La apuesta de AMLO por relanzar la CELAC fracasa tras la polémica Cumbre de México Imprimir
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Martes, 21 de Septiembre de 2021 16:29

Miguel Díaz-Canel y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la Cumbre de la CELAC.

Por ANDRÉS CAÑIZALEZ.-

No rindió frutos la apuesta del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por afianzar para México un liderazgo regional apalancado en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y en contraposición a la Organización de Estados Americanos (OEA). La Cumbre Presidencial de este 2021, la primera después de cuatro años por falta de consenso, será recordada en realidad por los señalamientos públicos contra los autoritarismos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

La estrategia seguida por Marcelo Ebrard, canciller mexicano y mano derecha de AMLO, terminó empantanando la reunión y deja serias dudas sobre la posibilidad de que la CELAC pueda revivir. Para demostrar su independencia de Washington, México recibió con la alfombra roja a los dictadores Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel. La presencia de ambos generó señalamientos, críticas y divisiones entre el resto de mandatarios.

La manida imagen de la izquierda de un pequeño David que se enfrenta a Goliat tuvo en México este 18 de septiembre otra representación. Fueron tres países "pequeños" —tres David, por seguir la metáfora: Uruguay, Paraguay y Ecuador— los que emplazaron a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, que tenían el beneplácito del anfitrión México, en términos geopolíticos un Goliat regional.

La cumbre, entretanto, terminó como otras anteriores: con una larga declaración de buenas intenciones. Para lograr el consenso de la treintena de países, el documento hace votos genéricos por la democracia y los derechos humanos; al mismo tiempo, condena las sanciones y el embargo de Estados Unidos, aunque sin mencionar a ese país de forma explícita. Las 13 páginas de la declaración son una suerte de cajón de sastre, hay temas diversos, generalidades y enunciados.

No se logró uno de los objetivos de AMLO: financiamiento regional para crear un aparato político y diplomático a través de una secretaría general sólida. El plan mexicano parecía ser que la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños pudiese contraponerse a la Organización de Estados Americanos.

No hubo tampoco acuerdo sobre qué país sucederá a México en la presidencia pro-tempore en 2022, ni fecha y lugar para la próxima cumbre. Fuentes diplomáticas mexicanas consultadas por DIARIO DE CUBA confirmaron que fue imposible lograr acuerdos en estos tres puntos, con lo cual la CELAC queda en la misma situación de deriva que tenía antes de la Cumbre de México.

Dos días antes de la polémica reunión, Estados Unidos anunció su intención de relanzar las Cumbres de las Américas en 2022, con el tema de la democracia como punto crucial en la agenda, según el secretario de Estado, Antony Blinken.

"Lo que se pensó sería una reunión histórica, terminó siendo una asamblea desairada, sin acuerdos cruciales y con enfrentamientos verbales entre varios de sus participantes. La reunión de la CELAC, que debía representar para México una plataforma de liderazgo, resultó un fracaso en muchos sentidos", sintetiza el analista mexicano Daniel Rodríguez.

La cumbre fue "construida a mano y con cuidado por México para lograr el consenso que llevara a la sustitución de la OEA"; sin embargo, eso "ni siquiera apareció como propuesta en los documentos finales", afirma por su parte el periodista Raymundo Riva Palacio. La cancillería mexicana preparó la reunión durante más de medio año.

Por su parte, el analista Gabriel Salvia, director general del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), recordó en un informe reciente que "al constituirse, la CELAC adoptó en Caracas una poco creíble cláusula democrática, argumentando en favor de la unidad en la diversidad, relativizando así los sistemas políticos. Es decir, vale igual una democracia como la de Costa Rica, Chile y Uruguay que una autocracia como la de Venezuela y una dictadura de partido único como Cuba".

La Cumbre de México ha dejado en evidencia la inviabilidad de este esquema, que tuvo cierta capacidad de operación cuando la petro-chequera del chavismo financiaba tanto a la CELAC como a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

En la actualidad, no hay dinero de Caracas y el rostro chavista más visible es el de Maduro, quien está seriamente cuestionado y con posibilidades de ser procesado por crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional.

"México salió debilitado, lejos del papel protagonista y líder regional con el cual aspiraba terminar", sostiene Riva Palacio, quien prevé que la alfombra roja que tuvieron Díaz-Canel y Maduro en Ciudad de México terminará siendo un bumerán político para AMLO. México "leyó terriblemente el real contexto actual latinoamericano".

Tradicionalmente se ha considerado, en términos geopolíticos, que América Latina tiene tres países de peso: México, Brasil y Argentina. En el caso de esta cumbre, no solo falló México, sino que los otros países estuvieron ausentes por razones disimiles.

Brasil, por decisión del presidente Jair Bolsonaro, abandonó oficialmente la CELAC en enero del año pasado y no atendió la invitación de México.

En el caso de Argentina, el representante del Gobierno de Alberto Fernández en la cita era el canciller Felipe Solá. Sin embargo, este supo de su destitución como responsable de la política exterior mientras (literalmente) iba en el avión hacia Ciudad de México. Salió de Buenos Aires siendo canciller y al aterrizar en México ya no lo era.

La destitución de Solá fue parte del arreglo político que debió hacer el presidente Fernández para atajar la crisis interna que le enfrentaba con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras el fracaso electoral del kirchnerismo en las elecciones primarias previas a las votaciones legislativas del venidero 14 de noviembre.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Domingo, 03 de Octubre de 2021 15:41