El presidente saliente de México presentó ante el nuevo Congreso su último informe de Gobierno. El mandatario alabó su política anti crimen organizdo de estos seis años

La estrategia contra el narcotráfico emprendida por el presidente saliente de México, Felipe Calderón, durante los casi 6 años de su mandato, significaron para las organizaciones criminales pérdidas por más de 14.000 millones de dólares, según indicó el mandatario en su último informe a la nación.

 

Las acciones contra las organizaciones criminales “representan pérdidas” por “casi 14.500 millones de dólares, con lo cual se han desarticulado sus redes de control, cooptación y distribución”, explicó el texto.

Calderón presentó los resultados de su política de seguridad contra el crimen organizado y los cárteles de la droga, que según datos de la Secretaría de Seguridad Pública tienen un mercado de 64.000 millones de dólares.

“Hasta agosto de 2012 habían sido capturados o fallecieron 22 de los 37 criminales más buscados por la Procuraduría General de la República”, añade el informe del presidente, que concluye su gestión el próximo 1 de diciembre.

Este sábado, el secretario de Gobernación Alejandro Poiré entregó el documento al Congreso de la Unión, en la instalación de la nueva legislatura.

Cuando asumió la presidencia en diciembre de 2006, Calderón lanzó una ofensiva militar contra los cárteles del narcotráfico que exacerbó la violencia en el país, con un saldo oficial de 50.000 muertos entre diciembre de 2006 y diciembre de 2011.

En un apartado titulado “Estado de derecho y seguridad pública”, el informe presidencial precisó que fueron detenidos más de 230 cabecillas de organizaciones criminales.

Además, fueron incautadas 114 toneladas de cocaína, 11.000 toneladas de marihuana, más de 75 toneladas de metanfetaminas y 152.000 armas.

Los uniformados decomisaron en ese periodo 1.000 millones de dólares en efectivo, 18.000 granadas y explosivos, así como 100.000 vehículos terrestres, 515 marítimos y 578 aeronaves.

Algunos legisladores se pronunciaron en su primera sesión contra la espiral de violencia que azota al país, mientras que unas 5.000 personas se concentraron frente al Congreso de la Unión para presentar un contra informe en el que hicieron diversos reclamos al presidente por esta estrategia.