¿Dónde está el pudor de los gobernantes cubanos? Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 06 de Mayo de 2017 10:51

Por ORLANDO FREIRE SANTANA.- 

El pudor es ese sentimiento sano, anunciante de decencia, de honradez, que muchas veces nos lleva a reconocer los méritos del prójimo aunque no simpaticemos con él, o en ocasiones nos conmina a permanecer callados y no censurar una tarea que somos incapaces de acometer.

Por supuesto que el pudor suele también impedir que las personas o instituciones se apropien de celebraciones que no les pertenecen. Y he aquí, precisamente, donde no hallamos ni una pizca de pudor en los gobernantes cubanos.

Cada 10 de diciembre, por ejemplo, las autoridades montan un show para "festejar" el Día Internacional de los Derechos Humanos. Reúnen a un grupo de pioneros en un parque a entonar canciones progubernamentales, o instalan una tribuna abierta donde dirigentes de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y otras organizaciones juveniles apéndices del Partido Comunista (PCC), pregonan a los cuatro vientos que en Cuba se garantizan los derechos socioeconómicos (a la vida, al trabajo, a la educación).

Pero, por otra parte, centenares de agentes de la Seguridad del Estado son lanzados a las calles ese mismo día con el objetivo de reprimir a cualquier persona que salga a demandar los derechos de asociación, la libertad de prensa, de reunión, así como otras libertades individuales reconocidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Así las cosas, este 3 de mayo, Día Internacional de la Libertad de Prensa, fuimos testigos de un acontecimiento que frisa los contornos de la desvergüenza. En vez de hacer silencio, por pudor, la maquinaria del poder en la Isla decidió celebrar la fecha, y para ello otorgó la Distinción Félix Elmuza, de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), a dos "personalidades" muy vinculadas con el trabajo de la prensa en Cuba durante los últimos años.

Uno de los homenajeados fue, ni más ni menos, el señor Rolando Alfonso Borges —"Alfonsito", como le decía Fidel Castro—, quien durante más de 20 años estuvo al frente del Departamento Ideológico del Comité Central del PCC. Es decir, que Alfonsito era el hombre que les decía a los directores de los diferentes medios de prensa cubanos, qué se podía y qué no se podía publicar.

Aunque parezca increíble, en el Día de la Libertad de Prensa, los gobernantes cubanos condecoraron al censor por excelencia, probablemente la persona que más odiaba el libre flujo de la información.

Según publicó el periódico Granma en su edición del jueves 4 de mayo, el señor Alfonso Borges, emocionado tras recibir la distinción, afirmó que "el periodismo en Cuba se realiza con el apoyo del pueblo y de las instituciones, con la garantía de que en 58 años de Revolución no ha sido asesinado, desaparecido o torturado ningún periodista por el ejercicio de su profesión".

Claro, el señor Alfonsito no podía aguar la fiesta de la UPEC mencionando a los periodistas independientes que son hostigados constantemente por el Gobierno, o los medios de prensa digitales cuyas páginas web están bloqueadas para que el ciudadano de a pie no pueda acceder a ellas, ni recordar el alto número de periodistas que fueron encarcelados durante la Primavera Negra de 2003.

Después de esta farsa, algunos opinan que, de existir el Premio Nobel de la Paz post mortem, las autoridades cubanas podrían postular para esa distinción al comandante Manuel Piñeiro "Barbarroja", el mismo que organizó la violencia y las guerrillas en América Latina en su condición de jefe del Departamento de América del Comité Central del PCC.

Al parecer, el pudor de los gobernantes cubanos era verde y fue a parar a un potrero repleto de chivos.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Jueves, 11 de Mayo de 2017 10:32