Claves para entender el mensaje político del viaje papal a Ecuador, Bolivia y Paraguay Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 13 de Julio de 2015 10:40

Por Rogelio Núñez.-

El Papa Francisco no solo es un líder moral y religioso sino que también sus mensajes tienen un alcance claramente político y hasta geopolítico (la relación entre Bolivia y Chile). Eso se ha podido comprobar y se ha hecho patente en su primer viaje oficial a Latinoamérica que le ha llevado a Ecuador, Bolivia y Paraguay.

(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. Augusto Álvarez Rodrich, en el diario peruano La República, resalta ese doble rol que caracteriza al pontífice: “El Papa Francisco culmina esta semana su gira sudamericana con un mensaje que trasciende a los países que visitó –Ecuador, Bolivia y Paraguay– y que constituye un discurso que es una apuesta por los pobres. No hay duda de que, especialmente cuando se trata de una figura pública, una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace, pero eso no debiera mellar la relevancia que siempre tienen en el curso de los eventos de una sociedad los discursos con influencia y connotación política”.

Una propuesta ideológica diversa, compleja y sutil

Efectivamente, ese viaje ha dejado en evidencia que el papa Francisco es mucho más que un pontífice presuntamente izquierdista, heredero de la Teología de la Liberación y que vería con buenos ojos los experimentos políticos de Evo Morales o Rafael Correa.

Su propuesta ideológica es mucho más diversa, compleja y sutil. En realidad, ideológicamente, el papa Francisco es un  producto de su propia historia personal y la de la América latina que le tocó vivir.

Nacido en 1936, ha vivido los tiempos del populismo latinoamericano (en su versión peronista), de la lucha guerrillera en los 60-70, del auge de la Teología de la Liberación, de las dictaduras y de las reformas neoliberales en los 80-90.

QUITO (ECUADOR) 06/07/2015.-EFE/Robert Puglla

El papa Francisco junto a Rafael Correa

Pero hay mucho más que eso. Esa experiencia vital explica, solo en parte, las ideas de un papa quien además es continuador de la doctrina social de la Iglesia que forjara a finales del siglo XIX el papa León XIII.

Jorge Fernández Díaz lo ha visto muy claramente en un artículo en el diario La Nación: “Bergoglio es preperonista: se formó con las encíclicas sociales de León XIII y con una serie de punzantes pensadores socialcristianos. Y luego creyó ver astillas de esos mismos ideales en el hipotético Perón del regreso, aquel león herbívoro… hoy, para Francisco, el populismo no es un objetivo, sino apenas un punto de partida. Un método de emergencia que han encontrado las sociedades ante situaciones límite, pero que debe ser vigilado para que después no se cristalice y derive en autocracias y dictaduras mal disimuladas y corruptas”.

Por esas razones, Jorge Bergoglio no duda en respaldar la obra social de regímenes como el de Correa o el de Evo Morales y a la vez no duda en criticar sus desviaciones autoritarias.

Así, el viaje ha puesto en primer plano el compromiso de la Iglesia católica con los más pobres y con el medio ambiente, los dos pilares en los que se sostiene el mensaje papal. “Los pobres son la deuda que aún tiene toda América Latina”, ha dicho el autor de la Encíclica “Laudato Si” que es un alegato en defensa de la naturaleza.

El controvertido regalo de Evo Morales al papa Francisco

El controvertido regalo de Evo Morales al papa Francisco

En Santa Cruz de la Sierra, por ejemplo, pidió un cambio del sistema económico mundial que “ya no se aguanta”. Todas estas declaraciones acercan al papa a Correa y Evo Morales y le sitúan dentro del ámbito del progresismo de izquierdas.

“Francisco es propenso a abrazar los populismos latinoamericanos… Mientras elogia el asistencialismo populista, Bergoglio es capaz también de reclamar bajo las narices de Correa y de Evo Morales que se terminen los personalismos y los liderazgos únicos, y recomendar la libertad para los medios de prensa, las ONG y los intelectuales. Propicia el deshielo con la Cuba de los Castro, pero le demuestra al presidente boliviano que la hoz y el martillo no le caen en gracia. Y eso lo hace el mismo día en que carga duramente contra el capitalismo internacional y la dictadura del dinero. Cuesta entender todavía que no se trata de un zigzag demagógico, sino de una ideología que viene de fábrica”, señala Jorge Fernández Díaz.

El Papa Francisco: “Las ideologías terminan mal, no tienen en cuenta al pueblo. Fíjense lo que ocurrió con las ideologías del siglo pasado, terminaron siempre en dictaduras”.

Efectivamente, el papa Francisco alterna esas alabanzas al compromiso social del evismo y el correismo con una defensa de la diversidad frente a las tentaciones autoritarias que atacan el modelo de libertades y el de la democracia como vital.

Por eso ha insistido, delante de Rafael Correa y de Evo Morales, que los ciudadanos se animen a seguir “trabajando con todas sus fuerzas para consolidar las estructuras e instituciones democráticas que den respuesta a las justas aspiraciones de los ciudadanos”,

En Quito, por ejemplo, llamó a evitar los “liderazgos únicos” y los “personalismos”. Francisco subrayó que la unión que pide Jesús no es uniformidad, sino la inmensa riqueza de lo variado, que aleja “de tentaciones de propuestas unicistas más cercanas a dictaduras, a ideologías o a sectarismos”.

Incluso, no ha dudado en criticar los excesos de las ideologías: “Las ideologías terminan mal, no tienen en cuenta al pueblo. Fíjense lo que ocurrió con las ideologías del siglo pasado, terminaron siempre en dictaduras”.

El Papa y el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, cosultan un documento,

El Papa y el presidente de Paraguay, Horacio Cartes

Por último, el caso del crucifijo es quizá el más esclarecedor en cuanto a lo que trata de transmitir el papa.

Evo Morales le entregó a Francisco un crucifijo con la forma de una hoz y un martillo y el papa le habría respondido con un sencillo pero contundente: “No está bien eso”.

Como señala Fernando Molina en el diario El País “Morales… quizá fue demasiado lejos al intentar entregarle en Palacio de Gobierno un crucifijo con la forma de la hoz y el martillo comunistas, símbolo de la teología de la liberación a la que una parte de la izquierda latinoamericana quiere afiliar a Francisco. Este, visiblemente asombrado, miró el souvenir un momento y lo devolvió”.

En resumen, el mensaje del papa debe ser contemplado en toda su extensión, alejándolo de reduccionismos maniqueos (derecha vs izquierda) pues responde a una elaboración personal e intelectual producto de una compleja vida y unas muy diversas influencias ideológicas que van desde cierto peronismo a la doctrina social de la Iglesia.

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