¿Quién lo diría? el mismo presidente Barack Obama, que días atrás criticara impiedosamente el Muro que el entonces candidato Donald Trump prometía construir en la frontera con México contra la inmigración desde ese país, acaba de construir (sin siquiera anunciarlo) un Muro insalvable contra la inmigración cubana, cancelando la legalidad que la respaldaba.

Con la construcción del Muro anti-cubano de Barack Obama –construido ante el silencio cómplice de la prensa que truena contra el Muro de Trump-- viene a llenar de dolor a miles de cubanos en tránsito por toda Centro y Suramérica camino a su libertad en la patria de Washington. Este éxodo no tiene regreso posible porque los cubanos en fuga han vendido en la isla sus pocos bienes materiales para financiar tan azaroso viaje.

El Muro de Obama contra la Inmigración Cubana

Jorge Hernández Fonseca

14 de Enero de 2017

¿Quién lo diría? el mismo presidente Barack Obama, que días atrás criticara impiedosamente el Muro que el entonces candidato Donald Trump prometía construir en la frontera con México contra la inmigración desde ese país, acaba de construir (sin siquiera anunciarlo) un Muro insalvable contra la inmigración cubana, cancelando la legalidad que la respaldaba.

Es verdaderamente doloroso comprobar como una persona desde tan alto cargo puede criticar un acto prometido “por otro” y de inmediato hacer uso de sus prerrogativas para hacer exactamente lo mismo que criticaba antes con vehemencia. Es de un sentimiento anti-cubano inexplicable el ejecutar semejante acto de discriminación contra una inmigración sabidamente positiva dentro el tejido social norteamericano, sólo para complacer a un dictador envilecido.

A pesar de la maldad implícita en eliminar un derecho previamente adquirido por los cubanos en fuga de una cruel dictadura --que ningún otro país de la región sufre (o haya sufrido nunca)-- ha habido en este acto presidencial otro maleficio sin límites: Obama ha eliminado también un derecho migratorio que los médicos cubanos habían adquirido de manera justa, por haber sido sometidos a un trabajo esclavo fuera de la isla, trabajando largas horas para recibir una fracción insignificante de su salario, siendo que la dictadura cubana se apropia de la mayor parte de los valores monetarios que devengan, sin otro significado que una gabela esclavista. ¡Una felonía!

Con la construcción del Muro anti-cubano de Barack Obama –construido ante el silencio cómplice de la prensa que truena contra el Muro de Trump-- viene a llenar de dolor a miles de cubanos en tránsito por toda Centro y Suramérica camino a su libertad en la patria de Washington. Este éxodo no tiene regreso posible porque los cubanos en fuga han vendido en la isla sus pocos bienes materiales para financiar tan azaroso viaje. Ahora estos cubanos enfrentan a otra falsedad presidencial, que clamaba a los cuatro vientos garantías cuando expresaba: “la política migratoria de EUA no sufrirá cambios” ¡Una verdadera traición!

A las tantas decepciones que el pueblo cubano ha tenido que sufrir a lo largo de estos casi 60 años de sufrir una tiranía comunista sin precedentes, se suma ahora un hecho tan inexplicable como innecesario, sólo para complacer las ansias de poder total de la más larga, cruel y despiadada dictadura de todo el hemisferio occidental, sin recibir absolutamente nada a cambio.

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