Payá arremete contra la conferencia sobre inmigración que organiza la iglesia en Cuba Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 20 de Abril de 2012 08:32

El disidente Oswaldo Payá escribe hoy en su página web que el régimen militar  de la isla ha negado a los cubanos el derecho universal de la libertad para viajar durante más de medio siglo y aún sigue negando ese derecho sin perspectivas transparentes de cambios.

La Conferencia "Un Dialogo Entre Cubanos" que comienza hoy en la Casa Sacerdotal de la Habana, dice Payá, es organizada y dirigida por los que en Cuba, no sólo desprecian la oposición pacífica, sino que niegan su existencia, expresamente, en sus publicaciones y avanzan cada vez más en el túnel del alineamiento con las mentiras del régimen...

Tomado de MARTINOTICIAS

Asegura el disidente que ese régimen ha desgarrado con la mayor crueldad a millones de familias cubanas y aún lo sigue haciendo.

Voceros del gobierno desde hace meses especulan sobre posibles cambios migratorios y algunos como el Señor Ricardo Alarcón, Presidente de la Asamblea Nacional, justifica el estado de cárcel en que mantienen a Cuba diciendo que no pueden perder el capital humano. Esa expresión, apunta Payá, es propia de esclavistas,  y refleja la concepción de los que tienen el poder en Cuba  sobre los seres humanos, a los que consideran su capital, su propiedad y no les tratan como personas con dignidad y derechos. 

Para el régimen, continúa el disidente, los habitantes de Cuba son siervos  y no ciudadanos, y pregunta. ¿Si es verdad que el Gobierno realizará cambios migratorios, porque no informa al pueblo de  que cambios hará y cuando? Desprecian tanto al pueblo que no le respetan ni su derecho a saber. ¿O es que los cambios que se proponen no son los derechos que demandamos en el Proyecto Heredia?

Asegura Payá que el Proyecto Heredia o Ley de Reencuentro Nacional y pretende poner fin la discriminación contra los cubanos en Cuba, es una propuesta ciudadana apoyada en la Constitución para que de una vez y de manera legal, inequívoca y transparente se garantice:

El derecho a entrar libremente a Cuba y a salir libremente de Cuba para todos los cubanos sean o no profesionales o técnicos, sin permiso de salida o de entrada, por el tiempo que la persona decida, sin impuestos, ni confiscaciones, ni despojos  de propiedades,  sin pagar cada mes que vivan en el extranjero un rescate al gobierno, pagando todos los tramites en moneda nacional y eliminando para siempre ese castigo de salida definitiva que es del destierro que se impone a los cubanos que deciden vivir fuera de Cuba.  Fin de las humillantes cartas de liberación como condición para viajar a los médicos y otros profesionales.

La restitución de todos los derechos ciudadanos  a los cubanos de la diáspora y a sus hijos como cubanos plenos que son, sin exclusiones y el fin de todas las restricciones y los requisitos de obtener permisos, de manera que los cubanos que viven fuera de Cuba puedan entrar a su país cuando quieran y por el tiempo que quieran y vivir en su patria si lo deciden.

Fin de las humillaciones,  deportaciones internas y maltratos contra los cubanos que en nuestro propio país, huyendo de la pobreza y de la falta de oportunidades, se trasladan de unas a otras provincias.

Fin de todas las desigualdades y limitaciones de acceso a cargos  y de exclusiones  por motivos políticos e ideológicos y de otras privaciones como es el derecho a Internet.

El disidente declara que el régimen persigue con todas su fuerzas represivas a los activistas que colectan firmas para el Proyecto Heredia, mientras habla de posibles reformas migratorias, y agrega que algunos le hacen coro facilitando el engaño contra el pueblo. Estos acompañan al régimen en esta especulación despótica mediante declaraciones, publicaciones, conferencias y la propagación de doctrinas en las que piden el voto de confianza para el Gobierno del general Raúl Castro y no los derechos, el voto y la confianza para el pueblo, apunta Payá.

La Conferencia "Un Dialogo Entre Cubanos" que comienza hoy en la Casa Sacerdotal de la Habana, dice Payá, es organizada y dirigida por los que en Cuba, no sólo desprecian la oposición pacífica, sino que niegan su existencia, expresamente, en sus publicaciones y avanzan cada vez más en el túnel del alineamiento con las mentiras del régimen y con el proyecto de continuidad del totalitarismo, en el que están encaprichados los privilegiados del poder. Así están alentando a la oligarquía a seguir negando los derechos a los cubanos.

De esta manera, estos que gozan del privilegio de tener voz y espacios protegidos, conspiran contra la verdadera reconciliación y la paz que sólo puede lograrse si se respetan todos los derechos de todos los cubanos, su libertad de expresión y asociación y se celebran elecciones libres. Esos derechos los seguiremos reclamando aun cuando estemos solos frente a estas maniobras y conspiraciones contra la soberanía popular.

Estos "organizadores", declara el disidente, hablan con los  conceptos de "las perspectivas de la relación entre emigrados cubanos y su país de origen, teniendo como referencia el proceso de reformas o actualizaciones económicas que se iniciaba en Cuba". Denunciamos que esos son las mismos términos que  emplea el régimen para negar la condición plena de cubanos a los que han salido de nuestra Patria en busca de la libertad que no existe en Cuba y a los que el propio régimen mantiene en condición de desterrados como lo hace con los que actualmente salen con la categoría impuesta de salida definitiva. Esa categoría de "salida definitiva" se emplea inclusive en la última Ley de la Vivienda, emitida hace sólo unos meses.

UNA RESPUESTA A PAYÁ DESDE MIAMI

Entrevista a Juan Antonio Blanco, Tomado del DIARIO DE CUBA

«Es importante que en Cuba se diga que el Estado debe realizar cambios en la Constitución»

Juan Antonio Blanco opina acerca de la conferencia habanera sobre emigración convocada por la Iglesia Cátólica.

Hoy jueves se inicia en La Habana, en la Casa San Juan María Vianney, antiguo convento de las monjas dominicas, la conferencia "Un diálogo entre cubanos", convocada por la revista Palabra Nueva de la Archidiocésis de La Habana. Participan en ella académicos de centros estadounidenses, como Jorge Duany (Universidad de Puerto Rico), Uva de Aragón (Universidad Internacional de Florida) y Carmelo Mesa-Lago (Universidad de Pittsburgh).

Juan Antonio Blanco (Universidad Internacional de Florida), coordinador y coautor de un documento a presentarse en la conferencia, responde a las preguntas de DDC y a las críticas a la conferencia habanera vertidas por Oswaldo Payá.

¿Qué relación tiene la reunión, convocada por Palabra Nueva con el documento "La Diáspora Cubana en el Siglo XXI", proyecto que coordinaste en el Centro de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida, y del que eres coautor junto a Uva de Aragón, Jorge Duany, Jorge Domínguez y Carmelo Mesa-Lago?

Como coordinador de ese proyecto solicité desde marzo de 2011 al director de Palabra Nueva, Orlando Márquez —a quien invitamos a integrarse al grupo de redacción y formó parte del mismo— que las conclusiones del texto fueran presentadas y difundidas en Cuba. Estaba ya planificado hacerlo en Miami, Washington, México y Madrid, por lo que la imposibilidad de presentarlo en Cuba habría sido algo ilógico. Al hacer esta solicitud estaba plenamente consciente de que ni Orlando ni la Iglesia decidían libremente el otorgamiento de las facilidades de visado y otros aspectos que un evento sobre este tema requiere.

Por lo tanto, el origen de esta conferencia no es estatal ni se basa en ningún acuerdo privado de cooperación entre la Iglesia y el Gobierno cubano, sino parte de mi solicitud, en nombre de la comisión redactora, para que la Iglesia gestionara la presentación del documento en La Habana. Lejos de criticar es de agradecer la buena voluntad mostrada por esa institución al permitir que Orlando Márquez se integrara a la comisión y que luego gestionara con el Estado cubano los condenables —pero todavía vigentes y por ello imprescindibles— "permisos de entrada" al país que ello requería.

¿Qué fue lo que sucedió con tu visa? ¿La solicitaste? ¿Te la negaron?

En esa temprana ocasión fue que precisé desde el inicio a Orlando Márquez que no hiciera ningún trámite de visado en mi favor sino, exclusivamente, para el resto de los miembros de la comisión, con el propósito de evitar que sus buenos oficios para la realización del evento encontraran escollos adicionales a los ya predecibles.

Al presentar su solicitud a las autoridades correspondientes fue que alguien del Gobierno decidió adelantarle que yo no sería bienvenido en Cuba.   Sobre esto deseo subrayar que lo que defendemos es el derecho de todo cubano a entrar y salir libremente de su país. Ha sido en ejercicio de ese derecho, y para defender el de todos a ejercerlo,  que mis colegas han viajado a Cuba a este evento. Pero en mi caso sencillamente no quería ofrecer excusas al Gobierno para complicar la reunión o dilatar la autorización del visado de los otros invitados.

¿Qué relación tiene esta reunión convocada por la Iglesia con la que ha hecho el Estado cubano para fines de este mes en la Sección de Intereses en Washington?

Absolutamente ninguna. Pongamos la cronología de los hechos sobre la mesa.

El Centro de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de la Florida concibió este proyecto y buscó los fondos para implementarlo en mayo de 2010. Una vez logrados los fondos, estableció la comisión de expertos en febrero de 2011 y ésta emitió su informe titulado "La Diáspora Cubana en el Siglo XXI" a mediados de julio de ese año. Desde entonces se han hecho presentaciones en el Inter American Dialogue (Washington), La Ermita de la Caridad (Miami), el CIDE (México) y Casa de América (Madrid).

Por otro lado, para seguir las posiciones del Gobierno cubano en el pasado reciente hay que separar las declaraciones de los hechos.

El VI Congreso del PCC celebrado en abril de 2011 esquivó una de las mayores demandas sociales formuladas por la población a ese cónclave: la supresión de los permisos de entrada y salida del país a sus nacionales. Lo más cercano a reconocer que existía tal problema fue "recomendar" que una comisión hiciera un "estudio" para ver el modo de poder "facilitar" que los cubanos viajen al exterior.

A las dos semanas de haberse emitido en julio de 2011 el informe de la comisión de FIU, Raúl Castro, al finalizar las sesiones de trabajo de verano de la Asamblea Nacional en las que el asunto brilló por su ausencia, anunció que se estaba trabajando en un cambio de la política migratoria. No estoy asumiendo que el hecho es consecuencia de nuestro informe, pero esa es la cronología de los acontecimientos.

Súbitamente aparecieron artículos y entrevistas en medios de prensa cubanos opinando sobre la necesidad de resolver esta cuestión. Desde que se produjo la declaración de Raúl Castro fue también creciendo el número de pretendidas "filtraciones" a la prensa nacional e internacional en el sentido de que una reforma radical y profunda de la política migratoria era necesaria y sería aprobada por la Primera Conferencia Nacional del PCC celebrada en enero de 2012. Pero no ocurrió. Tampoco se discutió nada en la sesión de la Asamblea Nacional celebrada en diciembre de 2011.

Fue en ese contexto adverso —no en uno conspirativo o favorable— que la Iglesia obtuvo finalmente la cooperación necesaria de parte del Estado cubano para asegurar la presentación del documento de FIU en Cuba. Las recientes declaraciones del Presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, no se separan de nada dicho anteriormente. Veremos si ahora se materializa finalmente el anunciado cambio y qué se entiende por "profundo" y "radical". No voy a prejuzgarlo.

¿Por qué consideras importante que se presente ese documento en Cuba?

Creo importante presentar en Cuba un documento que dice que, a corto plazo, el Estado debe realizar cambios en la Constitución y las leyes que garanticen el pleno respeto al Artículo 13 de la Declaración de Derechos Humanos sobre la libertad de movimiento, y reclama la igualdad de derechos —por limitados que sean hoy— entre los cubanos residentes en la Isla y los que están en el exterior.

Es importante que se diga que la diáspora no debe ser ahora privilegiada como capital extranjero mientras la iniciativa privada de los cubanos de la Isla siga limitada a una lista de menos de 200 oficios secundarios. El empresario cubano de Coral Gables no debe aceptar la invitación a invertir en la empresa azucarera u otro sector agropecuario o agroindustrial controlado por el Estado hasta que los campesinos cubanos no gocen del mismo derecho.

Es importante que sea en La Habana donde se escuche la recomendación de liberar todas las fuerzas creativas de la nación levantando las prohibiciones a la iniciativa privada que siguen vigentes. Igualmente es importante decir allí —en La Habana— que la diáspora rechaza el abuso que suponen las actuales tarifas por trámites consulares. Asimismo, que demanda que no se obstruyan las certificaciones y homologaciones de títulos, que se dé acceso al servicio de mensajería de internet a precios asequibles a la población, y que se reduzcan las tarifas de pasajes y las tarifas telefónicas. Estos son temas de especial trascendencia para las familias cubanas.

Oswaldo Payá ha hecho críticas al evento. ¿Cómo consideras esas críticas?

Creo que Payá no ha tenido acceso al documento de FIU, desconoce los antecedentes de esta reunión —que ahora estoy revelando—, y por ello está reaccionando a partir de las sospechas que —a su juicio— le merecen ciertas personas.

Por mi parte, Oswaldo Payá tiene todo mi respeto. He apoyado el Proyecto Varela desde antes de ocurrir la llamada Primavera de 2003, y los representantes de Payá en el exterior conocen mis posiciones y gestiones solidarias hacia quienes fueron a dar a la cárcel y sus familiares.

Estoy seguro de que cuando él lea el documento de FIU podrá apreciar que en él se tocan los puntos que incluye el Proyecto Heredia e incluso otros más. Pero debo también decir que, en este asunto, la Iglesia Católica Cubana y Orlando Márquez se han comportado de manera trasparente hacia todas las partes y sus buenos oficios para presentar este documento en Cuba deben ser apreciados con respeto por todos.

Última actualización el Domingo, 22 de Abril de 2012 09:51