El Gobierno de Panamá frena las deportaciones y busca una salida para los cubanos varados en su territorio Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 07 de Febrero de 2017 11:05

Emigrantes cubanos varados en Panamá, que el 2 de febrero fueron informados de que serían deportados a Colombia, se levantaron al día siguiente con la novedad de que tal vez podrían pedir asilo en el país centroamericano. No obstante, para algunos la noticia llegó tarde, ya habían escapado a la selva.

"Nos están llevando de uno en uno a llenar papeles. A mí todavía no me han llamado", dijo a DIARIO DE CUBA Carmen Mejias, una emigrante detenida en la localidad panameña de Lajas Blancas, Darién.

En rueda de prensa el 2 de febrero, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, expresó que el país centroamericano evalúa diferentes alternativas para los emigrantes cubanos; entre ellas está la posibilidad otórgales estatus de legalidad y permiso de trabajo, pero fue enfático al advertir que quienes tengan antecedentes penales o problemas con la justicia serán entregados a Migración Panamá.

Andy Mora, emigrante que regresó a Turbo, Colombia, después de ser deportado por la guardia panameña el pasado 30 de enero, dijo que en la localidad colombiana se encuentran alrededor de 120 cubanos a la espera de una decisión del Gobierno de Panamá.

"Colombia nos está renovando el salvoconducto, pero nuestra intención es continuar. Estamos esperando a ver si Panamá nos da paso. De no ser así, tomaremos la selva de nuevo. Algunos han decidido regresar a Cuba, esos son pocos, otros al país por donde ingresaron desde Cuba", declaró Mora.

DIARIO DE CUBA pudo comunicar con los emigrantes que se encuentran en el puesto militar de la localidad fronteriza de Lajas Blancas, quienes denuncian maltrato físico y psicológico por parte de los guardias.

"El pasado 31 de enero, cuando nos iban a deportar y a dejar tirados en la selva en la frontera con Colombia, nuestra respuesta fue sentarnos en actitud pacífica y tomarnos de las manos, pero ellos usaron la fuerza y descargas eléctricas. Algunas mujeres tienen laceraciones en el cuerpo y la piel quemada, pero no hemos recibido atención médica", se quejó el emigrante José Luis Berlau. "Aunque las deportaciones las pararon, las condiciones en que estamos son duras: dormimos en el suelo, el agua nos las restringen y estamos rodeados por guardias armados. Ellos dicen que esto es un campamento para refugiados, pero de humanitario no tiene nada".

En el albergue de la Pastoral Social Cáritas Panamá se encuentran 255 migrantes cubanos que encuentran alivio y solidaridad después de cruzar durante ocho días la selva del Tapón del Darién entre Colombia y Panamá.

"Nosotros nos reunimos con el canciller de Panamá, a quien pusimos al tanto de la situación de los cubanos en la localidad de Lajas Blancas. Lo importante es que las deportaciones se frenaron", dijo el diácono Víctor Berrio, secretario general de Cáritas Panamá.

"Los 34 cubanos que iban a ser deportados el viernes 3 de enero están allá junto con los 18 que habían escapado y estaban perdidos en la selva, la guardia los rescató y los llevó de nuevo para Lajas Blancas", señaló.

"Para el miércoles 8 de febrero el Gobierno panameño debe tener listo todos los mecanismos para solucionar esta crisis migratoria. Algunos decidirán continuar y otros, que cumplan los requisitos, recibirán permisos de permeancia y laboral", dijo Berrio.

La Pastoral Social Cáritas Panamá ha atendido a más de 6.000 emigrantes cubanos desde que estalló la crisis migratoria a finales de 2016.

Aunque el flujo de cubanos que llegan a Turbo, Colombia, con el fin de cruzar la frontera con Panamá para continuar hacia Estados Unidos ha mermado, este 5 de febrero en la zona fronteriza entre ambos países se encontraban alrededor de 460 emigrantes a la espera de una decisión del Gobierno panameño.

Los cubanos estaban distribuidos así: Turbo y Sapzurro (Colombia) 150; Lajas Blancas y el albergue de Cáritas Panamá 310.

diario de cuba