DESPUÉS DE 22 AÑOS PRESO EN EL EXTERIOR, REGRESÓ A PANAMÁ EL EX-GENERAL MANUEL ANTONIO NORIEGA Imprimir
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Lunes, 12 de Diciembre de 2011 11:04

El avión que trasladaba al ex dictador desde Paris aterrizó al caer la tarde. De inmediato fue llevado a la cárcel, donde estará preso el resto de su vida. El presidente Martinelli dijo que no tendrá privilegios

Crédito foto: AP

No fue posible ver la cara del ex hombre fuerte, de 77 años, a su regreso tras ser extraditado. No se le vio el rostro en el aeropuerto internacional cuando arribó custodiado por agentes panameños, ni cuando fue llevado al penal al anochecer, lo que enfureció a antiguos opositores.

 

Pero varias horas después de ser ingresado a la prisión, el anciano militar jubilado fue visto en silla de ruedas en un punto de la cárcel cuando los custodios lo llevaron allí para que revisara las pertenencias que le llegaban del viaje. Lucía una camisa manga larga roja e hizo gestos con la mano.

"El reo Noriega está allí", indicó el director del Centro Penitenciario, Angel Calderón, quien ante la exigencia de los medios permitió que tomaran imágenes desde un punto habilitado para la prensa a un costado de la entrada de la prisión. "El piensa que es un circo y no quiere ser parte de ese circo", explicó, en alusión a las razones que esgrime el ex dictador para no dejarse mostrar a los medios.

El traslado de Noriega a la prisión se dio en medio del desorden y de una táctica de seguridad que despistó a los medios, e incluso se utilizó un señuelo durante el traslado del general jubilado entre el aeropuerto internacional de Tocumen y la cárcel.

"Guste o no guste la estrategia consistió en conducirlo sin mayores percances", justificó el ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, al canal Telementro.

En un principio, a la cárcel El Renacer llegó una primera camioneta de la que bajaron a una persona tapada con un abrigo y la ayudaron a subirse a una silla de ruedas para ingresar a la prisión. Casi media hora después ingresó una caravana de vehículos al penal y un agente policial bajó con una silla de ruedas, creando incertidumbre en los medios apostados allí.

La ministra de Gobierno Roxana Méndez dijo después al canal de noticias TVN que, según entendía, Noriega ingresó con la segunda caravana. "Estamos reiterando que teníamos que salvaguardar la integridad física de Noriega", señaló. "Estamos dando fe que aquí está la persona (Noriega en la prisión)", agregó. En la segunda caravana de autos también llegó el procurador José Ayú Prado.

El fiscal explicó a los medios por la noche que si bien Noriega está condenado en varios casos por homicidio, aún tiene algunos procesos pendientes con la justicia y por ley no podía ser mostrado a su ingreso al penal sin su consentimiento. El Canal Telemetro mostró una foto que según el medio le fue enviada por la ministra Méndez, la cual muestra al general sentado en su celda con una camisa y corbata roja. La funcionaria agregó que por razones de salud "no era posible mantenerle las manos esposadas por el tema de la circulación" sanguínea.

El avión de la aerolínea Iberia con Noriega procedente de Madrid aterrizó en el aeropuerto internacional de Tocumen hacia las 18.00 hora local. El Airbus se desplazó varios minutos hacia un punto donde bajaron a los pasajeros y al anciano militar panameño.

Minutos después y ya en medio de la oscuridad, Noriega fue trasladado al centro El Renacer, situado en medio de una zona selvática a orillas del Canal Interoceánico.

Sin rostro y sin defensa

En algunos edificios en el centro de la capital se escucharon toques de cacerolas y bocinazos de vehículos en las calles en señal de protesta. La antigua Cruzada Civilista, un movimiento opositor que se formó durante el régimen de Noriega, pidió que recibieran así al anciano militar como un gesto de repudio y para exigir que pague sus culpas en la cárcel.

Un grupo de 12 personas llegó a la entrada del centro penitenciario para manifestarse por el retorno del ex dictador. Eran familiares de los soldados fusilados por la rebelión militar del 3 de octubre de 1989 contra Noriega. Una mujer gritó improperios contra el anciano militar. Los manifestantes desplegaron una pancarta en que se leía "Noriega, justicia, asesino".

Antiguos dirigentes de la cruzada civilista repudiaron que las medidas de seguridad hayan evitado ver el rostro de Noriega al ingresar a la prisión. "Estoy decepcionado por las excesivas medidas de seguridad. Queríamos ver el reo detenido, a un delincuente homicida", protestó Aurelio Barría, opositor al pasado régimen norieguista. "¿Qué es lo que estamos escondiendo? Queremos ver a Noriega esposado y con la placa (de reo) enfrente", insistió.

El abogado de Noriega en Panamá, Julio Berríos, lamentó que las autoridades no le permitieran el acceso al penal. "Todo detenido tiene derecho a comunicarse con la defensa", argumentó.

El regreso

Noriega fue extraditado el domingo por Francia y el vuelo de regreso desde París incluyó una escala en la capital española. Regresa a su tierra natal después de que Estados Unidos lo expulsó del poder mediante una invasión el 20 de diciembre de 1989.

Muchos panameños se expresaron de acuerdo con su retorno para que rinda cuentas ante la justicia panameña por los crímenes que cometió, pero otros piden que lo dejen en paz e incluso mucha gente pobre en las calles recuerda que durante su régimen (1983-89) el país no estaba tan contaminado por la violencia y criminalidad como ahora.

"Noriega retorna y debe pagar por el daño y horror cometido al pueblo panameño", señaló el domingo el presidente Ricardo Martinelli, quien ganó los comicios del 2009, las cuartas elecciones democráticas celebradas tras la caída del ex dictador.

Noriega fue pedido en extradición por Panamá a Francia para que cumpla penas por los delitos cometidos durante su gobierno. Pasó de ser un aliado de Washington en la Guerra Fría al principal objetivo de una invasión estadounidense. Tras ser colaborador de la CIA se convirtió en un enemigo acusado de abrirle las puertas a los cárteles de la droga colombianos para que transportaran drogas a Estados Unidos.

Los recuerdos de su régimen aún se mantienen vivos, particularmente entre sus opositores políticos, familiares de las víctimas de esa oscura era castrense y habitantes del pobre barrio capitalino de El Chorrillo, que fue destruido por el bombardeo de la invasión estadounidense que expulsó al ex mandatario, quien se había hecho famoso con su frase "Ni un paso atrás".

Panamá lo condenó en ausencia por el asesinato del dirigente opositor Hugo Spadafora en 1985; del líder de una rebelión militar, el mayor Moisés Giroldi, en octubre de 1989, así como del fusilamiento de varios soldados que participaron en esa intentona golpista. En total suman 60 años de cárcel, pero la ley panameña no permite acumular las penas y debe pagar la pena máxima de 20 años. El ex general, sin embargo, podría a la postre abandonar la prisión gracias a una ley que permite a los reos mayores de 70 años cumplir sus sentencias bajo arresto domiciliario.




Fuente: AFP
Última actualización el Lunes, 12 de Diciembre de 2011 11:10