Triunfo para Bolsonaro: El Congreso brasileño dio un paso clave para que la reforma jubilatoria se transforme en ley Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 11 de Julio de 2019 04:46

La Cámara de Diputados de Brasil dio el primer paso para reformar el deficitario sistema previsional del país al aprobar en una primera votación con 379 a favor y 131 en contra una enmienda constitucional que establece una edad mínima para acceder a la jubilación, de 65 años para los hombres y 62 años para las mujeres, y cambia la forma de calcular el beneficio, medidas que permitirán un ahorro fiscal de unos 240.000 millones de dólares en 10 años.


La aprobación es un triunfo compartido entre el presidente Jair Bolsonaro, quien declaró prioritaria a la reforma, y el titular de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quien lloró poco antes de la votación tras haber conducido duras negociaciones para obtener el apoyo macizo de los legisladores, en un proceso que, por tratarse de una enmienda constitucional, aún debe ser refrendado dos veces por el Senado y enfrentará una nueva votación en la Cámara baja.

“Sin nuestro presidente (Rodrigo Maia) no hubiéramos llegado a este momento”, reconoció el Comisario Waldir, líder del bloque del Partido Social Liberal (PSL) de Bolsonaro. Poco antes, el propio mandatario había afirmado que Maia, quien lideró acuerdos para realizar cambios a la propuesta original del gobierno, fue quien hizo viable la aprobación de la reforma.

El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Rodrigo Maia, durante el debate previo a la votación de la reforma jubilatoria, este miércoles en Brasilia. /BLOOMBERG

El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Rodrigo Maia, durante el debate previo a la votación de la reforma jubilatoria, este miércoles en Brasilia. /BLOOMBERG

 

Entre los cambios más relevantes, fue retirada la posibilidad de crear un régimen de capitalización que reemplazaría al actual sistema de reparto y se excluyó de la reforma a las cajas jubilatorias de las 27 unidades federativas en las que se divide Brasil, además de las de los más de 5.000 municipios. Esos cambios provocaron una disminución del ahorro fiscal proyectado de unos 75.000 millones de dólares en una década, pero podrían ser reintroducidos por el Senado.

“Sin estas reformas no podremos pagar a los jubilados actuales y futuros”, dijo el diputado Baleia Rossi, líder del centrista Movimiento Democrático Brasileño. Los partidos de izquierda, que argumentaron que la reforma aumentará la concentración de los ingresos y favorecerá al mercado financiero, fueron los que lideraron la oposición a los cambios previsionales.

Los cambios en la seguridad social, según funcionarios del gobierno y congresistas alineados con las ideas liberales que promueve el ministro de Economía Paulo Guedes, corregirán la explosiva trayectoria de expansión del endeudamiento público y promoverá una intensificación de reformas que buscan reanimar la estancada economía de Brasil.

Diputados brasileños que apoyan la reforma jubilatoria celebran, este miércoles, tras la aprobación del proyecto en la primera votación en la Cámara baja. /BLOOMBERG

Diputados brasileños que apoyan la reforma jubilatoria celebran, este miércoles, tras la aprobación del proyecto en la primera votación en la Cámara baja. /BLOOMBERG

Entre esos cambios previstos, que serán tratados en el segundo semestre, se incluyen reformas al sistema tributario para su simplificación y para bajar la carga impositiva, modificaciones en el esquema de coparticipación, privatizaciones masivas, y una disminución de obstáculos regulatorios para mejorar el ambiente de negocios y facilitar inversiones.

“Hay algo equivocado en cómo gastamos el dinero público en Brasil. Nuestros salarios son 67% mayores que los del sector privado, con estabilidad y poca productividad. Eso es lo que tenemos que combatir y cambiar”, dijo Maia antes de la votación, señalizando que tras los cambios previsionales el Congreso debe tratar una amplia reforma del Estado.

Nuevos cambios podrían ser introducidos en la votación en particular de la reforma previsional, como una flexibilización de las reglas jubilatorias para los policías, una demanda de la poderosa “bancada de la bala”, como se llama a los numerosos legisladores que defienden la mano de hierro en el combate al delito y abogan por derechos de agentes de seguridad.

Se espera que la segunda ronda de votación de la reforma previsional en la Cámara de Diputados sea concluida hasta el fin de semana, de modo que el tratamiento comience en el Senado en agosto.

"Quiero jubilarme. No a la reforma", reza el cartel, durante una protesta este miércoles en San Pablo contra el proyecto de enmienda constitucional sobre el sistema de jubilaciones en Brasil.  /AFP

"Quiero jubilarme. No a la reforma", reza el cartel, durante una protesta este miércoles en San Pablo contra el proyecto de enmienda constitucional sobre el sistema de jubilaciones en Brasil. /AFP

La nueva seguridad social de Brasil, de ser aprobada, establecerá un tiempo mínimo de aportes para acceder al beneficio de la jubilación de 20 años para hombres y 15 para las mujeres que trabajen en el sector privado, mientras que para los empleados públicos será de 25 años.

Tras un período de transición de hasta 14 años, se eliminará la posibilidad de jubilarse apenas con un determinado tiempo de aportes, situación que permite que en Brasil exista una gran cantidad de jubilados con menos de 60 años.

Uno de los cambios más relevantes que introduce la reforma es el del cálculo del beneficio jubilatorio, que hasta ahora se basa en un promedio que descarta el 20% de los salarios más bajos. Con la reforma, ese cálculo se hará en base a todos los aportes, incluso el de los salarios menores, lo que recortará jubilaciones futuras.

La llamada integralidad de las jubilaciones también sufrirá cambios: con la reforma, una persona recibirá una jubilación equivalente a 60% de su último salario con 20 años de aportes, que subirá 2 puntos porcentuales por año aportado. Para recibir jubilaciones iguales al último salario, un trabajador necesitará 40 años de aportes.

La bancada de legisladores que defiende los intereses de los productores agropecuarios, llamada “bancada del buey”, con el apoyo de la ministra de Agricultura, Tereza Cristina, logró también suavizar el proyecto original y establecer que el acceso a las jubilaciones rurales requiera una edad mínima de 55 años para mujeres y 60 para hombres, con un tiempo mínimo de contribución de 15 años.

EL CLARIN; ARGENTINA/Brasilia, corresponsal