterior dictadura y sus connotados esbirros: Ventura, Carratalá, Nicolarde, entre otros. El policía comunista que golpeó a sus anchas a Yoani Sánchez sin permitirle defensa --abusador de mujeres indefensas-- es digno émulo de ‘los Venturas’ que Cuba padeció hace medio siglo y no hay diferencias sustanciales entre su “valentía” y la de los esbirros de Batista. De la misma manera, estos esbirros políticos del G2 cubano son hijos de sus padres adoptivos, Fidel y Raúl, como los esbirros de los años 50 lo eran de Batista y Masferrer. Las diferencias prácticamente no existen entre padres e hijos.

 

Con relación a Batista y los hermanos Castro, también hay más similitudes que diferencias. La única diferencia notable entre Batista y Fidel, es que el anterior dictador contempló la posibilidad de “abandonar el barco” cuando este se hundía, mientras que los hermanos Castro aparentemente creen que el pueblo cubano “aguantará” que “se hunda la isla en el mar”. La juventud ha comenzado a dar señales que si Castro piensa de esa manera, está equivocado.

 

Es ahí que cobra importancia la marcha por la “no violencia” a la que iba Yoani cuando fue interceptada, presa y golpeada. Hasta ahora los análisis dicen, hablan y demuestran el fracaso socialista, sin que hubiera habido hasta el momento --y desde hace muchos años-- una marcha beligerante como las que se escenificaban en la isla contra el comunismo a inicios de los 60, donde la tónica era la lucha armada contra la dictadura, la prisión y los fusilamientos bárbaros.

 

¿Está de vuelta la lucha en la calle por una Cuba mejor? ¿Será de nuevo nuestra juventud depositaria del martirologio y la valentía que caracterizó a la juventud cubana opositora de los 60? Las condiciones materiales y morales en la isla son irrespirables y propician esa rebeldía.

 

¿Qué hará la dictadura con estos jóvenes? Muchos de ellos músicos, otros artistas, la mayoría intelectuales, entre los más marginados del ambiente comprometido que se crea en Cuba contra la sociedad civil libre y mayoritaria. Ya vimos, la reacción ha sido de enfrentamiento.

 

No es difícil predecir el cataclísmico final que se avecina; no solamente por el fracaso de un experimento sabida y probadamente equivocado, sino por el embate beligerante de la juventud cubana en las calles --como ya sucedió pacíficamente 20 años antes-- ante el Muro de Berlín.

FIDEL CASTRO, UN FULGENCIO BATISTA EMPEORADO

Jorge Hernández Fonseca

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Última actualización el Sábado, 21 de Noviembre de 2009 15:05