México: Peña Nieto tendrá dura lucha interna en PRI por reformas Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 07 de Octubre de 2012 11:59

28 de septiembre de 2012 en Ciudad de México. EFE/SÁSHENKA GUTIÉRREZ

El reciente triunfo del ala dura del PRI en la discusión de una ley laboral dejó expuesta la fuerte resistencia que deberá quebrar en su propio partido el presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, si pretende sacar adelante sus anunciadas reformas fiscal y energética.

Peña, un joven ex gobernador que asumirá el 1 de diciembre el mando de la segunda economía latinoamericana, se ha mostrado dispuesto a lograr una reforma fiscal integral, ampliar la participación privada en la petrolera estatal Pemex y hasta hincarle el diente con todo a la extendida corrupción.

Pero la reforma laboral, enviada con precisión quirúrgica por el presidente saliente Felipe Calderón cuando apenas se instalaba el nuevo Congreso y con un plazo de 30 días para ser aprobada o rechazada, evidenció lo que muchos anticipaban: el PRI podría ser una gran piedra en el camino de Peña.

“El debate de la reforma laboral mostró que el ala dura del PRI está muy viva (…) será difícil para Peña Nieto hacer valer sus posturas”, observó el analista político Fernando Dworak.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), una gran maquinaria política de centro que controló la vida del país por 71 años hasta el 2000, llegó a las elecciones del 1 de julio exhibiendo unidad en torno a Peña y logró recuperar el poder en manos de la derecha.

Pero la versión diluida de la reforma que aprobó el viernes pasado la Cámara de Diputados mostró el poder del ala dura del PRI, que avaló a sus históricos aliados sindicalistas en su rechazo al intento de ventilar sus finanzas ocultas y permitir el voto secreto obligatorio en la elección de sus dirigentes.

Un ejemplo de las presiones sobre Peña fue lo dicho antes del debate por Joaquín Gamboa, de 85 años, líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), una central obrera que fue clave para el control político del PRI mientras fue gobierno.

Gamboa advirtió que retiraría su apoyo al futuro presidente si éste intentaba que se aprobara la reforma tal como venía en el proyecto de Calderón.

La reforma todavía necesita la aprobación del Senado, donde la izquierda y el aún gobernante Partido Acción Nacional (PAN) quieren dar una última pelea por incluir cláusulas para una mayor democracia sindical.

El recorrido de la iniciativa que promovió Calderón a pocas semanas de dejar el poder apuró los tiempos de una de la iniciativas prometidas por Peña Nieto y encendió los ánimos entre sus colaboradores más jóvenes, formados en universidades estadounidenses y que exigen cambios urgentes en el partido.

Aún sin haber asumido, el nuevo mandatario recibió un mensaje claro sobre las ideas predominantes en el PRI a la hora de tratar cambios radicales.

Y su propuesta de una reforma fiscal, que incluiría gravar con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) los alimentos y las medicinas, y de otra iniciativa para abrir la inversión privada a la petrolera estatal Pemex, ya están recibiendo peros por parte de la vieja guardia partidaria.

El presidente electo también impulsa un paquete para combatir la corrupción y transparentar la gestión de estados y municipios, proyecto que podría no caer bien entre gobernadores que manejan millonarios recursos sin rendir cuentas.

A pesar de que el controversial partido se presenta desde hace tiempo con una imagen rejuvenecida, arrastra un pasado salpicado de acusaciones de corrupción y autoritarismo.

To,ado de INFOLATAM

Última actualización el Domingo, 07 de Octubre de 2012 12:02