El Papa y su opción por los Poderosos Imprimir
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Sábado, 31 de Marzo de 2012 15:59

Cuba, El Papa y su Opción por los Poderosos

Jorge Hernández Fonseca

30 de Marzo de 2012

 

Como era de esperar, se han escrito muchos análisis, unos magníficos, otros ni tanto, con relación a la controvertida visita del papa Benedicto XVI a Cuba. Sin embargo, un aspecto salta de manera unánime: el Papa en Cuba hizo la opción por los poderosos. Recibió al dictador cubano Fidel Castro y toda su familia --que todavía no conocen una Iglesia por dentro-- y dejó en “la estacada” a las sufridas Damas de Blanco, que domingo tras domingo asisten a la misa en la Iglesia Santa Rita, donde rezan por sus familiares presos por delitos de conciencia.

 

La anterior constatación, protagonizada nada menos que por el representante de Cristo en la tierra, es grave si se profundiza en la doctrina de la que el Papa debería haber dado fe en la isla. No lo hizo. ¿Por qué el Papa se reunió en México --un par de días antes-- con las clases más necesitadas de consuelo material y espiritual --resaltado así su opción (en México) por los menos favorecidos-- y en Cuba hizo todo lo contrario, reuniéndose sólo con los poderosos?

 

Estas contradicciones papales claro que tienen un motivo, ocultado más que explicado por el vocero del Vaticano, que simplemente tuvo que hacer “malabares” para explicar lo inexplicable.

 

La visita papal se produce en un contexto bien definido. La revolución cubana fracasó. La ideología que el castrismo obligó a abrazar la revolución cubana, también fracasó. La realidad material de la isla es fantasmagórica –sólo escombros-- si comparada con la base material que el castrismo confiscó a sus legítimos dueños al apoderarse del país como amo y señor. El equipo gobernante dictatorial, a pesar de la catástrofe que provocó con su ineptitud, insiste en continuar gobernando basado en los méritos obtenidos cuando “se alzaron en la sierra” y ha declarado: “lo que nosotros tomamos por las armas, por las armas tienen que quitárnoslo”. ¿Es esa la opción del Papa?

 

¿Qué ha llevado al Papa por un lado --y a la Iglesia Católica por otro-- a optar dentro de Cuba por dictadores envilecidos, en lugar de abrazar y enaltecer lo mejor de la sociedad cubana actual, totalmente en la oposición? Es verdad que no es el Papa quien decide los problemas cubanos; pero como un ente externo e influyente del problema cubano, podría haber mostrado cierta cordura a la hora de decidirse por los poderosos y no por los que sufren y sacrifican sus vidas en pro de familiares presos.

 

Paralelo a la comitiva papal, otros factores no religiosos asociados a intereses económicos, pretenden también resolver el problema cubano a través del raulismo, y ya mueven sus peones para fomentar, basado en un farisaico espíritu de “reconciliación”, la política de negociar con la dictadura para que continúe en el poder, ahora con el visto bueno del Papa, después de haber destruido la Nación Cubana.

 

El viaje del Papa está inscrito con tinta indeleble ya en la historia nacional, como un episodio más de apoyo a los planes de Raúl contra el pueblo cubano, dando el espaldarazo internacional que la dictadura necesitaba para continuar mandando y desmandando como lo hace un mayoral dentro de su isla.

 

A la alta investidura del Papa, nuestro respeto. Al significado de su visita, nuestro desprecio. En el crisol de la Nación cubana del futuro arderán en llamas los recuerdos de esta felonía.

 

 

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Última actualización el Sábado, 31 de Marzo de 2012 16:00