La dictadura cubana consideró este jueves “ridículas” e “injerencistas” las “preocupaciones” de España sobre los derechos humanos en la isla, y dijo que el gobierno de ese país “está muy lejos” de ser un ejemplo en la materia, en alusión al manejo de las manifestaciones de los “indignados”.

AFP

LA HABANA

“Es sorprendente y a la vez ridículo que un representante de la Cancillería de un país en severa crisis económica y social realice formulaciones injerencistas de ese tipo para congraciarse con el imperio”, dijo el diario oficial Granma, al referirse a declaraciones del secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos de España, Juan Antonio Yánez-Barnuevo.

Ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, Yánez-Barnuevo reconoció algunos avances de Cuba con la excarcelación de unos 130 presos políticos, pero dijo que la situación de los derechos humanos sigue siendo “preocupante”.

“Yánez-Barnuevo no puede aparecer como una virgen vestal en la política para dar recetas a Cuba con tantos y serios problemas que enfrenta España”, dijo Granma, que publica en primera plana una foto de un policía español golpeando a un manifestante.

“Toda persona sensata y honesta coincidiría en que el gobierno del país ibérico está muy lejos de ser ejemplo en lo que se refiere al respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales”, añadió el diario.

España apoyó el diálogo entre la Iglesia Católica y el gobierno de Raúl Castro que condujo a la liberación de los presos políticos, y recibió como refugiados a la mayoría de excarcelados y sus familiares, pero desde la salida de Miguel Ángel Moratinos de la cancillería española las relaciones se tensaron.