La Cancillería le respondió al mandatario paraguayo, quien dijo que su país dejará de 'ceder' electricidad a sus vecinos. "No existe cesión, esa energía es pagada", afirma Brasilia

El presidente paraguayo abrió un nuevo frente de conflicto en las ya tensas relaciones que mantiene con los gobiernos de Brasil y Argentina. El miércoles, Federico Franco advirtió que dejará de vender la "energía barata" que generan las represas hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá.

La respuesta no tardó en llegar desde Brasilia. Tovar Nunes, vocero de la Cancillería, le recordó al Ejecutivo paraguayo que "la generación de energía en Itaipú, la distribución y los precios son objeto de un acuerdo bilateral que está en vigor".

"No existe ninguna cesión de energía, pues esa energía es pagada, comprada por Brasil, que no la recibe gratis", dijo el funcionario, al recordar que en 2011 entró en vigor una revisión del acuerdo que triplicaba de US$ 120 millones a US$ 360 millones el pago anual por la energía a la que Paraguay tiene derecho y no consume.

Nunes admitió que Paraguay tiene derecho a reducir la energía que vende a Brasil si aumenta su consumo, "pero el tratado prevé que la energía no utilizada no puede ser revendida a terceros". "En el momento en que Paraguay precise el 50%, que es suyo, Brasil se quedará contento, pero tenemos que ser realistas, eso no ocurrirá de la noche a la mañana", sentenció.

El vocero señaló que su gobierno "no tiene conocimiento de que Paraguay pretenda hacer ajustes en el contrato" y que no ha recibido "ninguna comunicación oficial" sobre la supuesta "decisión" de Franco, que de ser formalizada debería ser "negociada".

Itaipú, la segunda mayor hidroeléctrica del mundo en potencia instalada, construida y administrada conjuntamente por Brasil y Paraguay, satisface el 19% del consumo energético brasileño. Como Paraguay utiliza apenas el 10% de la energía a la que tiene derecho (la mitad de la generada), vende el resto a Brasil.

Tras la destitución de Lugo, la administración de Dilma Rousseff mantiene virtualmente congeladas sus relaciones con Paraguay. Además, promovió, junto a Argentina y Uruguay, la suspensión temporal de ese país del Mercosur.