El presidente de México afirmó que hay que acelerar la depuración en las dependencias estatales y locales para combatir el crimen organizado. "Prefiero un cuerpo chico antes que uno multitudinario y criminal", advirtió

"No podemos dejar al zorro dentro de los corrales de las gallinas", aseguró Felipe Calderón frente a los gobernadores durante la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública. El mandatario se sinceró: "Seamos francos, no existen cuerpos policíacos confiables en las entidades de la República, no en todas. Ese es el problema de la seguridad en México, ésa es la prioridad número uno".

 

De hecho, ante funcionarios del Gobierno y legisladores, puso como ejemplo que 150 policías reprobados en las pruebas de confianza siguen prestando servicio en unidades antisecuestro. "Mejor una policía chica y confiable que una multitudinaria y criminal", sostuvo el mandatario, que desde diciembre de 2006 estableció una estrategia de lucha antidroga centrada en la persecución militar de los cárteles.

A esa estrategia se atribuyen 45 mil muertos, en su mayoría en disputas entre cárteles y en las operaciones para perseguirlos, pero también en casos de civiles envueltos en balaceras o asesinados por error por fuerzas del Estado.

Alegando la incapacidad de las policías locales, Calderón ordenó el despliegue de al menos 50 mil militares en diferentes regiones, especialmente de la zona fronteriza con los Estados Unidos (norte) y de la costa sobre el Pacífico (oeste), para frenar a los cárteles de las drogas.

Sin embargo, según organizaciones de derechos humanos, el despliegue militar ha exacerbado la violencia en vez de calmarla y ha multiplicado las denuncias que involucran a la fuerza pública en violaciones a las garantías constitucionales.

En México operan unos 400 mil policías, de los cuales 160 mil penden de las alcaldías municipales y 200 mil de los estados, según cifras del Sistema de Seguridad Pública. Cerca de 40 mil uniformados conforman la policía federal y la ministerial (técnica judicial).

El Gobierno planteó al Congreso crear mandos policiales únicos en los estados y eliminar las policías municipales, pero estas reformas han sido rechazadas por las autoridades locales.