Madrid reúne a la oposición interna cubana: Un análisis Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 05 de Marzo de 2014 16:05

Por Jorge Hernández Fonseca.-

El inicio del tan esperado proceso de consenso dentro de la oposición política cubana ha comenzado en Madrid. El encuentro de varios opositores individuales dentro de la isla, junto a organizaciones de la oposición política al castrismo establecidas básicamente en el exilio de Madrid, España, ha dado inicio al proceso de convergencia tan esperado por la oposición cubana, por lo cual debe ser saludado con respeto y optimismo, pero también con análisis.

 

Madrid reúne a la oposición interna cubana: Un análisis

Jorge Hernández Fonseca

5 Marzo de 2014

El inicio del tan esperado proceso de consenso dentro de la oposición política cubana ha comenzado en Madrid. El encuentro de varios opositores individuales dentro de la isla, junto a organizaciones de la oposición política al castrismo establecidas básicamente en el exilio de Madrid, España, ha dado inicio al proceso de convergencia tan esperado por la oposición cubana, por lo cual debe ser saludado con respeto y optimismo, pero también con análisis.

Tomando como base para ese análisis la existencia de tres ejes en la política opositora cubana actual (a saber: el eje oposición interna - oposición externa; el eje Madrid (España y Europa) – Miami (Estados Unidos) y el eje oposición de izquierdas – oposición de derechas) se observa el encuentro de dos de los seis polos presentes en los tres ejes antes definidos. Ha sido un encuentro de consenso de una parte del polo “oposición interna” con el polo “Madrid (España y Europa)”, lo cual es extremadamente loable, pero lamentablemente incompleto.

Dije antes que se trataba de “parte del polo ‘oposición interna’” porque entre los opositores residentes en Cuba --y presentes en Madrid-- resaltaron más las ausencias que las presencias. Jorge L. G. Pérez “Antúnez”, Oscar E. Biscet y Antonio G. Rodiles, por sólo citar tres personalidades opositoras internas, son presencias imprescindibles para validar un proceso como el analizado, aunque el inicio del proceso podría decantar más adhesiones internas.

Por otro lado, la reunión de Madrid habló a nombre de la “sociedad civil cubana” para exponer cuatro exigencias básicas, pero incluyó entre sus firmantes organizaciones políticas consolidadas en la lucha contra la dictadura, que de ninguna manera clasifican como “sociedad civil” porque fueron formadas para la batalla política. En este punto, los organizadores del encuentro cometieron el mismo “error” que la dictadura cubana, que expone sus “organizaciones políticas y de masas” como siendo parte importante de su “sociedad civil”.

Se desconoce la tendencia política (izquierda-derecha) de los opositores internos reunidos en Madrid. Esto es importante para el análisis, ya que estos polos constituyen un importante eje de la política opositora cubana, debido a que el mismo traspasa las fronteras y está presente geográficamente tanto en Cuba como en Madrid y en Miami. Haremos un esfuerzo de análisis.

Como “Antúnez” se pronunció recientemente en un comunicado escrito como siendo de tendencia “centro-derecha”; como Biscet ha sido condecorado por el presidente de los Estados Unidos (y eso dentro de Cuba --sólo dentro de la isla-- se considera “de derecha”); y como Rodiles viaja con frecuencia a Miami, donde tiene una base de apoyo logístico; muy probablemente estos tres opositores “quedaron fuera” por ser considerados “sospechosos de ser de derechas”, por lo que se deduce que los reunidos en Madrid serían “de izquierdas”.

Pido mis sinceras disculpas a las personalidades opositoras analizadas en el párrafo anterior, porque sé muy bien que dentro de Cuba ser considerado “de derechas” es un “crimen”. De igual manera, decir que un opositor al castrismo es “de izquierdas” podría constituirse en un “baldón” desagradable, después de la izquierda haber destruido material y moralmente a Cuba. En realidad, incluso sabiendo que la opinión de muchos de los analizados considera que las designaciones “izquierda” y “derecha” no tienen sentido actualmente, me permito discrepar de ese punto de vista, sobre todo cuando se me hace necesario hacer análisis de hechos políticos.

Así las cosas, ahora sólo faltaría un oportuno consenso de otros opositores internos, reunidos en Miami, EUA, junto a organizaciones políticas que operan desde esa ciudad y país, para ofrecer a la comunidad internacional su integración, con vistas a discutir con Estados Unidos los puntos que consideran necesarios para que los cubanos tengamos voz ante este importante país, tal como lo hicieron los opositores reunidos en Madrid para hablar con la UE. Quedarían así completados los intereses de los tres ejes antes mencionados y las situación de polarización mejoraría a sólo dos ejes: Miami (EUA) mas la derecha y Madrid (UE) mas la izquierda, eliminado el eje oposición interna – oposición externa, que estaría integrada en los nuevos ejes.

La conclusión anterior –conclusión personal y analítica que ofrezco en este texto-- me lleva a un punto harto conocido y analizado por varios de los observadores de la política opositora cubana actual, en momentos que Raúl Castro, su familia y sus generales, tratan (hasta ahora con éxito) de forzar una transición a la muerte de Fidel Castro, que lleve a la isla a un capitalismo de estado al estilo ruso. Sobresale entonces la actual y sorda pugna de intereses EUA-España, por encima de los intereses de la Nación cubana, que ya ha pagado un precio muy alto en su lucha por la democracia, como bien nos lo ha hecho recordar la muerte del comandante de la revolución democrática cubana traicionada de 1959, Huber Matos, en paralelo con los hechos analizados.

Un aspecto a resaltar de los objetivos de la reunión de Madrid es que se trató de un proceso 'reactivo', a una decisión de la UE, según se ha dicho por participantes de la reunión: “si ya la UE decidió negociar con la dictadura, ahora es necesario hacer escuchar a la sociedad civil cubana” conformada –según la óptica de los reunidos en Madrid-- por ellos. En realidad, “la sociedad civil cubana”, como todos sabemos, está formada por los CDR, la FMC, Los Pioneros, Las brigadas Hermanos Saiz, más un largo etcétera, dentro del cual “el consenso de Madrid” --si es aceptado, primero por la UE y después por la dictadura castrista (como representante de 'parte' de la sociedad civil, nunca de la oposición política)-- entonces sería una más, entre las ya existentes.

Un análisis objetivo de una estrategia tan pifia como la descrita, es beneficiosa para los planes castristas de tratar de “copar” una transición amañada, tomando como bandera la “bendición opositora interna” resultado del consenso de Madrid, que participaría de las discusiones como un “factor” a más dentro de la sociedad civil cubana actual, compuesta --además de por alguien del consenso de Madrid-- por una docena de representantes de organizaciones castristas de la sociedad civil, donde la voz y el peso del consenso de Madrid sería reducida a la mínima expresión, por no decir casi totalmente, permitiendo decir a la dictadura, que está “ampliamente representada, incluso por opositores políticos de dentro y fuera de la isla”.

Desde una óptica estratégicamente opositora, los objetivos de los consensos nunca deben ser 'reactivos', como en este caso, sino obedecer a objetivos políticos opositores propios. Pudiera haber objetivos relacionado a la sociedad civil dentro y fuera de la isla, pero estos no pueden suplantar a los objetivos políticos opositores por dos razones: primero, porque en el terreno de la sociedad civil la dictadura tiene muchas herramientas para contrarrestarlos, más fácilmente que en los objetivos políticos, donde tiene un solo partido, más los títeres que pudiera crear; y en segundo lugar, porque es necesario cuestionar la legitimidad política de la dictadura, que es la razón básica de la lucha de más de 10 mil muertos ya que el castrismo fue implantado de ‘fato’, no de ‘jure’.

Ante las potencias internacionales que pretenden influir en el futuro político y económico de la isla, Raúl Casto, su familia y sus generales, no pueden presentar a ninguna personalidad comunista interna con la confianza ética, moral y los conocimientos políticos y gerenciales como el que pudiera presentar un consenso de la oposición política interna cubana, junto al exilio de los Estados Unidos. Por otro lado, por mucho que la Unión Europea quiera, que España luche de manera revanchista contra EUA por sus actuales intereses discriminatorios dentro de la isla, jamás, en la historia de la Cuba del futuro, podrán llegar al grado de influencia estratégica dentro del pensamiento del cubano libre y democrático, a que pudiera llegar EUA si se lo propone, por ser EUA el único país que todavía se opone al castrismo, y que además acogió en sus propias leyes la ayuda al cubano interno y en diáspora, disperso por el mundo.


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Última actualización el Viernes, 28 de Marzo de 2014 09:16