¿Dónde está el camillero de la Cruz Roja? Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 14 de Abril de 2012 19:15

Por Huber Matos Araluce.-

Por mucho que el régimen vigiló y  reprimió a la oposición durante la visita papal, bastó un audaz santiaguero para que  el mundo se diera cuenta de lo que verdaderamente quieren y piensan los cubanos.

Andrés Carrión no gritó abajo el embargo sino “¡Abajo el comunismo!”. Ni pidió cambios económicos sino exigió  la “¡Libertad!” para los cubanos.

Lo simbólico de la  protesta de Andrés Carrión es que la hizo sin el amparo ni la ayuda de ninguna organización.  La hizo por su iniciativa personal y en nombre de todos los cubanos.

El descalabro publicitario sufrido por esa protesta se magnificó cuando millones de televidentes en el mundo fueron testigos de la agresión cobarde e innecesaria contra un hombre que en ningún momento empleó la violencia ni se resistió al arresto.

La policía no detuvo al verdadero agresor, “el camillero de la Cruz Roja”, sino a la víctima, que fue secuestrada sin ningún derecho. Cuando muchos días después su madre pudo verlo, explicó que Andrés trataba de decirle algo urgente con la mirada porque no le permitían hablar.

Ahora ha sido acusado de “desórdenes públicos” y puede ser condenado por hasta por cuatro años de prisión.  Su madre ha confesado que no han podido encontrar un abogado que lo defienda.

La Iglesia Católica cubana debía poner a disposición de Andrés la mejor de las defensas legales. El protestó en el contexto de un acto religioso y sagrado, por lo que no debiera ser desamparado por la institución.

Alega la tiranía que el abuso físico contra el detenido fue propiciado por un camillero de la Cruz Roja cubana que misteriosamente no identifica por su nombre.  En cualquier país del mundo el camillero habría sido detenido y acusado ante los tribunales.  Pero en Cuba no; en Cuba lo han escondido.

Extraña coincidencia, ya que tampoco aparece Francisco Santana Grabayan, de muy parecida descripción.  Ladrón, chivato y salvavidas del hotel Playa Blanca en donde por robarse el cloro fue sancionado y protegido por el gobierno, que le dio un nuevo trabajo en el  hotel Versalles.  Ahora tampoco aparece porque lo han mandado de vacaciones.