NI PERONISMO NI KIRCHNERISMO, SÓLO "CRISTINA" Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 16 de Marzo de 2011 10:07

Cristina Kirchner mantiene su calculada ambigüedad sobre si será o no candidata presidencial en octubre. Ese aparente secreto no es tal entre sus seguidores, conocidos como “cristinistas”, que se han convertido en el pilar fundamental de su candidatura en medio del silencio y perplejidad del aparato peronista.

La presidenta no puede obviar el poder de convocatoria y la estructura nacional que posee el Partido Justicialista pero sin duda se siente más cómoda y prefiere apoyarse en varios de los grupos políticos que han nacido en torno a ella y que conforman el “cristinismo”.

 

La reciente victoria kirchnerista en Catamarca resume esta configuración: la vencedora es Lucía Copacci, mujer vinculada hasta familiarmente con el kirchnerismo y su vicepresidente, Dalmacio Mera, es un hombre del aparato peronista. Pero más allá de kirchnerismo o peronismo la baza electoral del oficialismo tiene un nombre propio: Cristina Kirchner.

¿Qué es el “cristinismo”?

La columna vertebral del conocido como cristinismo está formada, como apunta Beatriz Sarlo, por ”las organizaciones sociales y juveniles”. La propia presidenta presume de ello ya que “siempre fueron los jóvenes los que protagonizaron las gestas patrióticas”.

Para Sarlo el acto del pasado viernes en el que varias organizaciones ajenas al peronismo se reunieron para conmemorar el triunfo de Héctor Cámpora en las elecciones presidenciales de 1973 fue el bautismo de honor del cristinismo: “cuando Cristina habló, el acto ya había cumplido su objetivo. Se trataba de una ceremonia para la Presidenta. Hecha para ella, le garantizaba que esa militancia de La Cámpora, del Movimiento Evita, del Frente Transversal eran sus fieles compañeros. Una especie de “cabildo abierto” con clima de concierto cumbre, del que el peronismo histórico ya tuvo antecedentes”.

El cristinismo se articula en torno a la Corriente Nacional de la Militancia que engloba al Movimiento Evita, el Frente Transversal, La Cámpora, Colina (de Alicia Kirchner), al Partido Comunista, a la Juventud Sindical, a Compromiso K, a Nueva Dirigencia, a intendentes “cristinistas” y la Juventud Sindical.

La Corriente Nacional de la Militancia es el paraguas que las cobija a todas esas fuerzas, una agrupación que nació en 2010 y que creció después de la muerte del ex presidente.

En torno a Cristina Fernandez de Kirchner han nacido una serie de fuerzas conocidas como cristinismo

En torno a Cristina Fernandez de Kirchner han nacido una serie de fuerzas conocidas como "cristinismo".

El mismo Néstor Kirchner, el jueves 14 de octubre,  días antes de morirdio su consentimiento en una cita que mantuvo en la Quinta de Olivos con Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro, ambos dirigentes del Movimiento Evita.

La función de este grupo es preservar el legado kirchnerista y constituirse en una especie de “tercera pata”, junto a la CGT y el PJ, para brindar respaldo a Cristina Kirchner.

Los hombres fuertes de esta organización son el secretario legal y técnico, Carlos Zannini y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, las figuras en las que más se apoya la presidenta.

Hasta ahora la agrupación más activa y con más fuerza es el Movimiento Evita que sobresale por su apasionada defensa de la presidenta. Emilio Pérsico, su líder ha llegado a confesar cosas como esta: “vamos a hacer cristinismo salvaje”.

Ese protagonismo del Movimiento Evita es destacado por el analista del diario Clarín, Julio Blak: “el peso mayor de la movilización de hoy va a recaer sobre el Movimiento Evita , que ya se graduó en este materia con la masiva marcha de antorchas del 26 de julio del año pasado, que le ofrendaron a Kirchner en sociedad con Hugo Moyano. Curiosa mezcla de piqueteros y dirigencia política clásica, con más adherentes en cargos ejecutivos y legislativos que los que se supone y una organización extendida a todo el país, el Evita intenta un difícil, quizás imposible, equilibrio entre el kirchnerismo original y la estructura del peronismo”.

Edgardo Depetri, que dirige el Frente Transversal, es el diputado nacional que sustituyó en el escaño de Néstor Kirchner y destaca igualmente por su fuerte adhesión a la presidenta: “vamos a cerrar filas con Cristina, nuestra presidenta, la conductora de todos…queremos reivindicar la memoria y el proyecto de vida de Néstor…Vamos a estar los militantes de Cristina, los que no le ponemos ningún tipo de condiciones, para rodearla de cariño, de fuerza y que vea que somos muchos los que podemos llenar un estadio y controlar las urnas en octubre”.

Junto a estas agrupaciones destaca una puramente kirchnerista: la Cámpora, creada por el hijo de la Presidenta,

Máximo Kirchner, activista principal del "cristinismo".

Máximo Kirchner. Como en su día señaló el diario La Nación “los líderes de La Cámpora son los más cercanos al poder. Amigos de Máximo, a quien asignan el rol de “líder natural”, todos tienen puestos estratégicos”.

Entre estos señala a “Andrés Larroque es director del área Fortalecimiento de la Democracia en la Jefatura de Gabinete, que encabeza Aníbal Fernández…  José Ottavis, presidente del Fondo de Capital Social (Foncap), bajo el ala del ministro de Economía, Amado Boudou. Juan Cabandié es la espada kirchnerista en la Legislatura porteña, e Iván Heyn, a cargo de la Corporación Puerto Madero, es el economista del grupo y uno de los soldados más aguerridos en la “batalla” para “defender a Cristina”.

Cristinismo vs peronismo

Cristina Kirchner aspira a reunir a las fuerzas cristinistas y al aparato peronista bajo un viejo paraguas, el que le llevó en 2007 a la Casa Rosada: el Frente para la Victoria (FPV). Dentro del FPV abundan las diferencias entre, por ejemplo, el Movimiento Evita y dirigentes de La Cámpora, así como entre el aparato peronista y las fuerzas cristinistas.

Eduardo Van der Kooy recuerda en el diario Clarín que “el misterio consiste en saber cómo hará Cristina para conciliar en campaña electoral esa nueva corriente con el viejo PJ que, sin dudas, le dispensa desconfianza”.

Además, Sergio Berenztein apunta que la presidenta reniega de la vieja pólítica que encarna el aparatop peronista: “Cristina intenta construir una nueva base de poder con una participación mucho más acotada del PJ. Recupera, de este modo, el viejo discurso crítico al “pejotismo”.

Una prueba del malestar que el peronismo oficial provoca en Cristina Kirchner y su entorno es que hayan escogido como referente histórico al presidente Héctor Cámpora y no a los clásicos Juan Domingo Péron o Evita. El pasado viernes conmemoraron el aniversario de su presidencia que duró escasamente 49 días del año 1973.

Carlos Pagni señala que ”el rol histórico de Cámpora está hoy bastante claro…Al exhibirlo como una referencia, los Kirchner se presentan a sí mismos como los redentores de un experimento luminoso que, de no ser por ellos, se habría perdido en la correntada de la historia: el de un peronismo progre e izquierdista, el de una política militante, el de una democracia radicalizada”.

En realidad, más allá de peronismo o kirchnerismo, la estrategia del oficialismo es personalizar al máximo la campaña, como señala Segio Berenztein en el diario La Nación: “se está avanzando en una estrategia basada en personalismo; mayor discrecionalidad del gasto público; captura de oficinas clave del Estado a los efectos de poner todos los recursos para la campaña; debilitamiento de múltiples estamentos de la política (sindicatos, medios, organizaciones empresariales) para limitar el disenso”.

Eso ya está ocurriendo como se vio claramente en Catamarca cuando la gobernadora electa de esta provincia, Lucía Corpacci dijo: ”ganó Catamarca, ganó el FPV, ganó Cristina…Quiero Cristina 2011…Está claro que la Presidenta está muy bien posicionada en todo el país y que ella ha traccionado en este triunfo”.

Última actualización el Miércoles, 16 de Marzo de 2011 10:12