El más votado se sintió derrotado y en la Argentina, ya nada será igual Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 27 de Octubre de 2015 10:52

Por Nelson F. Salvidio.-

Era previsible que cualquiera que ganara, aun cuando la victoria fuera para el candidato oficialista, eso implicaría un cambio para la Argentina. Pero el sismo electoral de las urnas de este domingo 25, sorpresivo para todos los analistas, y demoledor para las expectativas del movimiento político que gobierna el país desde 2003, producirá cambios insospechados.

BUENOS AIRES (ARGENTINA), 25/10/2015.- EFE/David Fernández

Sólo en las esperanzas soñadoras de los opositores que se sintieron triunfantes, sólo en sus corazones más que en sus cabezas, estaba un resultado como el que se produjo.

Los oficialistas confiaban en una victoria cómoda, holgada; se conformaban con un resultado que sin determinar victoria en primera vuelta, dejara la elección definida, pero ya ni temían de una derrota.

Esperaban a ver si el candidato que fuera segundo, persistía en la carrera electoral o se bajaba para evitar la derrota del balotaje.

Los opositores confiaban en una buena votación y cruzaban los dedos para una compleja segunda vuelta.

Pero la primera vuelta presidencial de Argentina dejó al oficialista Daniel Scioli y al opositor Mauricio Macri en un balotaje del 22 de noviembre con resultado incierto. Y aunque el postulante oficialista va en primer lugar, perdió la condición de favorito, y el clima victorioso se dio en la escuadra opositora.

Cambia el encuadre de las apuestas.

Y con este nuevo contexto, ahora sí más que nunca, queda bastante claro que la continuidad del “modelo” peronista-kirchnerista aparece jaqueado, con pocos movimientos posibles para eludir el “jaque mate”.

Hasta la noche del domingo, una respuesta sobrevolaba la elección: “y bueno, ahora o más tarde, con más o menos votos, el futuro presidente es Scioli”.

Las dudas eran sobre cómo manejaría el nuevo presidente su relación política con la presidenta saliente y su aparato partidario. Si él mismo tomara realmente las riendas del Estado, o si quedaría maniatado de la estructura peronista-kirchnerista.

Ya nadie pronostica lo mismo, ni nadie cae en esas especulaciones. Hasta en esa cuestión pendular de los pronósticos fáciles, el favorito ha pasado ser Macri para muchos.

Pero falta mucho para conocer el resultado final de este proceso electoral.

Una nueva Argentina nacerá tras las elecciones del 22 de octubre.

Gane quien gane, Scioli o Macri, no serán continuidad de una era política que comenzó en 2003, con un presidente que asumía con escaso poder, pero que supo construir una red político-gubernamental fuerte, que extendió predominio hasta esta primavera del Cono Sur.

Pero el cambio posible que comenzará a ejecutarse el 10 de diciembre, cuando un nuevo presidente suceda a Cristina Fernández de Kirchner, estará acotado políticamente a una estructura de poder político-sindical peronista que impondrá su sello populista histórico.

Por el peso partidario del Congreso, por la incidencia de movimientos sindicales o de redes sociales que subsisten con clientelismo estatal, el peronismo mantendrá cuotas de poder, que de alguna manera mantendrán influencia en la nueva administración.

Aún pese a eso, nada será igual.

La sorpresa de las urnas de este domingo 25 fue un terremoto político a las expectativas generales previa a la elección, cuando el clima electoral se había enfriado en lo que se percibía como una victoria segura del peronismo oficialista.

Antes que abrieran las urnas, había una coincidencia general en que Daniel Scioli sería el candidato presidencial más votado con amplia distancia sobre Mauricio Macri, y la duda era si llegaba a un caudal electoral de 45%, o si al no alcanzar ese umbral, igual superaba el 40% con diez puntos de diferencia con Macri, y de esa forma ganaba la Presidencia en primera vuelta.

María Eugenia Vidal será la primera gobernadora de Buenos Aires

María Eugenia Vidal será la primera gobernadora de Buenos Aires

A Scioli lo veían con la banda presidencial. En lo previo, el run run político giraba sobre porcentajes y sobre una actitud de Macri, por si ante una diferencia contundente, él se bajaba de la segunda vuelta y reconocía que los argentinos querían continuidad y no cambio.

Pero en las primeras horas de este lunes 26, al avanzar el escrutinio, el resultado de las urnas mostró que habría balotaje y no para cumplir, sino con resultado abierto. Y que el resultado era un balde de agua fría para el oficialismo. Agua helada.

Durísimo golpe.

La provincia de Buenos Aires es un reducto del peronismo histórico, y el escrutinio primario mostraba que el kirchnerismo dejaba el poder a una mujer, liberal, cabeza de la federación partidaria liderada por Mauricio Macri. María Eugenia Vidal, una porteña de 42 años, fue una de las sorpresas de la elección.

En lo nacional, el candidato oficialista Daniel Scioli no llegaba al 37%, y la diferencia con el principal opositor, Mauricio Macri, era de apenas dos puntos porcentuales.

El tercer postulante, un peronista escindido del cerno kirchnerista y que se convirtió en severo crítico del gobierno de Cristina Fernández, sentía en la madrugada del lunes, que quedaba fuera del balotaje pero con la llave para decidir la sucesión presidencial.

Sergio Massa, pudo estar más cerca de Scioli, pero ahora, el dato de las urnas lo hace repensar la estrategia.

Scioli fue el más votado. Pero Macri fue el que festejó.

“La Cámpora”, la barra política oficialista que se caracteriza por militancia activa y por actitudes prepotentes, no estuvo con Scioli a la hora del escrutinio, sino con el candidato kirchnerista para la provincia de Buenos Aires.

Todavía la atención se concentra en lo político.

Luego vendrá lo económico. La maldita herencia que dejará un gobierno que ni se inmutó por quemar reservas para disfrazar el deterioro económico, condiciona muchísimo al gobierno entrante.

Pero es previsible que estos nuevos datos políticos generen un shock de entusiasmo (para no llamarlo por ahora confianza), en inversores y empresarios, que tienen demoradas decisiones de negocios en la Argentina.

Sea como sea, ya nada será igual.

Última actualización el Martes, 27 de Octubre de 2015 10:54